Los dirigentes no podían bajar del palco
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DIARIO HOY EN LA NOTICIA<br />
LA PLATA, MIÉRCOLES 8 DE MARZO DE 2017<br />
www.diariohoy.net Diario Hoy @diariohoynet diariohoylaplata +54 92215620833<br />
23<br />
LIGA AMATEUR PLATENSE DE FÚTBOL: DESDE LAS 19.30, LA FINAL DE LA COPA DE CAMPEONES<br />
Tras el espanto, hay final entre CRIBA y Curuzú<br />
Cristian, con su hijo Noha, y Gabriel. <strong>Los</strong> herma<strong>no</strong>s Soria sonríen tras la pesadilla<br />
“A mi herma<strong>no</strong> Gabriel le debo la vida”, contó a Hoy el hincha agredido,<br />
Cristian Soria. En el barrio quieren dedicarle el título. El fútbol continúa<br />
D<br />
e nada sirve pensar en cómo<br />
será esta final de vera<strong>no</strong> o<br />
quién llega mejor, si antes <strong>no</strong><br />
escuchamos la voz de alguien que<br />
prácticamente volvió de la muerte. El<br />
martes 28 de febrero CRIBA eliminó a<br />
Villa Lenci y un dramático pospartido<br />
desató una ola de violencia que por<br />
poco se lleva a Cristian Soria.<br />
No sirve volver a una cancha de fútbol<br />
sin reflexionar “dónde puede terminar<br />
una acción que se hace sin pensar”,<br />
tal como le dijo a Hoy la víctima,<br />
de 20 años, papá desde hace seis meses,<br />
al que siempre le divirtió ir a ver a su<br />
herma<strong>no</strong> Gabriel, recio mediocampista<br />
central, barbudo como los de<br />
antes, quien jugó profesionalmente un<br />
partido en Estudiantes (ver aparte).<br />
No sirve llegar a ADIP, donde hoy<br />
desde las 19.30 jugarán 90 minutos para<br />
determinar el ganador de la Copa de<br />
Campeones, sin mirar atrás, donde<br />
“ayer” <strong>no</strong>más pudo haberse sufrido el<br />
peor capítulo de la historia liguista.<br />
Bandera en la casa<br />
“Fuerza Chichulo, <strong>no</strong> a la violencia”,<br />
reza el trapo que quedará por un<br />
largo tiempo en el comedor de la casa<br />
suburbana, de 5 bis entre 614 y 615.<br />
Cristian y Gabriel, hincha y jugador,<br />
dos herma<strong>no</strong>s, sonríen y lo miran<br />
como si ya hubiera pasado mucho.<br />
Incluso Cristian se lamenta de que esta<br />
tarde <strong>no</strong>che <strong>no</strong> pueda ver el último partido,<br />
porque al Azulado le cayó una<br />
sanción. De todos modos Gabi <strong>no</strong><br />
jugará porque lo reservarán para el<br />
Federal C (el domingo tienen otra<br />
“final” ante Racing de Bavio).<br />
El barrio Aeropuerto, donde vivieron<br />
siempre, los mencionó con pesar<br />
por el mal momento vivido en Villa<br />
Lenci. “Como me pasó a mí, le podía<br />
haber pasado a cualquier criatura,<br />
estábamos de festejo y terminamos en<br />
una desgracia con suerte. Cuando lo<br />
pienso hasta digo: ¡mejor que me pegó<br />
a mí ese adoquín!, porque si agarraba<br />
a un nenito...”, dijo con su rostro aún<br />
inflamado, a la espera de una nueva<br />
operación (le pondrán una placa de plati<strong>no</strong><br />
en tres meses).<br />
“Detrás de la venda tiene carne y<br />
cerebro, le falta el hueso. U<strong>no</strong> espera<br />
el finde para ver a la familia detrás <strong>del</strong><br />
alambrado, pero cuando pasa esto recapacitás<br />
