Aiudaaaaaaaaaa

equilibrio tan anhelado. Si esto se logra, es posible que se aprendan nuevas
estrategias, que sean funcionales en el futuro.
Pero, mientras eso se logra, el mundo externo o real, es extraño, carece de
significado, se entiende como amenazante, sin sentido, confuso, incluso
violento.
El interno, se modifica la forma en que se perciben las cosas, la identificación
y la memoria. La conducta usual se encuentra modificada, debido a las
experiencias estresantes, esto, también modifica directamente el
pensamiento, emociones y respuestas.
Estas dependen mucho de la cultura y la población a la cual se pertenezca,
así como las intervenciones de ayuda. Pues estas últimas, difieren en los
niños, adultos mayores, discapacitados, enfermos mentales y enfermos
crónicos.
Estas reacciones habituales ante el estrés suelen pasar por cuatro fases:
Fase aguda: Pasados los primeros momentos. Se producen estados
afectivos intensos. Pueden producirse diferentes respuestas según
sexos.
Fase de reacción: Dura de una a seis semanas. Se producen
reacciones tardías: los sentimientos previamente reprimidos o
negados pueden salir a la superficie. Aumento de la irritabilidad.
Fase de reparación; Dura de uno a seis meses. Se diferencia en que
las reacciones son menos intensas y no tan abrumadoras. Se hacen
planes para el futuro.
Fase de reorientación: Aproximadamente seis meses o más. Se llega a
asimilar e integrar la situación vivida. Se produce la readaptación a su
vida cotidiana. Las intensas reacciones ante el estrés se han reducido
sustancialmente. Es importante evaluar las necesidades actuales.