no pagan aranceles! - Correos del Ecuador

Cuántas subidas y bajadas y cuántas lindas rodadas;
hay que ver qué bellas caras, he mirado al visitar.
Yo me considero el dueño, de todo mi Guayaquil;
cartero guayaquileño, de ser cartero vivo feliz.
Carlos Rubira Infante
Nuestro Personaje
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¿Cómo era el ambiente de Correos
en su época?
No había honestidad; no se contaba
con un “personal” idóneo para trabajar
en Correos y muchos de ellos
fueron suspendidos. Si hablaban mal
de los carteros, entonces hablaban
mal de mí, porque yo era el jefe.
¿Cuál era su función en la Empresa?
En Correos del Ecuador empecé
como cartero, luego pasé a ser
monitor, secretario de la sección de
carteros, inspector regional de las 5
provincias de la costa ecuatoriana
y terminé como inspector nacional
de carteros. Al inicio, no conocía
bien las calles de Guayaquil; es por
eso que, por las noches, recorría la
ciudad en bicicleta para conocerla
mejor. Bautizaba cada calle para,
luego, enseñarle a mis compañeros
cómo llegar a cada dirección.
¿Cuáles fueron los más importantes
cambios que Usted implementó?
Conseguí darles uniformes a los
carteros y también dotarlos de motocicletas;
junto con los administradores
de ese entonces logramos todos estos
cambios. Esto lo hicimos para que
siempre anden presentables y elegantes
cuando repartan la correspondencia.
Durante ese tiempo, inclusive hice
un programa postal en varias radios
locales, llamado “La voz del Correo”.
En esa época, ¿qué le faltaba a la
Empresa para mejorar?
En primer lugar, Correos del Ecuador
no estaba organizada en ese entonces.
Los carteros se demoraban demasiado
en entregar la correspondencia. Por
eso, sectoricé la ciudad para servir con
más eficiencia a nuestros usuarios y
para que los carteros puedan mejorar
sus tiempos de entrega.
¿Qué hace Usted hoy en día?
Escribo canciones: quisiera saber
quién puede escribir una canción
completa en solo media hora.
También, soy en la actualidad asesor
del Museo de la Música Popular,
Escuela del Pasillo Julio Jaramillo.
También vivo de mi música, tengo
una pensión vitalicia por todas las
canciones que escribí y compuse.
¿Cuál es el mejor recuerdo que
tiene de Correos?
Fue el no haber “botado” a nadie
de su puesto, sino haber educado a
los carteros para que trabajen con
honestidad. Siempre les decía a mis
carteros que se pongan en el lugar
de un padre: no podían perder, botar
o confundir esa correspondencia.
También, me siento muy orgulloso
de haber compuesto una canción
dedicada a todos los carteros.