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Conclusiones y recomendaciones generales<br />
Combate al Secuestro (UECS) continúen con su proceso de consolidación y de construcción de capacidades a<br />
efectos de permitirnos hablar de reducciones en un futuro cercano, en lugar de contenciones en materia de<br />
secuestro.<br />
En materia de extorsión, la situación es relativamente similar a la del secuestro pues se registraron<br />
niveles muy similares en las víctimas reportadas de enero a noviembre para 2015 y 2016 (4 955 vs. 4 834). En<br />
relación con esta conducta delincuencial vale la pena recordar la falta de desagregación de la información<br />
sobre la incidencia de este ilícito, ya que es una de las piezas clave que hace falta para diseñar acciones<br />
que efectivamente tengan un impacto sobre este delito. Subsanar esta debilidad institucional y de la<br />
política de seguridad que ha permanecido por más de una década debe ser prioritario pues difícilmente<br />
podrá disminuirse la extorsión a su mínima expresión si se desconoce la proporción de las modalidades –<br />
presencial, telefónica o cibernética- y, por ende, las estructuras delictivas que se han desarrollado alrededor<br />
de esta conducta abonando al deterioro de las condiciones políticas, económicas y sociales del país.<br />
En relación con la debilidad de la información sobre incidencia delictiva, es importante mencionar que<br />
el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) se ha trazado como meta<br />
una transformación importante en la arquitectura registral utilizada actualmente por las procuradurías<br />
estatales. En esta nueva etapa programada para dar inicio en 2017 se pretende incrementar el número de<br />
delitos reportados, así como maximizar la desagregación de los mismos. En el ONC estamos convencidos<br />
de la apuesta realizada por el SESNSP y esperamos que las procuradurías aporten los recursos humanos<br />
y técnicos suficientes para esta transformación institucional que se requiere en materia de seguridad y<br />
justicia. Las estadísticas delictivas deben de someterse a los principios de mejora continua, buscando<br />
en cada nueva edición lograr una mayor profundidad en los datos reportados y a la vez mantener su<br />
comparabilidad con datos anteriores. Por tanto, confiamos en que este nuevo instrumento de captación de<br />
estadísticas permitirá conocer y dimensionar de manera más pormenorizada el fenómeno delictivo para<br />
que efectivamente puedan desarrollarse estrategias focalizadas.<br />
Dado el contexto nacional es necesario tener presente que este no es el único pendiente en la materia,<br />
ya que continúa en ese estatus la reforma policial y la legislación que refiere al rol del ejército en tareas<br />
relacionadas con la seguridad interior. La construcción de consensos respecto del tipo de policía que<br />
necesitamos brilló por su ausencia en los debates parlamentarios, en tanto que la irritación de las<br />
fuerzas armadas que actualmente realizan el trabajo de las policías se hizo latente. Resulta imposible<br />
seguir postergando la discusión a costa de las miles de víctimas de distintos delitos y de la percepción<br />
de inseguridad que aqueja a la sociedad y frena el desarrollo e impulso económico de las comunidades.<br />
Reiteramos a las autoridades y a los legisladores la disposición del Observatorio Nacional Ciudadano para<br />
contribuir a los distintos debates relativos a la seguridad y justicia. Es necesario actuar lo antes posible<br />
para comenzar a subsanar cada una de las fallas y vacíos que persisten en estas materias, ya sea por falta de<br />
voluntad política o interés de los funcionarios.<br />
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