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autoprueba
M3 E46 y nuevo M2
El encanto del M2 reside en que resulta delicioso
cuando se usa a diario como medio de
transporte: es dócil y fácil de llevar tanto en
ciudad como en carretera.
Rueda con suavidad y su suspensión no
castiga excesivamente a los ocupantes de
adelante. Te fascina con la entrega de potencia
de su motor, y me recuerda al M3 E46;
se parecen en dimensiones y peso. En ambos
casos BMW ha conseguido que la experiencia
de conducción sea muy intensa y que la
carretera se sienta cerca.
El pequeño M2 retorna a la marca a los originales,
precisos y respondones autos M de
ayer, como el M3 E50. Su propulsor turboalimentado
de seis cilindros en línea, con la
transmisión de doble embrague automática,
lo pone a 60 mph en tan solo 4 segundos.
El bastidor entrega una prestación heróica.
Debemos anotar que una transmisión automática
bien afinada puede ocasionalmente
ser la decisión acertada. Es más, el M2 con
caja DCT automática es más rápida para alcanzar
las 60 que la manual, súmale el tráfico
en Panamá… y no hay más nada que hablar. La otra ventaja
es el menor consumo de combustible ¡en 10%!
El motor, bastidor, carrocería y controles han sido diseñados
para lanzarme sobre la pista de carreras o camino repleto de
curvas y topografía interesante. Su suspensión y el diferencial
electrónico vienen del M3/M4, pero como la distancia entre
ejes es más corta y no hay amortiguadores adaptativos, casi
todo ha sido recalibrado, resortes, amortiguadores, geometría
y programación del diferencial y el DSC.
El primer signo del profundo talento del M2 es la precisión del
volante / dirección, hay muchísimo agarre – mucho más que en
el M3/M4 (agenda, Vol. 177, octubre 2014, Albuferia, Portugal).
Ahora, gran confianza en el tren delantero y el posterior tiene
una tracción colosal, ¿será el nuevo M2 el mejor auto M que
puedes adquirir?
Aprieto el botón de encendido y salgo zumbando de los “pits”;
piso a fondo. El empuje de su par motor es abrumador. Da
igual en qué sitio se encuentre la aguja de cuentavueltas:
siempre hay fuerza de sobra bajo el pedal del acelerador, y
gira hasta las 7,000 revoluciones. Ya después de unas pocas
curvas mi confianza es total: es sorprendente la facilidad con
la que el nuevo BMW M2 se deja insertar en los giros. Aunque
su peso de 1,570 kilos no es especialmente contenido, la
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