Mayo2017

SEÑOR DEL PUEBLO
ORIGEN DE LA IMAGEN.
Continúa...
La buena señora aceptó el encargo y lo conservó con mucho cuidado, a
pesar de no conocer su contenido.Pasado un año más o menos, regresó
el referido señor. La señora del ojito de agua ya casi no se acordaba de
él, por tal motivo desconfiaba del señor que le pedía ver, nuevamente,
su caja (posiblemente para verificar que la señora no se había desecho
de ella).
Como notaba a la señora un tanto desconfiada, le mostró la llave que
abría la caja para brobar que había sido él quien hizo el encargo.
Finalmente, la señora se convenció y la abrieron juntos. Dentro de ella
encontraron la imagen de un Santo Cristo. La señora se quedó
maravillada y un tanto sorprendida, pues nunca hubiera imaginado
tener a su cargo un tesoro grande. Se llenó de alegria al saber que el
contenido de aquel encargo era tan precioso. Al mismo tiempo, empezó a sentir un poco de culpa por
no haberse dado cuenta antes de lo que ella estaba guardando.
Para su fortuna, el señor volvió a pedirle que siguiera guardando en su casa la tan hermosa imagen, ya
que, en su ausencia, el Santo Cristo fue conservado esmeradamente. La señora volvió a aceptar. Como
ya sabía su contenido, ahora la tuvo con más cuidado y veneración.
Continuará...
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