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Opinión<br />
visítanos en la red:<br />
www.contexto<strong>de</strong>durango.com.mx<br />
Pagina 15<br />
Sábado 21 <strong>de</strong> enero 2012<br />
Di<strong>se</strong>ño Editorial: G. Lomas<br />
OPINION<br />
¿Son alternativas las candidaturas ciudadanas<br />
Silvia Gómez Tagle | Investigadora <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> Estudios Sociológicos, El Colegio <strong>de</strong> México | EL UNIVERSAL | sgomez@colmex.mx<br />
Ser mujer y <strong>se</strong>r ciudadana solían <strong>se</strong>r<br />
condiciones adversas para la participación<br />
política, porque a la dificultad<br />
que <strong>de</strong> suyo repre<strong>se</strong>ntaba <strong>se</strong>r<br />
mujer, <strong>se</strong> agregaba la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>l ciudadano,<br />
por su falta <strong>de</strong> experiencia y recursos organizativos<br />
propios, a pesar <strong>de</strong> la popularidad que<br />
pudiera tener como dirigente social.<br />
Y como la política ha sido difícil, muchas<br />
mujeres <strong>se</strong> han interesado sólo al experimentar<br />
problemas muy graves en su vida personal,<br />
su trabajo, sus hijos, su vivienda. Isabel<br />
Miranda <strong>de</strong> Wallace ha <strong>se</strong>guido esta trayectoria<br />
típica, su carrera empezó con una tragedia:<br />
el <strong>se</strong>cuestro y a<strong>se</strong>sinato <strong>de</strong> su hijo en 2005.<br />
Fue a raíz <strong>de</strong> esa experiencia que <strong>de</strong>splegó sus<br />
faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo y su iniciativa política<br />
con gran éxito; fundadora y presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong>l<br />
Movimiento Blanco, en 2009 promotora <strong>de</strong> la<br />
Ley General <strong>de</strong> Víctimas <strong>de</strong> Secuestro, en 2010<br />
<strong>se</strong> hizo acreedora <strong>de</strong>l premio nacional <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />
humanos.<br />
A pesar <strong>de</strong> que ella reclama su autonomía<br />
política respecto <strong>de</strong> los partidos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace<br />
tiempo <strong>se</strong> le ha visto figurar cerca <strong>de</strong> personajes<br />
panistas, como Jo<strong>se</strong>fina Vázquez Mota,<br />
por esto no sorpren<strong>de</strong> tanto su candidatura al<br />
gobierno capitalino que ahora lanza el PAN.<br />
A<strong>de</strong>más, porque el <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong> los partidos<br />
y <strong>de</strong> los políticos en el siglo XXI es tan<br />
gran<strong>de</strong>, que <strong>se</strong>r mujer y ciudadana sin partido<br />
repre<strong>se</strong>nta una ventaja. Sin embargo, lo que<br />
realmente importa es el contenido “ciudadano”<br />
y <strong>de</strong> “género” <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong><br />
gobierno que proponen las y los candidatos.<br />
La perspectiva <strong>de</strong> género es un paradigma<br />
<strong>de</strong> análisis social que hace visible la<br />
aportación <strong>de</strong> la mujer en todos los ámbitos<br />
<strong>de</strong> la actividad pública o privada y el origen<br />
profundo <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s entre los<br />
géneros. Éste no parece <strong>se</strong>r el interés principal<br />
<strong>de</strong> Isabel Miranda y más difícil aún que el PAN<br />
asimile esta perspectiva, cuando ha sido un<br />
activo promotor <strong>de</strong> políticas que directamente<br />
atentan en contra <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />
las mujeres sobre su propio cuerpo.<br />
Otro gran tema es la perspectiva “ciudadana”<br />
que podría i<strong>de</strong>ntificar<strong>se</strong> con la participación<br />
en los asuntos públicos <strong>de</strong> los ciudadanos<br />
(que no son políticos profesionales).<br />
La posibilidad <strong>de</strong> intervenir en los asuntos<br />
públicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva ciudadana es<br />
diferente a la lucha por el po<strong>de</strong>r y el prestigio<br />
personal, o los beneficios materiales que éstos<br />
otorgan a los políticos profesionales. Se trata<br />
<strong>de</strong> un compromiso generoso, que supone<br />
esfuerzo, tiempo y recursos para incidir en<br />
