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Acceso al Museo Nacional de Antropología Fotografía © Gliserio Castañeda, Conaculta-inah, Fototeca cnme
Sirva para el caso un ejemplo dramático de lo anterior: el
robo perpetrado en el mna en la madrugada del 25 de diciembre
de 1985 puede considerarse un hecho en que los agentes
del mercado y el coleccionismo rebasaron los límites de
un equilibro entre mercado y patrimonio cultural. Un latrocinio
de esta envergadura generó un efecto desolador entre
la población, como un atentado en grado supremo contra el
bien más apreciado de una nación. Esto significa que el robo
equivale a la consumación de un elemento latente y preexistente,
dado precisamente por la forma como se ha estimado
el valor de los bienes patrimoniales.
El Museo Nacional de Antropología como referente fundacional
La creación del mna marcó un hito en el proceso de patrimonialización
de los bienes históricos y arqueológicos del país. El
que ha llegado a ser históricamente este “lugar de memoria”
rebasa y escapa a lo que el propio Estado se propuso como
designio con su instauración. Sin duda refleja una voluntad de
integración: un lugar fundacional en el que se condensa cuanto
es diverso y se halla disperso en el país en materia de patrimonio
arqueológico de los pueblos indígenas.
El hecho de que todo lo arqueológico contenido allí se refiera
a las culturas indígenas se percibe como algo inherente al
mismo y, además, como una forma de legitimar la ancestralidad
de lo indígena. Tal evidencia se asume por igual en la conciencia
nacional, cuyo sustento es un origen mítico. La nación
se busca a sí misma no tanto en la colonia como en las culturas
que la antecedieron. Esta hipérbole de lo prehispánico,
centrada en el México antiguo –que aún no era una nación–, se
apuntala ante los que la han buscado en las fuentes de la herencia
española o entre los que se pergeñó e incubó en la temprana
idea de una nacionalidad criolla.
¿Una expropiación originaria?
El acaparamiento centralizador de bienes culturales en detrimento
de algunas comunidades fue también una característica
en la constitución del mna. Esto reflejaba una concepción prevaleciente:
el afán centralizador y la relocalización de aquello
considerado patrimonialmente más emblemático en espacios
privilegiados, así como un criterio discriminativo que implica
la sobrevaloración de la cultura material en detrimento de los
depositarios de la misma, lo cual confirma el principio por el
que las entidades locales cederían una parte suya –elementos,
cualidades, atributos– en el proceso de apropiación estatal y
constitución de los elementos que fungen como “significantes”
en el plano estatal o nacional. 4
Los museos coloniales como el Británico se han formado
con piezas asirias, babilónicas y griegas, extraídas de sus lugares
de origen. Quizá en ese sentido la constitución de todo
recinto museal implica, en contrapartida, una expropiación
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