ELMOTORISTA E312

4 Mototaxis
baja Cilindrada
lunes 26 DE junio DE 2017
el MOTORIsTA
»REACCIONES
Gracias a mi
conducta y
mi forma de
ser, me gano
la confianza
de la gente, porque las personas
se dan cuenta de cómo es uno
por la forma de manejar, es ahí
donde empieza a conseguirse la
clientela. Yo siempre les digo a
los pasajeros que me siento muy
feliz de que viajen conmigo, porque
con su viaje me ayudan y yo
los ayudo a llegar a su destino”.
HuMbeRTO AnTOnIO
Mototaxista
Mototaxis
“Dejando por un lado lo malo, me gusta ser
mototaxista porque uno le puede ayudar a las
personas bastante, el vehículo cabe en cualquier
lado y se sale del tráfico muy rápido”
S
egún el diccionario de
la Real Academia Española,
mototaxi es un
peruanismo que significa
motocicleta de tres ruedas con
techo que se usa como medio de
transporte popular para trechos
cortos a cambio de dinero al igual
que un taxi. No obstante, este término
es utilizado en más de 25
países, refiriéndose también a vehículos
de dos ruedas y adaptaciones
especiales tipo carroza a una
motocicleta en la parte trasera.
En Guatemala los mototaxis
han revolucionado el transporte
de las personas, puesto que han
venido a llenar la brecha que
existía entre los buses de servicio
público y los taxis que cobran altas
tarifas, convirtiéndose en uno
de los transportes favoritos de los
guatemaltecos, por la rapidez que
ofrecen en la ciudad capital.
El trabajo de mototaxista en
el país es un trabajo que conlleva
cierto nivel de riesgo como todos
los demás, pero la diferencia es
que los pilotos de estos vehículos
están expuestos todos los días a
vivir atracos, choques, mal humor
de los pasajeros, incluso del cambiante
clima.
“Es difícil ser mototaxista porque
uno nunca sabe que le espera,
es peligroso ir a un lugar retirado
y solo llevarse a la gente, eso es
arriesgado, porque uno no sabe
a quién sube a la moto”, expuso
Humberto Antonio, mototaxista.
Quien a pesar de todo confesó
que ser un mototaxista tiene su
lado bueno, porque le puede ayudar
a las personas y llevarlas a su
destino de una forma más segura.
Humberto es un joven de 19
Humberto Antonio, mototaxista.
años de edad que quiso probar
suerte conduciendo una motocicleta,
al mismo tiempo pretendió
brindar servicio a los ciudadanos
como mototaxi para poder sobrevivir
y salir adelante.
Desde hace 2 años, Humberto
se dedica a esta noble labor realizando
su trabajo con mucho positivismo
y fe. “Antes de salir a la
calle todos los días le pido a Dios
que me guarde y que me libre de
todo accidente. Después de eso,
ya inicio con mis labores más
tranquilo, cuando los clientes me
llaman voy por ellos a donde estén,
pero si no hay trabajo tengo
que salir a la calle a buscar. Eso es
lo que hago todos los días”, indicó.
El joven empresario comentó
que por lo general realiza entre 13
y 15 carreras al día cuando le va
bien, el costo varía dependiendo
lA seguRIdAd es primordial
para Humberto.
de la distancia, pero cuando no
hay mucho trabajo hace unas 5 o
6 carreras. “Por lo general cuando
no hay mucho trabajo me dirijo a
las paradas de buses, donde hay
gente esperando, es ahí donde salen
los clientes. Si uno va a un lugar
muy solitario aunque uno esté bien
vestido, la gente no se sube porque
tiene desconfianza”, contó.
Para Humberto también hay
buenos y malos días, pues tiene
que enfrentarse al estrés y mal
humor de sus pasajeros, quienes
de vez en cuando le hablan
exaltados. En palabras del mismo
Humberto: “Las personas cuando
miran que uno las lleva bien, que
uno conduce con mucha precaución,
que uno viste honradamente,
que uno anda bien presentable,
bien limpio, las personas se
sienten más en confianza y más
contentas”, aclaró. Además expuso
que a la hora cobrarle un poquito
menos a gente, ellos se lo
agradecen y se sienten felices.
Como cualquier trabajo, Humberto
está expuesto a la delincuencia
del país diariamente, sin
embargo, le ha tocado levantar la
cabeza y seguir adelante. “Gracias
a Dios solo me ha pasado una vez
y me quedó de experiencia. Una
vez llevé a un pasajero a una colonia
que no conocía, lamentablemente
le pregunté a una persona
del lugar como podía salir y me
asaltó, pero él no era mi cliente,
fue por preguntarle”, afirmó.
Pese a lo malo que le ha pasado,
el joven afirma que le gusta ser mototaxista
y dice que se siente muy
feliz porque le gusta mucho, aunque
sea un trabajo arriesgado. “Independientemente
de lo malo, me
gusta ser mototaxista porque uno
le puede ayudar a las personas bastante,
el vehículo cabe en cualquier
lado y se sale del trafico muy rápido”.
Por el momento lo que gana
diariamente le alcanza para solventar
sus gastos básicos, pues
aún es soltero y vive solo. “Más
o menos me alcanza para mantener
mis gastos básicos, cuando
uno está solo sí alcanza para salir
adelante”, aseguró.
Como todos los progenitores,
los padres de Humberto están en
desacuerdo con que se dedique a
ser mototaxista, porque han visto
que los motoristas sufren muchos
accidentes; no obstante, el joven
disfruta de su trabajo. “Estoy contento
realizando este trabajo. Personalmente
espero estar bastante
tiempo en este negocio. Es difícil
al principio, como cada trabajo
hay altibajos, pero mientras no
llegue a tener un accidente grave,
pienso seguir con este trabajo hasta
donde Dios quiera”, concluyó.
Actualmente los mototaxis no
están regulados en Guatemala, y
según la Municipalidad capitalina,
existe una iniciativa para regularizar
este transporte en la ciudad.