El Secreto de Pupi

El secreto de Pupi
- No, que va, nada; sabemos que no nos puede hacer nada, ni
a nosotros ni a nuestra familia.
Bueno, Luis, ¿y quieres mucho a Pupi?
- Muchísimo, una barbaridad.
Me quedé muy sorprendido, la verdad, Luis y
Andrea me prometieron que cuando acabase
todo me llevarían de picnic, me explicaron que
es ir a comer al campo, llevándote cosas como
sándwiches, bolsas de patatas…
Al día siguiente por la mañana, el veterinario le
dijo a Andrea y a Luis que ya me podía ir a casa
que ya habían pasado las dos semanas, y que
como estaba mejor, no hacía falta que guardase
el reposo, nos pusimos muy contentos y nos
fuimos para casa, andando, ya que estaba muy
cerca de ella, al llegar, fui corriendo a abrazar a
Carmen y a Carlos; estaba muy contento,
llevaba mucho tiempo sin verlos, y los ojos se
me pusieron mega-llorosos de alegría.
Ese mismo día comimos en el campo, como
Andrea y Luis me habían prometido, el picnic
fue magnífico, y me lo pasé muy bien, fue un día
maravilloso, el mejor de mi vida, mejor que el
día de mi adopción, ese día fue lo
suficientemente fantástico como para acabar un
cuento de hadas, así que se puede decir que:
-¡Por fin la vuelta a la normalidad!
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