Revista Mujeres - ENERO 2016

ciales como algo que implique
sacrificio en cuanto a la comida o
una segura regañada del nutricionista
en enero. Me gusta hacer énfasis
en que el secreto no está en dejar de
comer... sino en aprender a comer.
Con esto me refiero a escoger con
mucha atención los alimentos o grupos
de alimentos que podemos
consumir en mayor cantidad y frecuencia,
sin hacer tantos estragos en
el peso y en el sistema gastrointestinal”,
afirma la experta.
OJO CON LOS INGREDIENTES
Ya que el secreto es aprender a alimentarte
y no abusar, la nutricionista
recomienda que le pongas atención
a los ingredientes de los platillos
que vas a consumir.
“El tipo de comida de temporada
navideña está compuesta por un alto
contenido de grasas saturadas que
son potencialmente tóxicas para el
organismo, como el relleno del
lomo de cerdo, el recaudo del pollo
o pavo, la mayonesa, las frituras, los
dips, los aderezos, las azúcares refinadas,
las boquitas saladas o dulces
y el alcohol”, señala.
“A esto debe agregarse el cambio
de horarios de comidas, la frecuencia
de consumo y las porciones al
momento de servirnos el plato”, añade.
Es importante saber decir “no”
a ciertas tentaciones, ya que son platos
que consumimos, literalmente,
una vez al año, y “tendemos a aprovechar
la oportunidad”.
PARA QUE CONSERVES LA LÍNEA Y LA BUENA SALUD,
LA ESPECIALISTA RECOMIENDA:
1. Cuando sean
boquitas, escoge las de
mejor calidad y
preparación, como las
aceitunas, el aguacate,
los quesos, los
embutidos bajos en
grasa y los pretzels, ya
que aportan grasas de
buena calidad y
proteína. Estas ayudan
a saciarnos de forma
rápida y a que nos
sintamos satisfechos
durante más tiempo.
2. A la hora de la comida
principal, debes
comenzar por la
ensalada fresca o los
vegetales, pues
contienen fibra y
ayudan a satisfacernos
más rápido, dando
chance a que podamos
comer de lo demás sin
excesos. De preferencia
elige pechuga de pollo o
pavo; y arroz blanco o
con vegetales en vez de
puré de papa o
ensaladas de pastas
con mayonesa.
3. Trata, en la medida
de lo posible, de
consumir bebidas
carbonatadas sin
azúcar o simplemente
agua mineral con un
poco de limón, ya que
las calorías de mala
calidad hacen una gran
diferencia.
4. En cuanto al postre,
prefiere el consumo de
cocteles de frutas o
nieves, en vez de
pasteles cargados de
azúcar, mantequilla,
yemas de huevo y
aceites.
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5. Evita consumir
cantidades grandes de
comida al menos dos
horas antes de
acostarte, para alejar el
reflujo gastroesofágico
y sus posibles
complicaciones clínicas.
6. En cuanto a la
cantidad recomendada
de calorías, varía de
persona a persona y su
evaluación debe ser
determinada de forma
individual por un
profesional de la
nutrición.
7. Es indispensable que
no descuides tu rutina
de ejercicios, según la
dietista, pues debes
compensar el exceso de
calorías aumentando la
actividad física. Realizar
ejercicio de manera
regular te ayudará a
mantener el peso a
raya. ¡Ah! Y no olvides la
parte de la masticación.
No es un secreto que
comer rápido, además
de ser insalubre, te lleva
a comer más.
Es común que en las
cenas navideñas
mastiques más rápido,
pues hay mucha
comida, y los platos van
uno tras otro. Ante esa
situación, mejor
concéntrate en comer
despacio.
“En resumen, aconsejo
comer de todo, pero en
las cantidades
suficientes y necesarias
para pasarla bien,
cuidando la figura y la
salud en general”,
puntualiza de Saavedra.