REVISTA TERMINADA 2

Dejamos de lado nuestras actividades por ser espectadores de un juego de fútbol pudiendo ser
protagonistas, nos conformamos con ver y no con sentirlo en la misma piel. Esas son las
dificultades más grandes de las ligas amateur, los jugadores, los reales, los que no cobran un solo
centavo por jugar y patear un balón, prefieren observar a 22 jugadores “profesionales” (hablando
de los que participan en México) que más allá de divertir hacen pasar muchos corajes, en un fútbol
que se hace largo y aburrido por la carencia de creatividad técnica e individual, donde el jugador
pasa más tiempo fingiendo faltas o tirado en el césped, o en el peor de los casos todo el equipo
tirado atrás para defender un marcador para después dar todo en el juego decisivo, a eso estamos
acostumbrados y es por ello que dejamos hasta de jugar.
Es verdad que eso no pasa en el fútbol amateur, la prueba de ello está en la memoria de quienes
vieron el juego de semifinal entre Chivas contra Portugal del torneo dominical, o aquel juego entre
el actual campeón Real Madrid contra el Peñarol del torneo semanal, donde los jugadores no se
guardaron nada dentro del terreno de juego, dándolo todo por el orgullo de mostrar quien es
mejor, un juego emocionante desde el silbatazo inicial, jugadores que a pesar del dolor físico
continuaban peleando por la posesión del balón, para muchos, esos son verdaderos jugadores que
prefieren ser protagonistas y no espectadores.
Todas las opiniones son importantes, son muchos los puntos de vista, y a pesar de ello, siempre
existirá la disyuntiva entre ir a jugar o quedarse en casa a ver un partido por televisión, para
después terminar diciendo: que partido tan aburrido, mejor hubiéramos ido a jugar. O por lo
menos así han sido los últimos años
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