Lobas de Sukkie Magazine Vol. 1

JANG KEUNSUK
Y EL COMPROMISO DE UN ARTISTA
“Ojalá te toque vivir tiempos interesantes”, se lo pronunciaron al historiador
británico Eric Hobsbwan de niño en Alejandría. No sé si me tocan vivir tiempos
interesantes -o en todo caso, aquí no importa-, pero sí conocí a gente
interesante. Grandes escritores, artistas y deportistas, políticos encumbrados
- incluso alguno honesto-, gente ordinaria con destinos extraordinarios,
completos desconocidos, tipos con vidas literarias. Muchos de ellos me
sorprendieron por su inteligencia, otros por su pulso vital su candidez, su
bonhomía.
De todos ellos, de todo ese abigarrado (Que está compuesto de muchos
elementos muy diversos, sin guardar orden o conexión entre ellos) y fascinante
grupo de personas, el tipo más interesante con el que conocí es uno
que vive a 18.968,37 km de mi casa, Argentina. Él es actor, galán, músico,
productor y alguna vez también fue modelo. Se llama Jang Keun Suk.
Tengo la sensación de que la Argentina, Corea y muchos lugares del mundo,
sería mucho mejor si hubiera muchos Jang Keun Suk entre nosotros.
No actores como él, no músicos como él, no productores como él, no personas
como él. Tipos sensibles, sencillos o inteligentes hay muchos. Hombres
con carisma o magnetismo sobran: están en las radios, manejan taxis,
atienden bares. El talento o la pasión tampoco son escasos: con solo levantar
una baldosa salen un futbolista gambeteador, un estudiante de teatro o
un geek que hackea el futuro.
En Jang Keun Suk se conjugan todos esos atributos, pero se añaden otros
que no abundan cuando se trata de celebridades. De esos elementos, el
que más se sorprende es su poca -poquísima- importancia personal. Jang
Keun Suk es un hombre que le ganó la pulseada al ego.
Desde hace 20 años, que transita por el mundo del espectáculo, JKS ha
recolectado innumerables reconocimientos, ha logrado absolutamente todo
lo que ha deseado y hasta hay quienes dicen que hoy se encuentra en la
cúspide más alta del éxito – personalmente creo que el éxito para él no
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