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APOYO SOCIAL
SERVICIO A LA COMUNIDAD
Porque la salud
de los niños
vale la pena
Una población sana y fuerte está mejor dispuesta
para superar cualquier problema, por grande que
sea. Ustedes lo saben muy bien: una buena salud
se necesita para trabajar, estudiar y también para
disfrutar de la vida.
EL PACIENTE CITADO EN ESTE ARTÍCULO AUTORIZÓ PUBLICAR SU NOMBRE Y FOTOGRAFÍAS.
Una vez más, la Unidad de Apoyo
Social cumple con su finalidad.
En este caso, Olayda Rojas Carrillo
es el reflejo del trabajo en
equipo, de la solidaridad, del esfuerzo por
llevar una sonrisa y por garantizar una
mejor calidad de vida.
No exageramos si decimos que Olayda
Banesa Rojas Carrillo hoy está feliz, a
pesar de todas las angustias del pasado.
Hay aquí apartes de la historia de una colombiana
que puede decir con certeza que
su vida cambió gracias al trabajo y al compromiso
de la Unidad de Apoyo Social.
Para Olayda Banesa las cosas no han sido
fáciles. A un hogar disperso, se le sumaron
sus problemas de salud. Nació el 9 de
enero de 1994 en la población ecuatoriana
de Lagoagrio, a dos horas en carro de Puerto
Asís, Putumayo. Su nacimiento fue calificado
como de alto riesgo, razón por la cual
los médicos decidieron remitir a su madre
a un hospital que garantizara un buen parto,
y el más cercano era el de Lagoagrio.
Los médicos de la capital del Putumayo detectaron
el síndrome de Appert, una malformación
de origen congénito que generalmente
afecta los huesos del cráneo y las
extremidades (cráneo sellado, dedos pegados
y otras malformaciones en el rostro).
Después de trasegar por varias instituciones
médicas, donde le hicieron diversos
tratamientos, la Fundación Casa de
Colombia la recibió para revisar el funcionamiento
de los elementos metálicos, que
previamente fueron incrustados en su
mandíbula, y esta a su vez la remitió a la
Unidad de Apoyo Social de la Fundación
Valle del Lili donde se le realizó corrección
de la sindactilia (fusión de las membranas
de los dedos) y del paladar hendido (palatorrafia).
Según Olayda, un millón de gracias
resultan insuficientes. “Y lo digo de
verdad”, señala con especial naturalidad.
Olayda agradece a la Unidad de Apoyo
Social la ayuda que le prestó en su momento,
y a que su vida hoy, a pesar de muchísimas
contingencias, se sostenga en la esperanza y
en una hermosa y cautivadora sonrisa.
APOYO SOCIAL
Teléfono: 331 9090 - Ext. 4267
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