REVISTA ENTRE COLEGAS NUMERO 52

Tercer hijo de Miguel de Cervantes y de
Leonor Cortinas, adoptó el apellido
Saavedra al ser liberado en Argel. Su
abuelo paterno, Juan de Cervantes, natural
de Córdoba, fue un excelente letrado y
consejero en Guadalajara del tercer Duque
del Infantado.
Cervantes murió pobremente en Madrid en
1 61 6 y fue enterrado en el convento de las
monjas trinitarias, llorado por su mujer
Catalina, su hijo Francisco y su sobrina
Constanza.
Como escritor, Cervantes fue un genio
capaz de escribir la obra cumbre de la
literatura española: El Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de la Mancha. Era un
observador realista. Léase su Rinconete y
Cortadillo o el Coloquio de los Perros y
otras obras. Triunfó como novelista pero
no como poeta, “la gracia que no quiso
darme el cielo”. Tampoco consiguió el
triunfo como dramaturgo si comparamos
sus diez comedias y ocho entremeses con
la obras de otros autores del siglo XVII
como Lope de Vega o Calderón de la
Barca. Pero es el iniciador de la novela
moderna. Tenía unas dotes extraordinarias
como narrador, demostradas en su gran
obra, El Quijote, o en sus Novelas
Ejemplares, Los Trabajos de Persiles y
Segismundo y en la Galatea, su primera
novela escrita a los 38 años de edad.
han entendido, según Unamuno, son
Inglaterra y Rusia. En España, hay que
esperar a la segunda mitad del siglo XVIII
para ser verdaderamente valorada. Aunque
fue en el siglo XIX, durante el
Romanticismo, cuando se reconoce el valor
trascendental de su obra.
Su vigencia es indiscutible como sostienen
sus críticos Unamuno, Ortega, Madariaga,
Américo Castro, Doré, Butler, Fielding y
otros. El gran escritor José Bergamín dijo
que “debe ser leído y releído” porque es un
libro sapiencial. Por cualquier página que lo
abras, es opinión del Director de la RAE,
dice algo para la vida de hoy.
Las enseñanzas filosóficas, morales,
pedagógicas y vitales son muchas y ricas.
El Quijote es un ejemplo de fe en algo
eterno, de humanismo cristiano, de los
valores que no pasan nunca. Es un símbolo
de la gente que lucha por el triunfo del
amor, la justicia, la fe en los ideales y la
libertad.
Ricardo Murillo es Catedrático con residen
en Marbella.
La gente culta del siglo XVII era muy
aficionada a leer novelas moriscas,
pastoriles y, sobre todo, de caballerías.
Contra estas últimas, Cervantes escribe El
Quijote “porque inclinaban al ocio y a las
malas costumbres” aunque no fue el único
motivo. La primer parte se publicó en 1 605
y tuvo mucho éxito entre los lectores. La
segunda parte, tras el fracaso de la de su
falso imitador Fernández de Avellaneda, se
publicó en el año 1 61 5. Pronto fue traducido
al inglés, luego al francés, al italiano y al
alemán. Hoy, a todos los idiomas del
mundo. Los países extranjeros que mejor lo