VI Edición del “Premio Luz de Córdoba” - Asociación Presencia ...

EDITORIAL
Tiempos difíciles
Vivimos tiempos difíciles. La situación económica
y social se nos presenta desde todos
los puntos de vista como angustiosa. Las cifras
de paro y de otros indicadores económicos que
hasta hace unos meses ni siquiera conocíamos
nos insisten día a día en la gravedad de la situación
en la que nos encontramos.
En este punto, esperamos expectantes a
que nuestros dirigentes políticos actúen con
tino y nos saquen de este atolladero en el que
estamos sumidos. Por desgracia, nadie tiene
fórmulas mágicas que permitan una resolución
rápida de esta crisis. El pesimismo cala en la
sociedad y lastra la posible recuperación.
Los cristianos no somos ajenos a estos problemas,
sufrimos las consecuencias como los
demás pero no podemos reaccionar como los
demás. Escribían sobre los cristianos de los primeros
siglos: “(Los cristianos) pasan el tiempo
en la tierra, pero tienen su ciudadanía en el
cielo. Obedecen a las leyes establecidas; pero
con su vida sobrepasan las leyes. A todos aman
y de todos son perseguidos. Se los desconoce
y se los condena. Se los mata y en ello se les
da la vida. Son pobres y enriquecen a muchos.
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Cristiana
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Carecen de todo y abundan en todo. Son deshonrados
y en las mismas deshonras son glorificados.
Se los maldice y se los declara justos.
Los vituperan y ellos bendicen. Se les injuria
y ellos dan honra. Hacen bien y se los castiga
como malhechores; castigados de muerte, se
alegran como si se les diera la vida. Por los
judíos se los combate como a extranjeros; por
los griegos son perseguidos, y, sin embargo,
los mismos que los aborrecen no saben decir
el motivo de su odio. Mas, para decirlo brevemente,
lo que es el alma en el cuerpo, eso
son los cristianos en el mundo”. (Epístola a
Diogneto. Siglo II).
La presencia cristiana de esos hermanos
nuestros transformó el mundo en el que vivían...,
y hoy nos toca a nosotros ser esa levadura
que fermenta la masa, ser la sal de la
tierra, la luz del mundo…, vivir consecuentemente
nuestra Fe allá donde nos encontremos y
ser el antídoto a ese pesimismo que nos invade
llevando Alegría a nuestro alrededor aún en
las situaciones más difíciles, confiados en la
Providencia.
Saldremos de esta crisis; seguro. Pero en
nuestra mano está colaborar para que la travesía
de este desierto sea más rápida y llevadera;
y que al final del túnel nuestra sociedad se
encuentre más cerca del Reino que ansiamos.
A.P.C.
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ASOCIACIÓN PRESENCIA CRISTIANA