adolescentes QUE COMETEN delitos graves EN MÉXICO
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Diagnóstico de las y los <strong>adolescentes</strong> que cometen <strong>delitos</strong> <strong>graves</strong> en México<br />
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y que ganaban fácil y pensé que yo<br />
también podía hacer eso”. Y, al<br />
preguntarle ¿por qué dejaste la escuela<br />
en el primer grado de la secundaria?,<br />
dijo: “Por meterme al negocio de la<br />
droga, porque en eso andas día y noche<br />
y no te da tiempo de otra cosa”. Nicolás<br />
también señaló: “Yo me enredé en esto<br />
porque a mi mamá la mataron y me entró<br />
mucha rabia y me quise vengar… hice lo<br />
que tuve que hacer [matar a quien había<br />
matado a su madre] y así fue que me<br />
jalaron”. Tanto su padre como su madre<br />
estudiaron una carrera universitaria.<br />
Su padre se dedica a la agricultura en<br />
Estados Unidos y su madre era arquitecta<br />
y hacía planos. Nicolás comenzó a trabajar<br />
antes de las 12 años “primero, en una<br />
huerta, cuidando animales, luego en una<br />
rocola y luego me enrolé con los Antrax<br />
cuando mataron a mi mamá”. Explica<br />
que “cuando me fui con los Antrax, me<br />
quedaba en hoteles o en cualquier parte.<br />
A veces iba a visitar a mi abuela y le<br />
llevaba dinero para mis hermanos pero<br />
luego otro de mis hermanos también<br />
se enroló con el grupo y ya está muy<br />
adentro, ya no se puede salir”. Recuerda<br />
que, cuando era pequeño, su madre le<br />
preparaba los alimentos, le ayudaba con<br />
las tareas escolares y lo llevaba al médico<br />
cuando se enfermaba. Aunque considera<br />
que su situación económica era “regular”,<br />
en su casa no faltaba comida y tenían lo<br />
necesario para vivir más o menos bien.<br />
Las personas a las que considera más<br />
valiosas en su vida son a sus abuelos,<br />
quienes considera que le han hecho más<br />
daño son sus amigos y a quienes<br />
más confianza les tiene es a sus abuelos.<br />
Nicolás no reporta golpes o malos tratos<br />
cuando vivía en su casa y señala que le<br />
afectaba cuando sus amigos decían que<br />
lo consideraban “una mala influencia”.<br />
Tampoco reporta consumo de drogas<br />
y/o alcohol entre las personas que lo<br />
cuidaban y señala que uno de sus tíos<br />
ha estado en prisión. Por su parte, dice<br />
que él y su hermano consumían con<br />
frecuencia alcohol, marihuana y/o cocaína<br />
y, explica: “cuando te sale un trabajo bien,<br />
los del grupo te festejan, hacen fiesta”.<br />
Al preguntarle si considera que algunos<br />
amigos de la colonia en donde vivía<br />
pudieron haber tenido alguna influencia<br />
en el delito por el que lo acusaron, dijo:<br />
“ahí me empezaron a meter cosas<br />
en la cabeza y decidí entrar al grupo.<br />
Cuando uno se mete al narcotráfico y ya<br />
sabes mucho, ya no te puedes salir”.<br />
Nicolás fue acusado de homicidio,<br />
robo de vehículo, secuestro, <strong>delitos</strong><br />
contra la salud, daño en propiedad<br />
ajena, portación de arma prohibida y<br />
delincuencia organizada. “Me pusieron<br />
todo lo que he hecho, que levanté a una<br />
persona, que la torturé, que la maté, que<br />
traficaba drogas, que traía armas… todo<br />
lo dejaron puesto en el expediente”.<br />
Con respecto a las armas, dice: “cuando<br />
entras al grupo, te dan dos armas y hay<br />
veces en que a uno le toca cuidar todas<br />
las armas en alguna casa de seguridad”.<br />
Al preguntarle ¿cuál era la función<br />
que te tocaba desempeñar dentro del<br />
grupo?, dice: “lo que me ordenaran”.<br />
También dice que dentro del grupo<br />
había “ex militares y ministeriales,<br />
porque todos son reclutados. A los<br />
chavos nos tocaba que nos entrenara el<br />
Teniente al que le decían ‘El Bravo’”. Y al<br />
preguntarle si antes de esa ocasión había<br />
sido detenido, dijo: “me habían detenido<br />
cinco veces pero les daba dinero y me<br />
dejaban ir. Además, los ministeriales y los<br />
locales también recibían dinero, por eso<br />
me dejaban ir… todos están comprados”.<br />
Nicolás fue detenido por la Policía Federal<br />
y dice: “me querían matar porque yo<br />
no les decía nada, me ahogaron, me<br />
dieron toques, me llevaron a una oficina<br />
a golpear y me ponían corriente y agua”.<br />
Respecto a cómo se siente en el centro<br />
de internamiento, dice: “aquí es una<br />
pesadilla, no nos ayudan en nada, no<br />
permiten que venga nuestra familia y<br />
cerraron todos los talleres porque dicen<br />
que no tiene dinero… Los comandantes<br />
se la manchan, nos dan de toletazos,<br />
de cachetadas; está muy mal esto, los<br />
plebes ya están enfadados y la comida<br />
está muy mala”. Le gustaría que en la<br />
institución hubiera talleres de carpintería,<br />
clases de computación y una biblioteca.<br />
Lo que menos le gusta es que los<br />
tienen encerrados mucho tiempo y que<br />
diariamente los hacen marchar dos veces<br />
al día. Él piensa que algunos muchachos