revista digital

Que se cumpliera realmente la
ley y la promesa Scout. Que
los beneficiarios adoptaran el
movimiento como forma de
vida.
¿Te sentiste orgullosa del
grupo?
Sí, una vez el jefe de distrito
me felicito por como había
crecido el grupo y en ese
momento me sentí orgullosa.
Me siento orgullosa cuando
veo que chicos que empiezan
en la Manada terminan siendo
dirigentes o chicos que
empiezan y hacen su partida.
Eso para mí es como sembrar
una semilla y es muy emocionante
ver florecer esa semilla.
Sí, definitivamente muchas
veces estuve orgullosa del
grupo.
¿Qué le deseas al grupo para
el futuro?
Yo le deseo que siga creciendo
pero que tenga cantidad y
buena calidad, que se sienta el
scoutismo y que el grupo no
sea un jardín de infantes ni un
club. Que no se pierdan los
Susana, en una de
sus tantas veces
acompañando a
los Jóvenes de
el Scoutismo Posta y que de Pardo. el grupo
no sea un jardín de infantes ni
un club. Que no se pierdan los
valores.
¿Se podría decir que el
grupo fue nómade hasta
encontrar donde hoy se
encuentra?
Sí, el grupo estuvo por 2 años
en una quinta. Luego se
vendió y nos tuvimos que ir.
Fuimos a una escuela donde
nos apedreaban, y nos
robaban las cosas. Después
fuimos a una iglesia donde
estuvimos muy bien. Pero
cuando llegamos de un
campamento no nos dejaron
entrar porque se había
vencido el contrato. Después
se hizo actividad en la casa de
Yasmín, actual jefa de grupo,
hasta que encontramos un
lugar: en la escuela 50 donde
nos prestaban un aula, hasta
que un señor dijo que no nos
correspondía el lugar, pesar
de tener un comodato.
Teníamos el permiso para
estar ahí pero igualmente nos
tuvimos que ir.
El grupo sufrió muchas
mudanzas hasta que apareció
el terreno donde hacemos
actividad hoy en día. El lugar