temas <strong>de</strong> interés público. Algunos dirigentes<br />
con experiencias similares como Javier Sicilia<br />
han preferido mantener<strong>se</strong> al margen <strong>de</strong> los<br />
intere<strong>se</strong>s partidarios; otros, como Alejandro<br />
Martí, consi<strong>de</strong>ran que la candidatura <strong>de</strong> Isabel<br />
Miranda revela un importante proceso <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>mocracia participativa. Recientemente ella<br />
comentó en una entrevista: “no es el PAN el<br />
que me usa, yo estoy usando al PAN”. Pero en<br />
los hechos, su candidatura ya ha tenido un<br />
reflejo positivo para este partido, lo que pue<strong>de</strong><br />
confirmar la hipótesis <strong>de</strong> que ahora <strong>se</strong> ven<br />
mejor las mujeres candidatas, y más aun si<br />
éstas son “ciudadanas”.<br />
Sin embargo, el problema <strong>de</strong> fondo está en<br />
traducir la perspectiva ciudadana en la<br />
estrategia <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> un partido político<br />
don<strong>de</strong> la lógica es otra. Los ciudadanos que<br />
llegan a obtener una candidatura carecen <strong>de</strong><br />
la vinculación con las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y los<br />
intere<strong>se</strong>s <strong>de</strong> corto y largo plazo, que constituyen<br />
el sustento <strong>de</strong> la acción colectiva en los<br />
partidos. Es muy difícil que cambien las reglas<br />
<strong>de</strong>l juego. Por lo mismo, su capacidad <strong>de</strong><br />
incidir en la política “<strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro”, convirtiéndo<strong>se</strong><br />
en políticos profesionales, es menor<br />
que cuando actúan como dirigentes <strong>de</strong>l<br />
movimiento ciudadano y tienen una influencia<br />
directa en la opinión pública, precisamente<br />
por <strong>se</strong>r outsi<strong>de</strong>rs.<br />
Parece evi<strong>de</strong>nte que la candidatura <strong>de</strong> la<br />
<strong>se</strong>ñora Wallace ha ganado simpatías para el<br />
PAN, pero todavía parece muy dudoso que ella<br />
gane la elección constitucional, y si llegara a<br />
triunfar <strong>se</strong>ría todavía más difícil imaginar<br />
cómo podría articular un gobierno con una<br />
perspectiva ciudadana.<br />
OPINIÓN<br />
¿Reelección o no reelección<br />
Eduardo Sánchez | Hernán<strong>de</strong>zAnalista y escritor| EL UNIVERSAL | eduardo@eduardo-sanchez.org<br />
Durante años, México vivió una<br />
<strong>de</strong>mocracia simulada, digamos<br />
que abiertamente simulada. Fue la<br />
época <strong>de</strong> una economía con fronteras<br />
cerradas y monopolios organizados por<br />
el Estado. El pacto social era claro.<br />
Las <strong>de</strong>cisiones nacionales <strong>se</strong> tomaban <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el Estado. El po<strong>de</strong>r político, el sindical, la<br />
industria, el comercio, la agricultura —hasta<br />
la religión y la cultura—, absolutamente todo,<br />
<strong>se</strong>guía la drástica lógica <strong>de</strong>l monopolio.<br />
Nuestra organización social aspiraba a construir<br />
un gran monolito confeccionado por<br />
otros <strong>de</strong> diversos tamaños que finalmente<br />
dieran forma a un país soberano que pudie<strong>se</strong><br />
transitar por un mundo dividido, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
la Segunda Guerra, en dos polos igualmente<br />
hegemónicos: el capitalista y el comunista.<br />
Era el mundo <strong>de</strong> las posrevoluciones, que más<br />
a<strong>de</strong>lante <strong>se</strong> a<strong>de</strong>ntraría en la guerra fría y en la<br />
<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías. Yo no sé cómo <strong>se</strong> <strong>de</strong>fina hoy<br />
al concepto “i<strong>de</strong>ología”, pero en aquel<br />
entonces la práctica lo hacía así: “un conjunto<br />
<strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y dogmas utópicos que un grupo <strong>de</strong><br />
<strong>se</strong>res humanos preten<strong>de</strong> imponer al resto <strong>de</strong>l<br />
mundo a cualquier precio”.<br />
En aquella época, México calificaba estupendamente<br />
para convertir<strong>se</strong> en un país comunista;<br />
era prepon<strong>de</strong>rantemente agrícola,<br />
pobre y estaba poblado por personas mayoritariamente<br />
