20.03.2016 Views

Semilla Evangélica

7Lbe5S7XQ

7Lbe5S7XQ

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

IGLESIA HOY…<br />

5<br />

ESCRIBE NUESTRO OBISPO<br />

LA MISERICORDIA DE DIOS REVELADA EN<br />

LA CRUZ Y RESURRECCIÓN DE CRISTO<br />

La Semana Santa de este Año de la Misericordia<br />

sigue ofreciéndonos la oportunidad de descubrir<br />

en profundidad lo que significa el amor de<br />

Dios por nosotros y la fuerza con la que derrama su<br />

eterna Misericordia sobre toda la humanidad. El momento<br />

de la entrega de Jesús en la cruz nos muestra<br />

el gran amor con el que Dios nos ha amado. “Dios,<br />

tal como Cristo ha revelado, no permanece solamente<br />

en estrecha vinculación con el mundo, en<br />

cuanto Creador y fuente última de la existencia. El es<br />

además Padre: con el hombre, llamado por El a la<br />

existencia en el mundo visible, está unido por un vínculo<br />

más profundo aún que el de Creador. Es el<br />

amor, que no sólo crea el bien, sino que hace participar<br />

en la vida misma de Dios: Padre, Hijo y Espíritu<br />

Santo. En efecto el que ama desea darse a sí mismo”.<br />

(San Juan Pablo II, Dives in Misericordia 7).<br />

Os animo a vivir esta Semana Santa bajo estas claves.<br />

Pensad que los acontecimientos de Getsemaní y<br />

del Viernes Santo introducen la revelación de la misericordia<br />

en un nuevo dinamismo. Hasta ese momento,<br />

Cristo se había manifestado como el rostro<br />

de la misericordia del Padre y nos había enseñado en<br />

qué consiste la Misericordia de Dios para con nosotros.<br />

En los dramáticos momentos de la Pasión, que<br />

celebramos en los oficios de la Semana Santa, se nos<br />

muestra a Cristo roto, ultrajado y necesitado de la<br />

misericordia de los hombres. Sus más allegados entonces,<br />

excepto su Madre, no se la saben dar. Revivir<br />

aquellos momentos en la liturgia de la Iglesia y en las<br />

procesiones en nuestras calles, nos pueden ayudar a<br />

vivir con intensidad este Año de la Misericordia. Un<br />

buen indicador será el cómo estamos siendo misericordiosos<br />

con los demás, si somos indiferentes antes<br />

sus problemas y sufrimientos, si cumplimos, en fin,<br />

las obras de misericordia. El propio Jesús nos enseño<br />

que “cada vez que lo hacemos con uno de estos pequeños,<br />

conmigo lo hicisteis”. Contemplar a Jesús<br />

sufriente y abandonado de los suyos, puede movernos<br />

a salir a su encuentro de corazón y brindarle, en<br />

el hoy de nuestra vida, misericordia. “De manera<br />

particular Dios revela asimismo su misericordia,<br />

cuando invita al hombre a la «misericordia» hacia su<br />

Hijo, hacia el Crucificado. Cristo, en cuanto crucificado,<br />

es el Verbo que no pasa; es el que está a la<br />

puerta y llama al corazón de todo hombre, sin coartar<br />

su libertad, tratando de sacar de esa misma libertad<br />

el amor que es no solamente un acto de solidaridad<br />

con el Hijo del Hombre que sufre, sino también,<br />

en cierto modo, «misericordia» manifestada por<br />

cada uno de nosotros al Hijo del Padre eterno. En este<br />

programa mesiánico de Cristo, en toda la revelación<br />

de la misericordia mediante la cruz, ¿cabe quizá la<br />

posibilidad de que sea mayormente respetada y elevada<br />

la dignidad del hombre, dado que él, experimentando<br />

la misericordia, es también en cierto sentido<br />

el que «manifiesta contemporáneamente la misericordia»?”<br />

(San Juan Pablo II, Dives in Misericordia<br />

8).<br />

La Cruz de Cristo, que adoraremos el Viernes<br />

Santo y que de la mano de nuestras cofradías y hermandades<br />

recorrerá las calles de nuestros pueblos,<br />

villas y ciudades, tiene una fuerza singular. Pero no<br />

es la última palabra de Dios a la hora de revelarnos<br />

su misericordia. Está será pronunciada en aquella alborada,<br />

cuando las mujeres primero y los Apóstoles<br />

después, lleguen al sepulcro del crucificado y proclamen<br />

por primera vez: “Ha resucitado”. Dios no se ha<br />

olvidado de su pueblo y ha restaurado su plan original<br />

de salvación para todos los hombres, “porque es<br />

eterna su misericordia”.<br />

Os animo a vivir con especial intensidad y profundidad<br />

esta Semana Santa. Vivámosla con el ánimo de<br />

dejarnos sorprender los misterios centrales de nuestra<br />

fe: ¡Que sea una Semana Santa especial, la de este<br />

Año de la Misericordia! Pongamos nuestros ojos y<br />

nuestro corazón en la Cruz redentora de Jesús. Esta<br />

nos sigue diciendo que Dios ha sido fiel a su alianza<br />

eterna de amor con nosotros. “Creer en el Hijo crucificado<br />

significa « ver al Padre », significa creer que el<br />

amor está presente en el mundo y que este amor es<br />

más fuerte que toda clase de mal, en que el hombre,<br />

la humanidad, el mundo están metidos. Creer en ese<br />

amor significa creer en la misericordia.” (San Juan Pablo<br />

II, Dives in Misericordia 7).<br />

† Carlos Escribano Subías,<br />

Obispo de Teruel y de Albarracín

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!