Revista Andoviajando Edicion 24 Octubre de 2016

́
LA PUERTA FALSA
Aun costado de la Catedral Primada y
al frente de la Casa del Florero en el
barrio La Candelaria de la capital
colombiana, está una vetusta casa que
puede tener cerca de trescientos añ os, y que
en su época perteneció a unas monjas o a la
curia de Santa Fé.
Y en esta casa nació el 16 de julio de 1816 de
forma o icial, una "aguapanelerıá" como se
decıá en ese tiempo, un localcito donde se
vendı́a aguapanela con queso para
contrarrestar el fuerte frıo ́ que para la época
hacıá.
Y la fecha es memorable porque es
el dıá de la celebració n de la Virgen
del Carmen.
Por esos dıás la familia que fungıá
como poseedora de la propiedad,
tuvo un altercado con el obispo por
arandelas propias de lo que
correspondı́a a la comunidad
aportar para la fecha, y la señ ora de
la casa desafıo ́ al obispo colocando
un "chuzo" para vender aguapanela
con queso a los feligreses.
A partir de ese dıá el menú empezó
a aumentar agregándose tamales,
peto con panela, almojá banas y
chocolate. Aquella familia era de
apellido Sabogal, y desde entonces
s i e m p r e h a p e r t e n e c i d o l a
propiedad a sus descendientes.
Los dueñ os actuales, los hermanos
Carlos y Aura Sabogal, dos
octogenarios, recuerdan muy poco
la historia, pero lo que si no olvidan
es que a la dueñ a de casa y su
antepasada, le decıán "la chozna",
y a ella una vez se le ocurrió atraer
a los niñ os, por lo que agregó a "la
carta", dulces como cocadas,
marquesas, panelitas, brevas y
bocadillos con arequipe y cascos de
naranja con dulces de leche. Todo lo
anterior, auté nticas recetas
santafereñ as de la época.
Pero al lugar le faltaba un nombre.
Claro, este nunca fue pensado sino
que los clientes le empezaron a
llamar "la puerta falsa", dado que
su puerta principal hizo parte de la
arquitectura que conservaban las
edi icaciones religiosas como
monasterios y parroquias, y les
llamaban "puertas falsas", y ası ́ se
quedó …"La Puerta Falsa".
Es considerado el restaurante más
antiguo de Colombia, con ya
doscientos añ os de funcionar de
forma ininterrumpida, y lo que lo
hace ú nico, es que sus recetas se
han conservado desde entonces,
pasadas a ya cinco generaciones.
Incluso, el nueve de abril de 1940
con el "bogotazo", la mayorıá de las
edi icaciones fueron incendiadas
pero esta casa se salvó del fuego, y
con ella las viejas recetas que han
sido guardadas como tesoros, pues
en ellas están uno de sus sımbolos,
el legıt́ imo "chocolate santafereño".
La Puerta Falsa tiene entre su
clientela turistas europeos, latinos,
asiáticos y norteamericanos, pues
su fama la precede; ademá s de
personalidades colombianas como
expresidentes, polıt́ icos y artistas,
y aunque no es muy grande, esta
especie de santuario gastronó mico
b i c e n t e n a r i o , d e s p i e r t a
admiració n, curiosidad y ante todo,
r e s p e t o a u n l u g a r q u e h a
trascendido en el tiempo. aV
Un restaurante con 200 años
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