Movadef consigue que despistado Nobel pida amnistía ... - Diario16

DOMINGO 4 DE NOVIEMBRE DE 2012 diario16
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q POLÍTICA
NO para que SÍ haya una ciudad mejor
augusto
ortiz de zevallos
Este es un western barato (aunque nos va a costar
a todos cien millones). Y de pantalla amarillenta.
Con sheriff tramposo, que ya hizo sus farsas
varias veces antes.
Primero, cuando faltando semanas para las elecciones
municipales cambiaron las reglas que eran las de
siempre para validar las actas de votación. A ver si se
equivocaban en los distritos periféricos donde ganaba
‘la Villarán’ (como le dice, contra toda forma periodística,
la prensa neochicha). Y así paralizaron el 30 por ciento
de los votos. Para aparentar otro resultado y confundir.
Luego, haciéndola muy larga en el cómputo, a ver si
los presuntos revoltosos, que iban a gobernar si los votos
valían, armaban broncas, a lo cual invitaban algunos
perdedores protagónicos. No resultó.
Y cuando ya no pudieron ganar en mesa lo que habían
perdido en la cancha, lo que hicieron fue entregar, por primera
vez en la historia, las credenciales de haber ganado
las elecciones de la capital del Perú, sin ceremonia alguna,
en un corredor y a la volada. Ahora se entiende mejor esa
intencional precariedad: para que no haya tiempo de nada
y se reciban las nuevas responsabilidades a la carrera.
Y para que se prepare esto mismo, la revocatoria, y
se anuncie en diarios desde ese día, un año antes.
Que se iba a buscar y encontrar firmas (de vivos y
de muertos con buena letra) para tratar de revocar a
la alcaldesa que fue elegida limpiamente por los votos
mayoritarios, después de varios debates y contrastes
entre programas y visiones de ciudad.
Tanto así que políticos decentes y demócratas cabales
como Lourdes Flores, que perdió, Armando Villanueva y Luis
Bedoya Reyes, patriarcas a quienes sus herederos desconocen,
rechazan este enorme enredo, que juega nada menos que
con Lima para beneficiar a quienes se esconden.
Ese sheriff amarillento de este western barato es un
poder del Estado, con altas misiones.
La primera de las cuales sería defender los veredictos
de las mayorías. Y sería también coordinar calendarios
con Onpe y Reniec a ver si este apuro que les interesa a
sus patrocinados es razonable y posible.
No importa. En marzo para ‘la Villarán’ y en julio para
todos los demás, en todo el país.
A imprimir cédulas rápido, quizá en la imprenta de
los revocadores, y con treinta y nueve nombres más el
de la alcaldesa, que nadie entenderá así qué se vota y
mejor si el significado del Sí se confunde con el del No.
Apúrense para que no se vean las obras, esa es la
obvia estrategia.
Qué pena para ellos el importantísimo resultado de
La Parada. A ningunearlo, a discutir anécdotas, que si la
hora, que si los serenos... O a hablar de otra cosa. “Mejor
no mojen que no hay quien planche”, decía Tulio Loza.
Pero, lamentablemente, entre risas y salsas, desde
cuando Montesinos manejó todos los poderes (a los
que él llamaba en esos videos, indistintamente, “la cojudez”,
sin aludir necesariamente a otros usos que en
esa época tuvo esa designación) y los convirtió en sus
chacras, donde el ‘Doctor’ dictaba sentencias, fallos y
comunicados. Nada sorprende en estas tierras.
También tendría altas misiones el Tribunal de Garantías,
entre otros sitios en que se corta el bacalao. O el jurel,
en su defecto. O lo que haga falta, ya que siempre hay
resquicios legales para lo que sea. Y voluntarios, como
estos actores secundarios empeñosos y sudorosos que
hacen de extra en este western barato (más bien caro),
cuyos malos están escondidos.
Este despropósito es para Lima bastante más que
una timba de botar cien millones.
Y para nuestras instituciones es también nada menos
que un invento jurídico planetario, en donde un
error genera derecho. El jirón Azángaro debe darles, con
ceremonia, una medalla a la creatividad.
De ahora en adelante toda ley es menos que una carta
con datos equivocados. La interpretación auténtica, que
batió récords mundiales, ya es un chancay de a medio.
Además de estas vergüenzas, que nos retrotraen a
cuando quienes ahora respaldan esto eran todopoderosos,
este campeonato de abusos lo que busca es desarmar
a la ciudad de procesos de mejora y cambio que están
en curso. Y quieren distraer de tareas importantes que
ya los ciudadanos van valorando y entendiendo.
Que el alcalde no es un maestro de las obras que se
le ocurran o le convengan a su imagen política. Que la
ciudad debe cambiar y tener objetivos claros
Como el de ordenar, después de décadas, el transporte.
Y entonces, para impedirlo, los dueños de las combis
caóticas respaldan y solventan esta revocatoria.
El de cambiar el caos de La Parada por el orden de
Santa Anita. Y por eso, esos que pagaron a asaltantes
son parte de este afán de revocar una Lima mejor.
Recuperar el río Rímac como espacio público y ya no
como vertedero de basura.
Recuperar la Costa Verde. Para todos y no para venderla
a trozos.
Alentar cultura desde el municipio.
Recuperar un ambiente agredido.
Tener políticas en salud, bienestar y educación.
Actuar con transparencia e informar.
Afrontar los problemas y no esconderlos.
Pasar del caudillismo mesiánico e iluminado a un
liderazgo dialogante.
Hacer ciudad y no solamente ayudar a hacer negocios.
Sin duda, con errores, y yo creo que faltando convocar
más, lo que no es fácil cuando estas dicotomías y los
afanes protagónicos de algunos convierten al Concejo de
Lima en batallas campales de retórica y descalificaciones
–como en el chongo del otro día–, y no en un espacio de
generación y aliento de ciudadanía y consensos.
Con este mamarracho, todos perderemos tiempo.
Y dinero.
Explicando, divulgando, contrapesando el poderoso
aparato mediático neochicha, del que ya hacen parte
pesos pesados del periodismo peruano, traicionando
su nombre y sus trayectorias originales.
Pero hay que hacer entender esto de que para que
sí haya una ciudad mejor habrá que votar por el No.
No a quienes se esconden.
No al retroceso.
No a impedir una ciudad mejor, que ya empezó y
esto amenaza.