los eemprendores
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de operaciones principalmente a través de ahorros propios y fuentes informales. Esta dependencia de las<br />
fuentes de financiamiento informales es más grave en el caso de las nuevas empresas latinoamericanas.<br />
En <strong>los</strong> países del este asiático o el sur de Europa, el uso de fuentes externas tales como <strong>los</strong> préstamos<br />
bancarios, ofertas de las instituciones públicas y/o del capital de riesgo, según el país, es más frecuente.<br />
Los contrastes entre las regiones son aún mayores al comparar las áreas locales con las metropolitanas.<br />
En el acceso a recursos financieros formales las empresas exportadoras de América Latina presentan<br />
ventajas frente a las no exportadoras, lo que les permite realizar mayores inversiones iniciales. Sin<br />
embargo, <strong>los</strong> exportadores latinoamericanos están en desventaja frente a <strong>los</strong> asiáticos que, a pesar de<br />
comenzar con un tamaño inicial menor, cuentan con fuentes de financiación diversificadas, que incluyen<br />
diversos tipos de apoyo público.<br />
En ese marco las consecuencias negativas de no acceder a fuentes de financiamiento fueron mayores para<br />
<strong>los</strong> emprendedores latinoamericanos quienes debieron reducir tanto las escalas iniciales como el nivel<br />
tecnológico de <strong>los</strong> proyectos. Además, las restricciones para el financiamiento formal, más importantes<br />
para <strong>los</strong> emprendedores latinoamericanos, obligan a estos a recurrir a fuentes alternativas de<br />
financiamiento, de naturaleza más inestable que las formales. El resultado de esto, es una posición de<br />
vulnerabilidad financiera más preocupante que la de <strong>los</strong> emprendedores de las otras regiones.<br />
Finalmente, de las conclusiones del estudio se derivan las principales áreas de trabajo para promover la<br />
empresarialidad en América Latina en las que podrían actuar <strong>los</strong> responsables de política:<br />
− Ampliar la base social y de género de la cual surgen <strong>los</strong> emprendimientos dinámicos<br />
− Expandir el número y la calidad de las oportunidades de negocio<br />
− Facilitar el acceso de <strong>los</strong> potenciales emprendedores a la experiencia laboral<br />
− Favorecer el desarrollo de <strong>los</strong> equipos emprendedores y sus redes de contactos<br />
− Mejorar el acceso al financiamiento<br />
− Fortalecer el proceso emprendedor en las áreas locales<br />
− Aprovechar el poder transformador de <strong>los</strong> nuevos negocios intensivos en conocimiento<br />
− Generar condiciones de entorno más favorables para el crecimiento de las nuevas empresas<br />
− Adoptar un enfoque sistémico, basado en la complementación de esfuerzos entre distintas<br />
áreas y niveles de gobierno y con un fuerte protagonismo del sector privado<br />
− Asumir el desarrollo emprendedor como una inversión social con visión de largo plazo<br />
PARTE 2: EXPERIENCIAS INTERNACIONALES DE FOMENTO DE DESARROLLO EMPRENDEDOR.<br />
PRINCIPALES LECCIONES PARA AMÉRICA LATINA<br />
La segunda parte de la publicación se dedica a revisar estudios de caso de buenas prácticas en iniciativas<br />
de promoción de la empresarialidad en Europa y América Latina. De esta forma, el análisis comparado<br />
entre la realidad emprendedora en la región y la de otras regiones más avanzadas se completa con <strong>los</strong><br />
programas que arrojan valiosas experiencias y lecciones, para concluir finalmente con unas<br />
recomendaciones operativas.<br />
Se presentan un grupo variado de experiencias internacionales de fomento de la empresarialidad. De<br />
Norteamérica, se estudian las políticas de apoyo a las pequeñas empresas en Estados Unidos, desde su<br />
acceso a mercados públicos (lo que amplía las oportunidades de negocio para nuevas empresas) hasta el<br />
apoyo al financiamiento o a la simplificación de trámites; y la experiencia de la Región Atlántica en Canadá,<br />
que mediante su agencia de desarrollo diseñó e instrumentó, en <strong>los</strong> años noventa, una estrategia de<br />
promoción de la empresarialidad, capacitación, desarrollo de redes y financiamiento de nuevos<br />
emprendimientos, de la que derivan importantes lecciones