La Nota (Periódico) - Gabriela Inostroza

El peso mexicano ya vio lo peor y puede
repuntar, dicen estrategas cambiarlos
El peso se debilitará pero no llegará
a los mínimos que registró
durante la campaña y elecciones
presidenciales de EU e incluso el
dólar podría venderse en 16 pesos,
según un sondeo de Reuters.
El peso mexicano parece
haber encontrado terreno firme
tras caer a su mínimo histórico en
enero e incluso podría repuntar,
favorecido por expectativas de
que México probablemente evitará
una rebaja de su calificación
de deuda este año, mostró este
martes un sondeo de Reuters.
La encuesta proyectó que
el peso y otras monedas latinoamericanas
se debilitarán a
lo largo de 2017 pero el declive
no sería tan dramático como las
pérdidas vistas en la campaña
electoral estadounidense, antes
de que Donald Trump fuera
electo y asumiera la presidencia.
El peso mexicano caería
7% desde su nivel actual a 21.80
unidades por dólar en 12 meses,
de acuerdo con la mediana de
las estimaciones de 21 estrategas
de divisas. A pesar del retroceso,
la opinión prevaleciente era que
el peso no caería hasta el mínimo
de 22.03 unidades por dólar que
registró el 19 de enero. Solo cinco
analistas encuestados lo vieron
debajo de ese umbral, ya que el
pronóstico más pesimista lo ubica
en 22.67 unidades por dólar.
Los economistas han tenido
dificultades para evaluar
a qué distancia está el peso
mexicano de su valor justo, ya
que ha marcado mínimos sucesivos
desde el año pasado.
Mucho depende de si Trump
podrá implementar medidas
que ahogarían las exportaciones
mexicanas a Estados Unidos.
“En gran parte dependerá
de si se crea o no un impuesto
fronterizo. Si hay un
impuesto fronterizo, el peso ciertamente
valdrá menos contra
el dólar, cotizando alrededor
de los niveles actuales o incluso
un poco más flojo”, dijo João
Pedro Resende, un economista
de Itaú Unibanco en São Paulo.
“Pero si no hay medidas
proteccionistas, el peso
estará valorado en alrededor
de 16 por dólar”, agregó.
Como lo propusieron algunos
republicanos en la Cámara
de Representantes del
Congreso estadounidense, el
impuesto del ajuste fronterizo
impulsaría al sector manufacturero
de Estados Unidos al gravar
las importaciones al tiempo que
eximiría a los ingresos por exportaciones
de las empresas del
país de impuestos corporativos.
Muchos gerentes de fondos
apuestan a que el peso ya
vio sus peores días y podría tener
un desempeño mejor que el
de otras monedas de mercados
emergentes en 2017, junto con
los demás activos mexicanos.
El peso ha sido la moneda de
mejor comportamiento del mundo
desde que asumió Trump.
Nueve estrategas de 12
que respondieron una pregunta
extra en la encuesta dijeron que
en los próximos tres meses probablemente
ocurrirá un “ajuste
corto”. Bajo este escenario, los
inversores con apuestas pesimistas
a la moneda mexicana
se verían forzados a comprar el
peso si súbitamente se fortalece,
ayudando a darle tracción.
De acuerdo con un sondeo
de Reuters del viernes pasado,
los principales bancos de
Wall Street anticipan dos aumentos
más de tasas de la Fed este
año. Los tipos más altos en Estados
Unidos reducen el diferencial
de rendimientos con las inversiones
en mercados emergentes,
disminuyendo su atractivo.
Consumo de bienes nacionales sube; cae el de importados
De acuerdo a datos del Inegi,
el consumo del mercado interior
subió un 3.9 por ciento.
La demanda interna de
productos nacionales repuntó,
mientras los de origen extranjero
cayeron en el penúltimo mes del
año pasado. El consumo privado
en el mercado interior de bienes
y servicios de origen nacional
creció 3.9% en noviembre de
2016 respecto al mismo periodo
del año anterior, de acuerdo
con los datos más recientes del
Indicador Mensual del Consumo
Privado en el Mercado Interior,
que elabora el Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (Inegi).
Por el contrario, la demanda
privada de bienes importados
reportó una caída anual
de 3.9% en noviembre de 2016.
Con excepción de septiembre
pasado, este indicador acumula
siete meses en el año a la baja,
producto de la fuerte depreciación
del peso frente al dólar.
A pesar de la baja en la
demanda de bienes de origen
extranjero, la demanda interna
a fines del año pasado se
mantenía como uno de los principales
motores de la economía
mexicana. Lo anterior permitió
que la economía reportara
un crecimiento anual de 2.2%
en el último trimestre de 2016.
Por componentes, el consumo
de bienes nacionales reportó
una alza en noviembre
de 4.0% respecto al mismo
periodo del año anterior, tasa
muy superior al 2.7% alcanzado
en octubre. En tanto que de
demanda de servicios registró
una tasa de 3.9%, cifra superior
al 3.6% de un mes antes.
En conjunto, el Indicador
Mensual del Consumo Privado
en el Mercado Interior alcanzó
un crecimiento anual de 3.4%
en noviembre, tasa superior
al 2.9% registrado un mes antes.
Hacia adelante los especialistas
estiman que el
dinamismo del consumo privado
tenderá a disminuir producto
de la mayor inflación.