ignorantes que exigían un gobierno<br />
paternalista. Sin embargo, el hecho <strong>de</strong><br />
compartir frontera con el polo capitalista lo<br />
imposibilitaba, así que el resultado fue algo<br />
parecido a lo que <strong>se</strong> obtendría <strong>de</strong> la cruza <strong>de</strong><br />
un caballo con un camello. En aquel momento,<br />
la <strong>de</strong>mocracia no tenía importancia. A<strong>de</strong>más<br />
—dirían los autoritarios—, ¿qué hubie<strong>se</strong><br />
ocurrido si un país constituido por gente ignorante<br />
y holgazana <strong>se</strong> hubie<strong>se</strong> sometido a los<br />
dictados <strong>de</strong> la mayoría Con este argumento,<br />
<strong>se</strong> juntaron los que en aquel momento estaban<br />
hasta arriba <strong>de</strong> la pirámi<strong>de</strong> y distribuyeron<br />
privilegios entre quienes consi<strong>de</strong>raron<br />
susceptibles y atractivos <strong>de</strong> convertir<strong>se</strong><br />
en aliados. Y con la consigna <strong>de</strong> “cada quien<br />
junte a su gente y apacigüe a los que no quieran<br />
jalar” <strong>se</strong> construyó el México mo<strong>de</strong>rno.<br />
Los equilibrios <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>se</strong> dieron sólo entre<br />
los po<strong>de</strong>rosos y <strong>de</strong>más usufructuarios <strong>de</strong>l<br />
privilegio. Este grupo entendió la <strong>de</strong>mocracia<br />
como el apoyo irrestricto <strong>de</strong> las masas a las<br />
<strong>de</strong>cisiones tomadas por ellos, y cada uno <strong>se</strong><br />
comprometió a controlar a su gente. En el<br />
entendido <strong>de</strong> que el único límite que tendrían<br />
sus tropelías era la llamada paz social. Si<br />
alguien <strong>se</strong> pasaba <strong>de</strong> lanza y ponía en riesgo<br />
la paz social, le cortaban la cabeza y lo sustituían<br />
con otro menos tarugo. Para tener acceso<br />
a privilegios <strong>se</strong> necesita tener al pueblo<br />
tranquilo. Esto explica por qué ninguno <strong>de</strong> los<br />
privilegiados permitió que otro alborotara al<br />
gallinero al grado <strong>de</strong>l peligro. Claro, a ninguno<br />
<strong>de</strong> sus beneficiarios —<strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> nuestras<br />
fronteras— le ha convenido jamás que<br />
los holgazanes e ignorantes <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> <strong>se</strong>rlo.<br />
¿Para qué Nosotros estamos contentos arriba<br />
y ellos están rete a gusto allá abajo con lo que<br />
nosotros les vamos consiguiendo.<br />
Hoy México vive una <strong>de</strong>mocracia simulada,<br />
discretamente simulada. La nueva organización<br />
<strong>de</strong>l mundo reclamó la apertura <strong>de</strong> las<br />
fronteras en beneficio <strong>de</strong> la economía y bajo<br />
esta nueva circunstancia, México abrió las<br />
suyas e impuso límites mustios a los monopolios<br />
<strong>de</strong> siempre. La zona <strong>de</strong>l teatro <strong>de</strong>stinada a<br />
los privilegiados <strong>se</strong> hizo un poco más gran<strong>de</strong><br />
para dar cabida a nuevos aliados que han<br />
aceptado <strong>se</strong>rvir al statu quo. Las <strong>de</strong>cisiones <strong>se</strong><br />
siguen tomando arriba, con la única diferencia<br />
<strong>de</strong> que ahora, por la vía <strong>de</strong> la “lucha<br />
<strong>de</strong>mocrática”, <strong>se</strong> han sumado nuevos invitados<br />
para <strong>de</strong>vorar sus rebanaditas <strong>de</strong>l pastel.<br />
Nada más que el viejo pacto por la paz social<br />
<strong>se</strong> les olvidó y la violencia ha crecido sin remedio.<br />
Hay más pobres que antes, más <strong>de</strong><strong>se</strong>mpleo<br />
que nunca y la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> siempre.<br />
Urge reformar al Estado. Se requieren nuevas<br />
reglas para la justicia social. Y ante la oportunidad,<br />
los hegemónicos plantean una vieja<br />
propuesta: “Sí a la reelección”. ¿De veras tenemos<br />
una cla<strong>se</strong> política reelegible O <strong>se</strong>rá que<br />
los dueños <strong>de</strong>l país ya no quieren más colados<br />
en su fiesta. Es pregunta.<br />
El Partido Revolucionario Institucional <strong>de</strong> la<br />
dictadura perfecta nunca <strong>se</strong> atrevió...