REVISTA AMERICAN MAG

PENSAR EN GRANDE
“Sin duda alguna un
ambiente escolar es un
agente fundamental para
hacer de un niño un ser
social.
“
Hace cuatro meses mi hijo Mikel entró a la
guardería y su vida cambió radicalmente.
Su medio ambiente se transformó de la
comodidad de su casa a una comunidad
escolar que comenzó a exigirle un nuevo tipo
de comportamiento. En la primera infancia es
donde el proceso de socialización se vuelve
más intenso, en esta etapa los niños están
en constante aprendizaje y es aquí donde
comienzan a diferenciar entre lo que es
aceptable y lo que no de su comportamiento.
Sin duda alguna un ambiente escolar es un
agente fundamental para hacer de un niño
un ser social. Se espera que en el aula de
clases, un grupo de niños de la misma edad
que comparten mismos intereses y mismas
actividades, logren mantener un ambiente de
armonía y de respeto. Para esto, como maestros
implementamos pautas de comportamiento
en el aula, es aquí donde los niños aprenden
a respetar la propiedad del compañero, a
esperar su turno, a comunicarse correctamente
sin ofender o agredir a los demás ya sea física
o verbalmente.
He tenido la oportunidad de observar a los
niños de primaria durante el recreo, y es
muy interesante ver cómo mediante el juego,
ellos mismos aprenden a resolver conflictos,
a delegar responsabilidades, a comunicarse
verbalmente y a ejercer su liderazgo, esto es
precisamente SOCIALIZAR.
A medida que el niño crece, va cambiando de
manera física, emocional y psicológicamente.
También es expuesto a diferentes ambientes
sociales que le permiten demostrar su temperamento
así como sus hábitos de conducta.
Aquí es donde radica la importancia de las
relaciones sociales infantiles, ya que a mayor
interacción social que estén expuestos nuestros
niños, mayor será su capacidad de evitar
y resolver conflictos en el futuro.
Exponer a un niño a un ambiente social y motivarlo
a relacionarse con los demás, facilitará
su proceso de adaptación a la sociedad y le
ayudará a contrarrestar la timidez, la cual en
la edad adulta se manifiesta con inseguridad
personal, torpeza y dificultad para entablar
conversaciones. Si traemos esto al ambiente
laboral de un adulto, se convierte en una limitante
significativa para su crecimiento y desarrollo
personal; e incluso puede llegar a afectar
su autoestima y relación de pareja.
Hoy en día las relaciones interpersonales
constituyen un aspecto fundamental en la vida
del ser humano. Tanto padres como maestros
desempeñamos un papel importante en
el proceso de socialización de los niños y es
nuestra tarea estimularles y ofrecerles nuevas
experiencias que les permitan enfrentar situaciones
reales, donde tengan que lidiar con
problemas y buscar soluciones, definiendo así
su personalidad y puliendo su carácter para
alcanzar el éxito.
AMERICAN MAG
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ENERO - FEBRERO