Alberto Vollmer- El milagro del rugby

mismo de no terminar las cosas, decidió que Alcatraz sería la
excepción.
Su compromiso fue dejar la droga. Entró con el primer grupo y
después fue supervisor de los grupos 2 y 3. En Alcatraz
encontró la oportunidad de ayudar a los demás: "los
perseguía, los levantaba, estuvieron a punto de lincharme, pero
luego terminaron entendiendo para qué era todo esto".
Para él, Alcatraz fue su oportunidad de ser mejor
persona. Ya tiene tres años siendo empleado formal, primero
en Inveca Pittsburg, empresa privada aliada de Proyecto
Alcatraz y de la Fundación Santa Teresa, y desde hace dos años
en una compañía que presta servicios de vigilancia y seguridad.
...
Nació en 1985 y a sus 23 años está viendo crecer a sus
tres hijos y a otro que viene en camino. Algo que hace
cinco años era inimaginable para este 'rapero' que le ha puesto
música a su experiencia en Proyecto Alcatraz y quien desde
2005 trabaja en la C.A. Ron Santa Teresa.
A los 16 ya andaba en problemas. "Salía a robar. Vendía droga
y me tenía sin cuidado si le hacía daño a alguien. En esa época,
todo lo que tenía, era gracias a la droga. Claro que a mi mamá
le dolía verme así, pero no podía hacer nada". Llegó a robar a
mano armada y hasta por encargo, conoció lo que es el miedo y
siendo aún menor de edad se lo llevaron preso en más de 10
ocasiones.
La vida le cambió cuando Proyecto Alcatraz reclutó a
la segunda banda -la del barrio "El Cementerio"-, en
Revenga. "Cuando Alberto (Vollmer) subió al barrio, mientras
escuchaba desde mi casa lo que él decía, pensé que eso era un