NehemÃas 12 y 13 - Puntos Sobresalientes
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6 <strong>Puntos</strong> <strong>Sobresalientes</strong> Nehemías <strong>12</strong> y <strong>13</strong><br />
w06 1/2 pág. 11 <strong>Puntos</strong> sobresalientes del libro de Nehemías<br />
<strong>13</strong>:22. Nehemías sabía muy bien que debía rendir cuentas a Dios. Nosotros también<br />
debemos tener presente que daremos cuenta de nuestros actos ante Jehová.<br />
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w96 15/9 págs. 16-17 párrs. 2-3 Que Jehová le impute el bien a su cuenta<br />
2 Alguien que dio buena cuenta de su vida a Dios fue Nehemías, copero del rey persa<br />
Artajerjes (Longimano). (Nehemías 2:1.) Nombrado gobernador de los judíos, Nehemías<br />
reconstruyó la muralla de Jerusalén en medio de enemigos y peligros. Con celo por la<br />
adoración verdadera, hizo cumplir la Ley de Dios y se interesó por los oprimidos. (Nehemías<br />
5:14-19.) Ordenó a los levitas que se purificaran con regularidad, que vigilaran las puertas y<br />
que santificaran el sábado. Por ende, pudo elevar esta plegaria: “Esto, también, recuerda a<br />
favor mío, sí, oh Dios mío, y de veras tenme lástima conforme a la abundancia de tu bondad<br />
amorosa”. Fue pertinente asimismo que concluyera su libro divinamente inspirado con la<br />
súplica: “Acuérdate de mí, sí, oh Dios mío, para bien”. (Nehemías <strong>13</strong>:22, 31.)<br />
3 Quien hace el bien es virtuoso y realiza obras rectas en favor de sus congéneres.<br />
Nehemías fue ese tipo de persona. Le tuvo temor reverencial a Dios y mostró gran celo por el<br />
culto verdadero; además, agradeció los privilegios que se le concedieron en el servicio divino y<br />
dio a Jehová buena cuenta de sus actos. Reflexionar sobre su conducta bien puede suscitar en<br />
nosotros las siguientes preguntas: ‘¿Cómo veo yo los privilegios y las responsabilidades que<br />
Dios me ha conferido? ¿Qué clase de cuentas estoy rindiendo a Jehová Dios y Jesucristo?’.<br />
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8. Al reflexionar en el historial de conducta de Nehemías, ¿qué preguntas<br />
podríamos hacernos en cuanto a nuestros privilegios y al informe que<br />
presentamos a Jehová cuando le rendimos cuentas de nuestros actos?<br />
(Neh. <strong>13</strong>:22, 31.) (w96 15/9 pág. 16 párr. 3.)<br />
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w07 1/7 pág. 27<br />
w98 15/7 pág. 30 ¿Tiene usted “un corazón obediente”?<br />
Hasta el sabio rey Salomón, que había pedido a Jehová un corazón obediente, dejó de<br />
obedecerle. Oponiéndose a la voluntad divina, se casó con mujeres extranjeras que lo indujeron<br />
a pecar contra Dios (Nehemías <strong>13</strong>:23, 26). Salomón perdió el favor divino porque dejó de<br />
tener un corazón obediente. Su ejemplo debe servirnos de advertencia.<br />
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km 4/94 pág. 6 Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático<br />
Los adoradores del Dios verdadero que buscan cónyuge deben casarse únicamente con un<br />
compañero de creencia que esté dedicado a Jehová. [Neh. <strong>13</strong>:23-27.] [2, Lectura<br />
semanal de la Biblia; véase w89-S 1/6 pág. 14.]<br />
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it-2 pág. 206 Lenguaje<br />
Nehemías se perturbó muchísimo cuando supo que los hijos de los judíos repatriados que se<br />
habían casado con mujeres extranjeras no sabían hablar “judío” (hebreo). (Ne <strong>13</strong>:23-25.) Su<br />
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preocupación no era otra que la de<br />
facilitar la adoración pura, pues<br />
sabía que era de primera<br />
importancia entender los Santos<br />
Escritos (por entonces solo en<br />
hebreo) cuando se leyesen y<br />
comentasen. (Compárese con Ne<br />
<strong>13</strong>:26, 27; 8:1-3, 8, 9.) Además, la<br />
comunicación en una sola lengua<br />
sería para ellos una fuerza<br />
unificadora. No cabe duda de que<br />
las Escrituras Hebreas<br />
desempeñaron un importante papel<br />
en la estabilidad del idioma<br />
hebreo, pues durante el período de<br />
mil años que abarcó la redacción<br />
de los libros que las integran,<br />
prácticamente no se produjo<br />
ningún cambio lingüístico.<br />
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w89 1/6 págs. <strong>13</strong>-14 párr. 17<br />
Perfeccionemos la santidad en el<br />
temor de Dios<br />
Sin embargo, el cristiano que<br />
desee ‘perfeccionar la santidad en<br />
el temor de Dios’ no debe pensar<br />
que puede casarse con quien le<br />
plazca. Precisamente antes de<br />
aconsejar a sus compañeros<br />
cristianos que ‘se limpiaran de<br />
toda contaminación de la carne y<br />
del espíritu, perfeccionando la<br />
santidad en el temor de Dios’, el<br />
apóstol Pablo escribió: “No<br />
lleguen a estar unidos bajo yugo<br />
desigual con los incrédulos.<br />
Porque, ¿qué consorcio tienen la<br />
justicia y el desafuero? [...] ¿O qué<br />
porción tiene una persona fiel con<br />
un incrédulo?”. (2 Corintios<br />
6:14, 15; 7:1.) El cristiano o la<br />
cristiana que, como miembro del<br />
pueblo separado y limpio de<br />
Jehová, desee casarse, aceptará la<br />
restricción apostólica de hacerlo<br />
“solo en el Señor”, a saber,<br />
mediante escoger a alguien que sea<br />
un siervo dedicado, bautizado y<br />
fiel de Jehová. (1 Corintios 7:39.)<br />
Al igual que en el pasado, hoy<br />
ciertamente sería imprudente el<br />
que personas dedicadas del pueblo<br />
de Dios pasaran por alto este<br />
consejo bíblico. (Compárese con<br />
Deuteronomio 7:3, 4; Nehemías<br />
<strong>13</strong>:23-27.) No sería mostrar temor<br />
sano a nuestro Magnífico Amo,<br />
Jehová. (Malaquías 1:6.)<br />
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