Playmania_N_224__Junio_2017
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Emily Kaldwin<br />
La niña de Dishonored creció y se convirtió<br />
en heroína controlable en la segunda<br />
entrega. Venganza es su segundo apellido.<br />
Zoë Castillo<br />
Es uno de los tres<br />
personajes controlables en<br />
Dreamfall Chapters, y una<br />
de las heroínas más<br />
realistas de la historia.<br />
Sara Ryder<br />
Tildada de fea por parte de la comunidad,<br />
la versión femenina del héroe de ME:<br />
Andromeda nos parece genial, tanto por su<br />
personalidad como por su realista atractivo<br />
físico, aunque ponga “caras raras”.<br />
Kate Walker<br />
Esta abogada, protagonista<br />
de la saga Syberia, es una<br />
mujer empática, que busca<br />
la verdad a toda costa y<br />
capaz de sacrificarlo todo.<br />
Aloy<br />
Horizon Zero Dawn será<br />
recordado por sus gráficos y<br />
su jugabilidad, pero sobre<br />
todo por una heroína<br />
creíble, atractiva y realista.<br />
2B<br />
La historia de NieR: Automata y 2B no<br />
puede ser más atractiva, aunque la<br />
androide juega un papel muy sexualizado.<br />
jer poderosa y dueña de su sexualidad, lo que<br />
la aleja de ese papel débil y al servicio del<br />
hombre que sí tienen otras heroínas. La polémica<br />
con Tracer, uno de los personajes de<br />
Overwatch, y aquella pose en la que mostraba<br />
su trasero de forma sexualizada es otro buen<br />
ejemplo. Se generó tal revuelo por la pose<br />
que Blizzard (de acuerdo con las quejas) decidió<br />
eliminarla y optar por un gesto más normal.<br />
El caso es que nadie se queja de las poses<br />
más sexualizadas de D.Va o Summetra (otras<br />
dos heroínas del juego). Y no lo hacen por un<br />
buen motivo. Del mismo modo que en Tracer<br />
esa sexualización quedaba extraña, no sucede<br />
lo mismo con sus dos compañeras de batallas.<br />
Definir a cada personaje y comprender<br />
qué clase de comportamientos, sean sexuales<br />
o no, tienen sentido para ese personaje es clave.<br />
El contexto, como en casi todo, importa.<br />
El 79 por ciento de los desarrolladores<br />
son hombres, por lo que no resulta extraño<br />
este enfoque tan “varonil” de los juegos. Están<br />
cometiendo un error, no sólo porque la representación<br />
sexualizada de la mujer sea reprobable<br />
sino porque la audiencia de la industria<br />
ya está casi repartida al 50 por ciento entre<br />
hombres y mujeres. La mitad masculina, eso<br />
sí, sigue haciendo mucho ruido y hemos llegado<br />
a vivir situaciones realmente absurdas<br />
en los últimos tiempos, como el que algunos<br />
jugadores se quejasen del aspecto poco sexi<br />
de Aloy en Horizon: Zero Dawn o proclamasen<br />
que Sara Ryder de Mass Effect: Andromeda<br />
es fea. Incluso se han llegado a crear mods<br />
(modificaciones de un juego) para cambiar el<br />
aspecto de la heroína del juego de BioWare.<br />
Afortunadamente, los tiempos están cambiando<br />
y el papel de la mujer en la industria<br />
ha mejorado bastante en los últimos años.<br />
Aún nos queda mucho camino por recorrer<br />
para sacudirnos algunos estigmas y eliminar<br />
por completo el sexismo de esta industria,<br />
pero el camino que estamos siguiendo es, sin<br />
duda, el correcto. No se trata de ser feminista<br />
ni de dar lecciones a nadie. Se trata de que el<br />
medio madure y se gane el respeto que merece<br />
en otros sectores de la sociedad. Hay, por<br />
supuesto, espacio para todo, o debería haberlo.<br />
No hablamos de erradicar los personajes<br />
sexis, los bustos generosos o las heroínas<br />
atractivas. No queremos borrar del mapa las<br />
La diferencia entre un personaje sexi y sexualizado es la clave del papel<br />
que las mujeres tienen en la industria. Cada vez hay más heroínas realistas<br />
y dueñas de su sexualidad, pero aún queda mucho camino por recorrer.<br />
connotaciones sexuales, no somos ningunos<br />
puritanos y todo tiene cabida en un determinado<br />
contexto. Lo que no tiene ni pies ni cabeza<br />
es que las mujeres en videojuegos sigan<br />
siendo meros objetos sexuales, el premio con<br />
el que nos recompensan al finalizar una aventura<br />
o que sigan interpretando los papeles de<br />
damisela en apuros. Al mismo tiempo, y siempre<br />
teniendo en cuenta el talento de cada cual,<br />
las mujeres deben encontrar un espacio en el<br />
que puedan trabajar con las mismas opciones<br />
que sus colegas varones. Como veréis, en este<br />
reportaje hay muchos ejemplos de mujeres<br />
que toman el control de la industria. <<br />
PlayManía 23