historia..

II Edición Premios Aquae de Microrrelatos Científicos
La demostración de
Schrödinger
Iván Sánchez De Amo
Con un instrumental arcaico y muchas dosis de
pericia, Erwin Schrödinger quiso demostrarse, a
sí mismo y a sus discípulos, que podía sostener
su teoría llevándola a la práctica. Fue inútil
tratar de aislar un solo electrón con su primitivo
equipo, pues era tal la avalancha de los mismos
que el frasco contenedor de la dosis letal de
veneno siempre acababa, de forma irremediable,
hecho añicos. Lo que la ciencia no pudo aclarar,
quedando perfectamente documentado en sus
cuadernos, es por qué ese gato atigrado, tan
odiado por el profesor Schrödinger como amado
por su vecina, la Sra. Schultz, no falleció hasta
consumarse el séptimo intento.
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