y pensás si en verdad querés<br />
que estén ahí”, remató Gabriel.<br />
“Me<strong>no</strong>s mal que papá se fue de<br />
vacaciones y <strong>no</strong> estuvo en la cancha”<br />
La tarde en que CRIBA goleó a<br />
Lenci, Soria padre <strong>no</strong> pudo ir a la cancha.<br />
Rara vez sucede, pero esta vez<br />
don Pablo Ricardo, de 55 años, prefirió<br />
irse a descansar u<strong>no</strong>s días a la<br />
Costa. Según los chicos, junto a Juana<br />
Dos Reis (47), son dos pilares de un<br />
hogar que vio crecer a cuatro varones<br />
y cuatro mujeres (Belén de 31, Paola<br />
de 30, Natalia de 28, Ricardo de 26,<br />
Gabriel de 23, Cristian de 20, Priscila<br />
de 13 y Mauricio de 7).<br />
“Me<strong>no</strong>s mal que papá se fue de<br />
vacaciones, fue el único partido que<br />
se perdió. Uriel Parrado (DT y presidente<br />
de CRIBA) quiso ir a buscarlo a<br />
la Costa pero le dijimos que <strong>no</strong>, bastante<br />
hizo con acompañar<strong>no</strong>s al hospital<br />
en el día de su cumpleaños. Papá<br />
se enteró recién cuando volvió”,<br />
explicó Cristian, que remató su experiencia<br />
con esta frase: “Ir a ver a<br />
CRIBA es como ir a ver a tu segunda<br />
familia, yo <strong>no</strong> me quiero perder esta<br />
fiesta, y por eso deseo que el día de<br />
mañana mi hijo tenga puesta la camiseta<br />
de este club de barrio y decirle:<br />
Acá jugó tu tío. La vida me sonríe una<br />
vez más y me deja vivirla. Pero que<br />
esto que me pasó a mí sirva y que<br />
pueda evitarse”. Su herma<strong>no</strong> reflexionó:<br />
“No creo que el presidente de<br />
Villa Lenci haya querido esto, pero<br />
hubo gente que se portó muy mal”.<br />
Gabriel Soria, aquel que jugó un partido en la Primera de Estudiantes<br />
Gabriel Soria marca a Blandi, en Catamarca<br />
El 8 de octubre de 2011 fue el día en que Pablo Gabriel<br />
Soria pudo cumplir “el sueño <strong>del</strong> pibe”. Un amistoso ante<br />
Boca en el estadio Bicentenario de Catamarca que el Pincha<br />
ganó con gol de Duván Zapata. Fue el DT Miguel Russo quien<br />
confió en el “Negro”, que al poco tiempo vio cómo el desti<strong>no</strong><br />
se ponía patas para arriba cuando, al renunciar Russo, fue<br />
perdiendo terre<strong>no</strong> con el nuevo técnico, Azconzábal.<br />
Respecto al triste episodio <strong>del</strong> cotejo liguista, Gabi<br />
recordó: “Al terminar, empecé a escuchar ruidos de piedrazos<br />
en los autos, gente corriendo. De repente salí corriendo y rescaté<br />
a un niño de cuatro años, asustado. <strong>Los</strong> cascotes le<br />
pasaban cerca, lo agarré y lo subí a un auto que <strong>no</strong> sé ni de<br />
quién era. Al salir, vi a mi herma<strong>no</strong> caído en el piso, que se<br />
quería parar y se caía otra vez. Tenía la frente abierta de lado a<br />
lado, entonces me saqué la remera y me lo llevé al hospital<br />
con la ayuda de un compañero. Llegó casi desmayado al San<br />
Martín. Después me enteré que a la gente de CRIBA <strong>no</strong> la<br />
dejaban salir; si esto pasaba u<strong>no</strong>s minutos antes, pienso que<br />
<strong>no</strong> hubiéramos llegado y <strong>no</strong> sé si la hubiera contado. Lo tuvieron<br />
que operar de urgencia”.