PregonSSM2016

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palabras que, desde entonces repetimos cada vez que estamos
reunidos en su nombre: "Tomad y comed. Este es Mi Cuerpo.
Tomad y bebed. Esta es Mi Sangre. Haced esto en mi
conmemoración".
En el paso, inmenso, que semeja el cenáculo, Jesús nos hará
el legado eterno de su Gran Amor, del Amor de Dios. Los Doce,
en su entorno, arrobados, siguen las palabras del Maestro,
intentando aproximarse a su comprensión. Oyen de su boca la
palabra traición y se remueven en sus asientos. Cristo, está
despidiéndose, pero no es entendido. Cristo sabe que se ha de
cumplir lo escrito y trata de hacérselo saber.
María mira y calla. María patrocina toda esta divina tragedia.
Porque patrocinándonos, protegiéndonos, amparándonos a
todos, a todos, María es Patrocinio de los Hombres. De esos
hombres que aunque están viendo al Maestro, delante suya, no
saben que están ya huérfanos de Jesús, Su Hijo Amado.
Y los pasos de Jesús seguirán recorriendo las milenarias calles.
La Alcazaba mora, levantada de piedras
romanas, la Plaza del Conventual Santiaguista que nos rememora
el poder de aquellos monjes soldados, el Templo de Diana, el
Arco del Emperador Trajano... Todo es la historia. Todo es
historia. Todo nos recuerda ese pasado, quizás como en ningún
otro sitio.
Recordad. Evocad
Pero seguiremos proclamando la Palabra de Dios. Los pasajes
evangélicos se suceden y hasta Santa María llegan desde los
nuevos barrios, pasando bajo acueductos romanos o teniendo