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De nuestro<br />
fundador<br />
Vicente<br />
Echarri Gil <strong>MNM</strong><br />
“Hijitos, así vamos seguros<br />
en esa divina canastilla, N.<br />
Reina, la Divina Infantita.<br />
Vivid en Ella, con Ella, por Ella<br />
y para Ella; y con Ella<br />
llegaréis a Dios, Ella os<br />
transformará en Jesús. Mas,<br />
hijitos, esta transformación<br />
en Jesús es a fuerza de<br />
humillaciones, sufrimientos,<br />
no huyáis de ellos”<br />
Sep. 14, 1958. P. 34<br />
Carta<br />
Roma, Enero 6 de 1985.<br />
Amadísimos hijitos de mi corazón,<br />
sed pobres y castos,<br />
sólo así os llenareis de Cristo.<br />
Cuando Lázaro murió, Jesús lloró (Jn. 11, 33)<br />
más al ver a Jerusalén, como se lee en la<br />
Basílica de Benedictinas, el Señor suspiró<br />
con sollozos “Flevit”. Qué dolor y angustia sentiría al<br />
ver la rebeldía con que su pueblo lo rechazó. El era<br />
judío y sentía con tanto dolor el rechazo de su pueblo<br />
que prorrumpió en sollozo, ¡Qué sentiría Jesús, al ver<br />
a su Iglesia que lo rechazara, que no le recibe! ¡Ver a<br />
Sacerdotes sacrílegos, que lo abandonan y le<br />
vuelven las espaldas! ¡Ver a tantos religiosos infieles<br />
a sus sagrados votos de pobreza, castidad y<br />
obediencia!.<br />
Nosotros ¿no le daremos disgustos, no<br />
arrancaremos sollozos y suspiros de su amante<br />
corazón?.<br />
Espero hijitos míos, que este año 1985 sea un<br />
año de verdadera renovación en una entrega total de<br />
nuestra alma y cuerpo a nuestro amado Jesús, fin<br />
último y razón de vivir de M.N.M.<br />
Hoy en día los Reyes, vamos como ellos a Belén<br />
y los encontraremos en brazos de María para que Ella<br />
y solamente por Ella nos sea entregado a nosotros el<br />
Niño Jesús a todos los hombres. Nosotros los<br />
misioneros y principalmente los misioneros de María<br />
y de un modo especial los misioneros de María recién<br />
nacida, somos los que llevaremos al mundo a este<br />
Dios hecho niño y nos transformaremos en Él, en ese<br />
Jesús Niño “Si no os hicierais como niños, no<br />
entrareis en el Reino de los Cielos”.<br />
Amadísimos hijitos de mi corazón, sed pobres y<br />
castos, sólo así os llenareis de Cristo. ¿Qué es el<br />
misionero? un cáliz lleno de Cristo que al<br />
desbordarse da a Cristo a los hombres.<br />
Convencernos hijitos que daréis al mundo aquello<br />
que llevéis en vuestros corazones. Si está vuestro<br />
corazón lleno de mundo, daréis<br />
mundo a los hombres, si llenos de<br />
concupiscencia de la carne,<br />
llenaréis al mundo de esa misma<br />
concupiscencia. Si estáis llenos de<br />
Cristo, daréis a Cristo. Sed pobres,<br />
hijitos míos, sed castos. ¡Ojalá<br />
fueseis vírgenes!. Este Jesús a<br />
quienes tenéis que predicar, se<br />
apacienta entre lirios y azucenas.<br />
Se necesitó una Virgen, María,<br />
para que el Verbo se encarnara y<br />
unas manos vírgenes para que el<br />
Padre Celestial lo pusiera en ellas y<br />
por ellas fuera regalado a la<br />
humanidad. Sin la virginidad de<br />
María, no habríamos tenido a Jesús.<br />
El Padre Celestial pudo haberlo<br />
hecho de otro modo y hasta<br />
liberarnos del pecado y de la muerte<br />
eterna de infinitos modos, más así<br />
lo quiso que fuera, de una virgen<br />
pobre, la pobre y siempre Virgen<br />
María.<br />
Hijitos de mi alma, ved como<br />
María es pobre. No tiene ni una<br />
cunita donde poner a Jesús recién<br />
nacido. Un pesebre y prestado de<br />
limosna, no por los hombres, sino<br />
por las bestias. No sé como puede<br />
haber un consagrado a Dios que se<br />
queje de pobrezas, viendo cómo<br />
Dios se hace tan pobre, que por<br />
recibidor tiene un rincón en un<br />
establo y por trono un pesebre.<br />
Siendo rico se hizo pobre, para<br />
comprarnos con su pobreza. La<br />
pobreza es el oro con que<br />
compraremos almas esclavizadas<br />
por el pecado.<br />
El pecado es la cadena con que<br />
el demonio esclaviza a las almas. La<br />
pobreza de los M.N.M. será el oro<br />
que rescata y con que<br />
rescataremos al mundo de la<br />
esclavitud del demonio. Sed<br />
pobres, hijitos de mi alma, sed<br />
limpios de alma y cuerpo. Trabajad<br />
por restaurar la disciplina, estudio,<br />
piedad y oración de nuestra vida<br />
primitiva.<br />
Os bendice vuestro Padre, que<br />
os lleva en su corazón. Vicente<br />
M.N.M.<br />
Se necesitó una Virgen,<br />
María, para que el Verbo<br />
se encarnara y unas<br />
manos vírgenes para que el<br />
Padre Celestial lo<br />
pusiera en ellas y por<br />
ellas fuera regalado a la<br />
humanidad.<br />
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