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Saluda del Alcalde
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Zaragoza es la ciudad
que siempre trabaja,
que siempre camina,
que siempre progresa.
Eso sí, una vez al año se toma un respiro para vivir las
fiestas más participativas de España. Desde el arranque
del modelo de fiestas populares, en la década de
los 80, las celebraciones en honor de Nuestra Señora
la Virgen del Pilar han ido convirtiéndose en verdaderas
raíces de nuestra identidad y, al mismo tiempo, en
una puerta abierta a todos los que nos visitan. Nuestras
fiestas son hoy una singularidad en España y en
el mundo.
Son unas fiestas de otoño, fuera del calendario estival,
a contracorriente, de lo que nos valemos para difundir
en exclusiva algunos de los grandes valores de esta bimilenaria
ciudad como la solidaridad. Somos una de
las ciudades con más organizaciones volcadas con los
desfavorecidos. Tenemos a gala, también, ser especialmente
hospitalarios con los que nos visitan de dentro
y fuera de España, con especial debilidad hacia América
y este año, en particular, hacia Colombia que es el
país invitado.
Nos desvivimos por seducir a quienes nos visitan,
mostrándoles una sorprendente y tranquila ciudad,
que ha experimentado en los últimos años una transformación
sin precedentes y que aspira a ser líder de
las ciudades de interior en la atracción de visitantes
por su inmejorable situación, que la convierte de manera
natural en la capital del valle medio del Ebro. Lo
merece por su calidad de vida y por su historia.
Es una ciudad a la que, como traslada nuestro cartel
de fiestas, “El Besico”, le gusta quererse porque la experiencia
de tantos siglos le ha enseñado a colocar la
convivencia y el afecto entre sus prioridades vitales.
Una ciudad que se siente muy orgullosa de estar conmemorando
los dos mil años del fallecimiento de su
fundador, César Augusto, el emperador que ya descubrió
su importancia estratégica.
También estamos orgullosos de cultivar primorosamente
y sin mucho ruido la sociedad del conocimiento,
la sociedad abierta, la sociedad en red. Queremos,
de hecho, que este sea el Pilar de las redes sociales.
Son las fiestas de la participación. Nos gusta que la
gente asuma el protagonismo, nos gusta el contacto
y el diálogo en la calle, nos gusta el debate en la plaza
pública, y nos gusta disfrutar de unas fiestas de calle
que son para todos los ciudadanos sin distinción.
Como alcalde me gustaría pediros a todos, vecinos y
visitantes, que hagáis, como desde siempre lo veníais
haciendo, un esfuerzo adicional de civismo para cuidar
y respetar los espacios públicos. A todos nos compete
defender lo público como patrimonio de todos.
Somos una gran ciudad en la que coexisten la historia
y la modernidad, lo monumental con los viejos y nuevos
puentes, con la espectacular ocupación ciudadana
de las riberas y con potentes equipamientos tecnológicos
al servicio de la creatividad.
Una gran ciudad que está poniendo un especial celo
en escuchar y cuidar a las personas, en defender los
derechos básicos, en luchar contra la desigualdad.
Una ciudad que, a pesar de todas las incertidumbres e
inseguridades, no renuncia a conseguir la felicidad de
todos los que vivimos en ella.
¡Somos una gran ciudad!
¡Felices Fiestas del Pilar!