07.04.2017 Views

Cada primavera en Salamanca

Abril%202017%20comprimido

Abril%202017%20comprimido

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

abril 2017<br />

+ info: www.salamancartvaldia.es especial Semana santa<br />

7<br />

RECORRIDO POR LA SEMANA SANTA<br />

<strong>Salamanca</strong>-Jerusalén, un viaje <strong>en</strong> diez escalas<br />

Hermanos de la Cofradía de la Vera Cruz | alex lópez<br />

16 de abril de 2017, 19:42<br />

horas. El vuelo JSS-75<br />

proced<strong>en</strong>te del aeropuerto<br />

de Jerusalén ha llegado<br />

puntual a <strong>Salamanca</strong> tras la<br />

anual peregrinación. El nostálgico<br />

pasajero de los pasos pasados<br />

abre su maleta y se topa con una<br />

túnica chorreada de cera y oscura<br />

<strong>en</strong> los bajos, con un cíngulo siete<br />

veces anudado, con el rosario<br />

que tanto significa y que este año<br />

sí rezó, con la vela bautismal de<br />

una int<strong>en</strong>sa vigilia y con el pregón<br />

de Asunción Escribano que tanto<br />

bi<strong>en</strong> le ha hecho para que el viaje<br />

resultara más provechoso. En los<br />

departam<strong>en</strong>tos laterales hay un<br />

recordatorio del besapiés del Rescatado,<br />

una estampa de la Dolorosa<br />

y un ejemplar de Christus. Por<br />

ahí debe estar también Pasión <strong>en</strong><br />

<strong>Salamanca</strong>, debajo del capuchón<br />

que guardó para sí su p<strong>en</strong>it<strong>en</strong>cia,<br />

junto a los claveles aún frescos del<br />

Resucitado y no lejos de unas notas,<br />

las suyas, las íntimas, que ha<br />

tomado <strong>en</strong> cada escala.<br />

El Domingo de Resurrección<br />

acababa de escribir, antes de<br />

hacer el equipaje, que al fin compr<strong>en</strong>de<br />

la Cruz de Cristo al verla<br />

brillar <strong>en</strong> plata, sobre lecho de<br />

oro, y recibir el sol más hermoso<br />

que abril reserva <strong>en</strong> sus mediodías.<br />

Que sólo así es posible<br />

aceptarla como patíbulo <strong>en</strong> el<br />

que ha expirado el Dios-Hombre<br />

sufri<strong>en</strong>te o como carga sobre los<br />

hombros del Inoc<strong>en</strong>te. Que sólo<br />

<strong>en</strong>tonces ha distinguido la alegría<br />

<strong>en</strong> el rostro de las Tres Marías<br />

que han vuelto a empr<strong>en</strong>der<br />

su camino hacia el Sepulcro ya<br />

vacío como hace cuatro siglos.<br />

Antes, el Sábado Santo, dejó<br />

constancia del misterio del sil<strong>en</strong>cio<br />

sin otra palabra que la de Dios<br />

llamando a la esperanza desde<br />

Pizarrales, libro abierto de promesas<br />

por cumplir.<br />

El Viernes Santo no supo qué<br />

añadir tras escucharle <strong>en</strong>tregar<br />

el espíritu con grito tan fuerte,<br />

pero al fin m<strong>en</strong>cionó a los de<br />

Serradilla del Arroyo y a los de<br />

Candelario metidos <strong>en</strong> su papel<br />

de pueblo que contempla activam<strong>en</strong>te,<br />

habló de los peñarandinos<br />

alumbrando desde San Luis<br />

hasta el Humilladero, de los alb<strong>en</strong>ses<br />

admirados ante la Madre<br />

de Dios de Pedro de M<strong>en</strong>a, y citó<br />

a los cofrades del Cristo del Sudor<br />

con sus capas, que marchan<br />

descubiertos por las calles de La<br />

Alberca porque Jesús yace muerto.<br />

Agitada la m<strong>en</strong>te, buscó ser<strong>en</strong>idad<br />

esbozando sobre el papel<br />

tres cruces que se recortaban<br />

