REVISTA NUMERO 28 CANDÁS MARINERO
Noticias e historias de Candás y su concejo Carreño en Asturias
Noticias e historias de Candás y su concejo Carreño en Asturias
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Jovellanos hace brillar a<br />
las mujeres en Candás<br />
Numeroso público asiste a la ruta teatralizada<br />
sobre la relación del prócer con su hermana,<br />
su madre y la condesa de Montijo<br />
Del siglo XXI al siglo XVIII. Candás regresó ayer a la época de Gaspar Melchor de Jovellanos<br />
(1744-1811) para conocer, a través del teatro, aspectos hasta ahora poco conocidos sobre el<br />
prócer gijonés como su relación con la villa candasina y, sobre todo, su pensamiento sobre el<br />
papel de las mujeres. La compañía profesional La Tejedora de Sueños fue la encargada de<br />
trasladar esta historia a las mismas calles de la localidad en la que fue ayer la primera ruta teatralizada<br />
de Candás. Bajo el título 'Jovellanos y ellas', niños y mayores siguieron con atención<br />
una buena historia en la que no faltaron los trajes de época y figurantes representando escenas<br />
costumbristas. Cinco fueron los personajes: Jovellanos; su amigo e ilustrado candasín<br />
Carlos González-Posada; la madre y una de las cuatro hermanas del prócer gijonés, Francisca<br />
Apolinaria y Josefa, y la condesa de Montijo, «una mujer progresista, luchadora, adelantada a<br />
su tiempo, que tomó las riendas de la cárcel para reclusas de Madrid, donde logró mejorar<br />
enormemente la calidad de vida de las mujeres. Prueba de ello es que redujo la mortalidad en<br />
un 46%», recordó ayer la directora teatral, Gemma de Luis, quien destacó la amistad que Jovellanos<br />
tuvo con ella.<br />
El recorrido -en el que los asistentes pudieron comprobar el deseo del prócer de que las<br />
mujeres accedieran a la cultura- comenzó en la plaza del Ayuntamiento. Y empezó con una<br />
escena en la que los asistentes descubrieron la diferente forma de pensar de la madre y hermana<br />
de Jovellanos, pues mientras la primera creía que una mujer de clase social alta del siglo<br />
XVIII tenía que dedicarse fundamentalmente a sus labores de hogar y lograr un buen matrimonio,<br />
la segunda tenía un enorme interés por aprender a leer y escribir y alejarse del mundo<br />
frívolo imperante. «Podría haber pasado a la historia, porque era una mujer culta, con inquietudes,<br />
pero no lo hizo por el simple hecho de ser mujer», explicaba De Luis poco antes de la ruta.<br />
En los jardines del Museo Antón, ubicación de la segunda escena, Josefa le hizo partícipe a<br />
Jovellanos de su deseo de ser monja y crear una escuela de niñas, mientras que en el exterior<br />
de la biblioteca municipal, localización de la tercera, el ilustrado gijonés y la condesa de Montijo<br />
mantienen una conversación en la que se revelan las preocupaciones de carácter social de<br />
los dos amigos.<br />
La ruta finalizó en la plaza de la Baragaña, con todos los personajes. Entre ellos, González-<br />
Posada, al que Jovellanos confesaba en sus cartas la añoranza que sentía cuando estaba lejos<br />
de Asturias y el impacto que sintió al ver la Danza Prima, bailada entonces, por hombres.<br />
En recuerdo, treinta bailarines revivieron aquella vivencia de Jovellanos. La ruta volverá a repetirse<br />
el domingo <strong>28</strong> de agosto.<br />
Fuente Diario El Comercio<br />
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