¡Que anime Riazor!

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EL RINCÓN DE MAESE SOTO
Lo mejor del
Real Club Deportivo de La Coruña:
escudo, colores y afición,
el resto milongas
Hoy se juega un partido más como dicen jugadores y cuerpo
técnico para minimizar un posible resultado de escándalo:
“Es un partido de tres puntos”.
Texto Gonzalo Soto (@gonzalogsoto)
Tienen razón, sin embargo contra el
Barcelona, aunque la flauta puede sonar
por casualidad y bailar al son de
su música cuasi celestial, es uno de los
partidos que los entrenadores lo tiene
marcado en su libreta entre los seis
fijos que va a perder. No voy a entrar
en sistemas ni otras milongas, eso le
corresponde al entrenador que ha preparado
el partido a conciencia para
ganarlo. Hoy es el día ideal para sudar
la camiseta y vaciarse de profesionalidad
sobre el terreno de juego igual que
hicieron en otros partidos.
A pesar de ser un tsunami el Barcelo-
na, los nuestros saben nadar bien y hoy
tienen que demostrarlo, sabiendo guardar
la ropa y la cartera.
Las gradas estarán llenas de deportivistas
y barcelonistas. Nuestros aficionados
tienen que dar el do de pecho, que se note
en las gradas la unidad de acción entre
los deportivistas -una licencia maliciosa,
entre tinistas y lendoiristas, aunque yo
prefiero llamarles a todos, deportivistas-.
Hoy es día de unidad, concordia y sobre
todo, animación. El estadio de Riazor es
el lugar donde se va a animar al Deportivo,
es el templo del fútbol, quien así no lo
entienda, que se quede fuera.
En esta “película” no hay buenos, ni tampoco
malos, solo deportivistas, el resto
son ganas de marear la perdiz, o hacerle
el caldo gordo a quienes quieren sacar tajada
de la “división” que dicen que hay en
el deportivismo. No dudo del sentimiento
de quienes más gritan o hacen ruido para
hacerse notar, pero no son más deportivistas
que los aficionados de otras gradas
del estadio de Riazor.
La grandeza de la afición del Deportivo es
que en tiempos difíciles reman con fuerza
de un ciclón para sacar la nave del temporal.
A pesar de su importancia, ellos no
marcan goles, si así fuese, el Deportivo en
los últimos años no hubiese descendido a
Segunda División.
Emerge un grupo de opinión formado por
deportivistas que no están de acuerdo
con la gestión del presidente del Deportivo,
supongo que conocen el estado real de
las cuentas y como está el Deportivo económicamente.
La pluralidad de pensamientos
enriquece riqueza el deportivismo,
pero con realidades, no con milongas
de si Tino miente o no miente en temas de
“quítame aquí esta paja”. Donde no debe
mentir es en lo que realmente afecta al
devenir del Club, el resto es hacer ruido,
que como se ha demostrado en el último
partido jugado contra el Atlhetic Bilbao,
la gran mayoría de los aficionados presentes
en las gradas del estadio de Riazor
corearon ¡fuera, fuera! a quienes dieron
la espalda a jugadores y público en general.
Piden la dimisión del presidente,
yo que soy accionista y por consiguiente
dueño del club, quien no es abonado
y menos accionista, que no pida nada en
mi nombre. Tino fue elegido democráticamente
por la mayoría de los dueños del
Club, guste o no guste a quienes están
detrás de todo este “sarao. Lo que tiene
que hacer los que quieren salvar al Real
Club deportivo de la Coruña de las fauces
del dragón Tino, es reunir acciones suficientes,
como digo siempre, para pedir la
dimisión del Consejo de Administración,
mientras que vayan al estadio, animen y
a disfrutar del espectáculo.
El Deportivo da trabajo a muchas personas,
no es el “chiringuito” de unos cuantos
que, por gritar, insultar, mentir, manipular
y amenazar tienen más razón
que los miles de aficionados que van a
Riazor a disfrutar del espectáculo.
Lo que importa son los colores, escudo y
animar, el resto son milongas.