jército
5684_Revista_Ejercito_909_dic
5684_Revista_Ejercito_909_dic
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Recursos Materiales<br />
bien la potencia de fuego era más limitada, a<br />
lo que el programa Trubia, estudiando algún<br />
otro modelo adquirido por el E<strong>jército</strong>,<br />
como el Fiat 3.000 italiano, mejoraría la<br />
potencia de fuego con una torreta especial<br />
en el modelo que entró en servicio<br />
en el e<strong>jército</strong>, el Trubia<br />
A4.<br />
El programa tuvo<br />
un gran comienzo<br />
pero una marcha<br />
terriblemente lenta.<br />
Hasta 1926 no<br />
se inició la producción<br />
del primer<br />
prototipo, que no concluiría<br />
hasta 1928,<br />
mientras que el segundo<br />
de los cuatro<br />
originalmente<br />
aceptados no vio la luz hasta 1931. En 1934<br />
se finalizaron el tercero y el cuarto. Antes de<br />
poder modernizar el prototipo llegó el estallido<br />
de la Guerra Civil. Los últimos tres prototipos<br />
quedaron con las fuerzas nacionales, mientras<br />
el primero, que se encontraba reparándose para<br />
estudiar posibles modificaciones, fue puesto al<br />
servicio republicano en Oviedo. Ninguna de las<br />
cuatro unidades vio el fin de la guerra.<br />
BLINDADOS EN ESPAÑA: CAMPO<br />
DE PRUEBAS PARA LA SEGUNDA<br />
GUERRA MUNDIAL<br />
Con la contienda de 1936 el territorio continental<br />
español se convierte en el campo de<br />
pruebas perfecto para poner en marcha nuevas<br />
tácticas bélicas ideadas tras la Gran Guerra pero<br />
jamás puestas en práctica, así como ciertas maniobras<br />
de la aviación, pero sobre todo la guerra<br />
acorazada.<br />
Es por ello que los dos bandos recibieron tanques<br />
para el combate; concretamente, el bando<br />
republicano recibió 412 blindados, sobre todo<br />
T-26 soviéticos, que se unieron a los 32 que<br />
desplegó y fabricó durante la guerra, frente a los<br />
278 L3 y Panzer I que recibió el bando nacional,<br />
que se unieron a los seis que fabricó y desplegó<br />
durante la guerra.<br />
Hubo así una variedad de modelos y estilos<br />
acorazados muy amplia, entre la que primaba el<br />
Carro de combate Renault FT 17,<br />
el primer carro en servicio en el E<strong>jército</strong> español<br />
estilo germánico en un bando y<br />
el soviético en el otro. Tras la<br />
guerra, el parque acorazado<br />
español fundiría los estilos y<br />
fueron más ampliamente<br />
empleados los estilos<br />
soviético y francés.<br />
La cesión o venta<br />
de modelos<br />
era llevada a<br />
cabo por las potencias<br />
extranjeras<br />
para que<br />
sus observadores<br />
viesen el funcionamiento<br />
en combate<br />
real. Si bien la<br />
pericia de las<br />
dotaciones españolas<br />
no era<br />
lo suficientemente experimentada como para<br />
sacar conclusiones firmes, o tan idóneas como<br />
las esperadas, los cerca de 750 vehículos de<br />
combate blindados de primera línea, más los<br />
innumerables carros blindados ligeros que maniobraban<br />
en la Guerra Civil española, dieron<br />
a los observadores internacionales suficientes<br />
datos como para fundamentar las teorías de la<br />
guerra acorazada que tendría lugar pocos años<br />
más tarde.<br />
En cuanto a las tácticas utilizadas por los españoles,<br />
los blindados tuvieron especial utilidad en<br />
los combates urbanos y entre escombros, donde se<br />
usaban como puestos avanzados o puntos fuertes<br />
para parapetarse. En las ofensivas en campo abierto<br />
los tanques se evadían o eran inutilizados por zapadores<br />
antes de que pudiesen desplegarse contra<br />
pelotones de infantería rival, lo que explica en gran<br />
medida los más de 150 blindados capturados por el<br />
e<strong>jército</strong> del bando nacional al republicano.<br />
EL DESFASE DE LAS GENERACIONES<br />
DE BLINDADOS<br />
Tras la Guerra Civil, el nuevo Gobierno resultante<br />
decidió retomar el proyecto de fabricación<br />
de vehículos blindados autóctonos que, aunque<br />
con retraso, había dado buenos resultados con<br />
el proyecto Trubia. Por ello se aceptó el plan de<br />
Félix Verdeja Bardales, quien había comenzado<br />
en 1938 un proyecto privado de desarrollo de un<br />
REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 65