You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
suéter y, desde <strong>en</strong>tonces, se hizo tradición que <strong>en</strong> cada invierno le tejiera una difer<strong>en</strong>te.<br />
Algunas veces Sarah acompañaba a su padre <strong>en</strong> sus expediciones, pero se s<strong>en</strong>tía <strong>en</strong>gañada<br />
cuando pasaban horas y no <strong>en</strong>contraban ningún rastro de su madre. No le gusta recordar esa<br />
época pues, aunque <strong>el</strong>la sintió <strong>el</strong> cariño de todas las personas alrededor y no <strong>en</strong>t<strong>en</strong>día bi<strong>en</strong><br />
qué era lo que sucedía, supo que era posible que no volviera a ver a su madre nunca más y<br />
esa es una de las peores cosas que puede pasarle a un niño pequeño. Con todas aqu<strong>el</strong>las<br />
memorias, se le hace un nudo <strong>en</strong> la garganta y cae una lágrima por su mejilla; la seca<br />
rápidam<strong>en</strong>te, no quiere que su papá la vea llorar. Trata de distraerse, de p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> otras cosas,<br />
de recordar mom<strong>en</strong>tos m<strong>en</strong>os tristes. Pi<strong>en</strong>sa <strong>en</strong> <strong>el</strong> libro que le dieron <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a hoy, trata<br />
de recordar <strong>el</strong> título sin sacarlo de la mochila pues es un título bonito y que llamó su at<strong>en</strong>ción<br />
cuando la maestra lo m<strong>en</strong>cionó. Pone sus esfuerzos <strong>en</strong> eso, pero no lo consigue. Le cuesta<br />
mucho conc<strong>en</strong>trarse, sigue sinti<strong>en</strong>do un nudo <strong>en</strong> la garganta y eso no la deja p<strong>en</strong>sar con<br />
claridad. En su vano esfuerzo por recordar <strong>el</strong> título d<strong>el</strong> libro le vi<strong>en</strong>e a la memoria la tarde<br />
que <strong>en</strong>contraron la bicicleta de mamá con la llanta pinchada <strong>en</strong> <strong>el</strong> borde d<strong>el</strong> bosque, fuera de<br />
la barandilla de seguridad. Nunca pudo olvidar aqu<strong>el</strong>la imag<strong>en</strong>. Justo esa tarde papá decidió<br />
llevarla con él y un amigo a la expedición. No sabía bi<strong>en</strong> por qué pero <strong>el</strong>la se s<strong>en</strong>tía<br />
esperanzada. Pasaron por la misma vía que ahora recorr<strong>en</strong> solos los dos y <strong>en</strong> medio d<strong>el</strong><br />
camino vieron un auto de la policía y fr<strong>en</strong>aron. Después de eso, <strong>el</strong>la solam<strong>en</strong>te se acuerda de<br />
haber bajado d<strong>el</strong> auto y, al asomarse al abismo, ti<strong>en</strong>e claro haber visto la bicicleta de su madre<br />
destrozada. No recuerda más de aqu<strong>el</strong>la tarde. Esa noche soñó, por primera vez, que <strong>el</strong>la<br />
misma se perdía <strong>en</strong> <strong>el</strong> bosque y que t<strong>en</strong>ía que esconderse de los distintos animales extraños<br />
que rondaban cerca; desde <strong>en</strong>tonces la pesadilla se convirtió <strong>en</strong> algo constante.