sobre la arboleda del Campo de<br />

San Francisco, añadió a la c<strong>en</strong>tral<br />

una escalera y perfiló un sudario<br />

que ext<strong>en</strong>diera su abrazo de<br />

misericordia. Luego, una plegaria<br />

cont<strong>en</strong>ida ante su acristalado<br />

reposo y una oración más suelta<br />

que evocaba una tarde, con su<br />

noche, de contrastes <strong>en</strong> mejor<br />

armonía. Culminaba aquel párrafo<br />

la Hermandad Dominicana<br />

surcando la Catedral después de<br />

tantos años.<br />

Entre estaciones tuvo tiempo<br />

de escribir el Jueves Santo para<br />

no dejar <strong>en</strong> el tintero el Tálamo<br />

de la Vera Cruz bejarana, ni los<br />

oficios tradicionales de la Universidad,<br />

ni al Obispo arrodillado<br />

lavando los pies, ni San Bernardo<br />

haci<strong>en</strong>do pasillo a su Jesús<br />

del Vía Crucis… Tampoco olvidó<br />

que desde las Úrsulas y desde<br />

el Arrabal partieron mandatos<br />

nuevos, y que aún se escuchaban<br />

ecos hermosos por las Isabeles.<br />

Ese día escribió de rodillas, ante<br />

el Pan de la Vida reservado <strong>en</strong><br />

los siete monum<strong>en</strong>tos que visitó:<br />

“Pange lingua gloriosi…”.<br />

Y siguió reley<strong>en</strong>do para hacer<br />

memoria de su Miércoles Santo,<br />

cuando una columna baja es el<br />

perfecto eje del más alto de los<br />

amores, cuando Ledesma reza<br />

con su Cristo de las Aguas y Vitigudino<br />

busca <strong>en</strong> el cem<strong>en</strong>terio<br />

a su Cristo de la Agonía. Int<strong>en</strong>tó<br />

describir el aroma del crisma y de<br />

los óleos y se le ocurrieron tres<br />

palabras: divinidad, humanidad<br />

y comunidad. Del Martes Santo<br />

rescató un el<strong>en</strong>co de cruces que<br />

ansían hermanar razón y fe al<br />

transitar junto al Estudio, pues<br />

sin la Luz no es posible caminar,<br />

porque <strong>en</strong> tinieblas todo se<br />

confunde, hasta concluir que el<br />

diálogo es posible y que hacer sil<strong>en</strong>cio<br />

lo propicia <strong>en</strong> noches así. O<br />

<strong>en</strong> atardeceres como el del Lunes<br />

Santo, cuando <strong>en</strong> Ciudad Rodrigo<br />

brota un fresco manantial y por<br />

Berrueta asoman azules testigos<br />

de la doctrina más evangélica,<br />

atravesada por clavos.<br />

Junto a la estr<strong>en</strong>ada página<br />

del Domingo de Ramos dejó una<br />

hoja de laurel que resumiese el<br />

día misterioso <strong>en</strong> que la victoria<br />

de Jesús es pres<strong>en</strong>tada como<br />

aclamación y como cruz, como<br />

alabanza y como despojo, como<br />

alfombra de palmas y como vino<br />

mirrado, para que su perdón al<br />

fin todo lo aclare. El Sábado de<br />

Pasión sonó a vísperas de todo<br />

un año, el que falta para que se<br />

sume el pardo color franciscano<br />

a la paleta cofradiera, un sábado<br />

de preparativos y besamanos, de<br />

bullicio e impaci<strong>en</strong>cias. De pronto,<br />

ya era Viernes de Dolores <strong>en</strong><br />

su lectura del diario, por lo que<br />

de nuevo sintió los siete versos<br />

con que quiso aliviar a María<br />

de sus espadas, y le parecieron<br />

mejores después de su viaje a<br />

Jerusalén, ése que cada año comi<strong>en</strong>za,<br />

acontece y finaliza <strong>en</strong><br />

<strong>Salamanca</strong>.<br />

tomás gonzález blázquez

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!