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CULTURAS DEL PERU

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B<br />

<strong>CULTURAS</strong><br />

<strong>DEL</strong> PERÚ<br />

Nazca


CULTURA NAZCA<br />

Nazca es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló básicamente<br />

en los valles del actual departamento de Ica, alrededor del siglo I y entró en<br />

decadencia en el siglo VII. Su centro estaba ubicado en Cahuachi, en el margen<br />

izquierdo del Río Grande, en la actual provincia de Nazca.<br />

Su territorio llegó a abarcar desde Chincha por el norte, hasta Arequipa por el sur y<br />

por el este hasta Ayacucho. Hasta el siglo VI d. C., aumentaron sus contactos con la<br />

zona andina, llegando inclusive hasta las zonas altas de Ayacucho. Este contacto tuvo<br />

especial importancia en la formación de la cultura Huari<br />

Un aspecto distintivo de Nazca es su<br />

cerámica policromada, con figuras de<br />

hombres, animales, plantas, etc. En<br />

muchas de estas cerámicas, se<br />

representan a hombres mutilados. El<br />

arte textil floreció tanto como en la<br />

época de los Paracas. Tuvieron un<br />

estilo propio de trabajo de los<br />

metales, aunque de menor calidad al<br />

de la época de Chavín.<br />

Lo más impresionante de esta<br />

civilización son los trazos efectuados<br />

en las Pampas de Nazca, conocidos<br />

como las Líneas de Nazca, que<br />

representan figuras gigantescas de<br />

animales, seres humanos y diseños<br />

geométricos, hechos a una escala<br />

extraordinariamente grande y con<br />

mucha precisión. Se ignora su fin,<br />

aunque se ha teorizado que fuera un<br />

gigantesco calendario, resultado de<br />

observaciones astronómicas. Según<br />

los últimos hallazgos y estudios<br />

presentados en mayo de 2015 por<br />

parte de la Universidad Japonesa de<br />

Yamagata, se postula que las líneas<br />

servían como epicentros de la<br />

actividad ritualista tanto de los Nazca como de otra cultura circundante. Se ha<br />

desvelado que las líneas fueron hechas por más de una cultura y en momentos<br />

históricos distintos. De esta manera cumplían una función integradora para todas las<br />

culturas que yacían entre la costa y sierra Iqueña. Se concluye también que servían<br />

para adornar el camino del peregrino hacia la ciudad de Cahuachi, centro sociopolítico<br />

de la cultura Nazca, ya que las líneas están hechas para verse desde cierta<br />

altura.


Los nazcas utilizaron como principal técnica el uso del adobe. Destaca el complejo<br />

arqueológico de Cahuachi, a orillas del Río Grande, con más de 150 hectáreas de<br />

superficie. Tiene un templo de corte piramidal, de terrazas superpuestas, y un palacio<br />

de los jefes guerreros, en medio de seis barrios o complejos arquitectónicos bien<br />

definidos. Se puede detectar dos técnicas de construcción: una con adobes de forma<br />

cónica y otra con paredes de quincha.12 Son, sin embargo, pocas las construcciones<br />

masivas y sólidas de adobe; la mayoría de las estructuras fue levantada sobre suelos<br />

elevados y montículos, encima y alrededor de los cuales se erigieron estructuras<br />

artificiales.<br />

Más que un centro urbano, Cahuachi debió ser más principalmente un centro<br />

ceremonial, el más importante de los nazca, según todos los indicios. El carácter sagrado<br />

de este sitio lo evidencia el hecho de que, antes de su construcción, fue un sitio de<br />

huacas, es decir, de lugares sagrados según la cosmovisión andina (como podría ser un<br />

cerro de formación peculiar). Lo que hicieron los arquitectos nazcas fue elaborar y<br />

exagerar el aspecto truncado de esos cerros.<br />

Cahuachi floreció de principios del siglo I hasta el 750, aproximadamente.14 En su<br />

última fase, hay indicios de que muchas de sus estructuras fueron destruidas, mientras<br />

que otras fueron sepultadas con gruesas capas de arcilla. Se convirtió principalmente<br />

en un gran cementerio, lo que coincide con un periodo de enfrentamientos bélicos<br />

dentro de la sociedad nazca.<br />

A 4 km de Cahuachi se halla La Estaquería, que sería el sitio que le sucedió como centro<br />

ceremonial. Allí se halla los restos de una plataforma artificial de adobe donde<br />

originalmente se hallaban 240 postes de huarango, distribuidos en 12 hileras de 20<br />

estacas cada una. Cada estaca se halla separada una de otra por una distancia de dos<br />

metros y parecen ser columnas que soportaban un techo. Desgraciadamente, estas<br />

estacas han ido desapareciendo paulatinamente y actualmente quedan pocas en<br />

pie.15 Las investigaciones han determinado que La Estaquería se mantuvo vigente<br />

hasta el año 1000 (época wari) cuando fue sepultado por un aluvión de barro y arena.


Estudiada por Max Uhle, John Rowe, Alfred Kroeber, Dorothy Menzel y Donald Proulx,<br />

la cerámica nazca es considerada como la mejor lograda del antiguo Perú, por su alta<br />

calidad y variedad.<br />

Una técnica peculiar usada fue que antes de la cocción del ceramio se pintaba o<br />

decoraba toda su superficie. Esta decoración destaca por su policromía y su<br />

complejidad. Usaban hasta once gradaciones de color en una sola pieza, y manejaban<br />

unos 190 matices diferentes.<br />

La forma más típica de las vasijas es el cántaro globular con dos picos o vertederos y<br />

con asa-puente, esquema básico que adopta una infinidad de variantes, sea en el<br />

cuerpo, que adopta diferentes formas, sea en los caños, cuya extensión es muy variable.<br />

También fabricaron ollas esféricas, tazas y vasos.<br />

Otra característica notable es el llamado «horror al vacío», es decir, que los ceramistas<br />

no dejaron en ninguna de sus cerámicas algún espacio sin pintar o decorar. En estas<br />

piezas se presentan elementos de la vida cotidiana, tales como flores, frutos, aves,<br />

animales e insectos, como también personajes mitológicos o que combinan atributos<br />

humanos y animales.<br />

Los motivos Nazca se dividen en tres categorías:<br />

<br />

<br />

<br />

Naturalistas: ilustran el medio ambiente.<br />

Míticos o religiosos: nos revelan la percepción que tenían los Nazcas del mundo<br />

espiritual.<br />

Geométricos: destacan círculos, semicírculos, rombos, líneas, espirales, escalones,<br />

etc.<br />

Dorothy Menzel dividió la cerámica nazca en nueve fases:<br />

<br />

<br />

Fase 1, cerámica policroma, con una técnica especial de cocción que le da un<br />

acabado lustroso, con motivos naturalistas.<br />

Fases 2, 3 y 4 (Nazca Monumental), que desarrolla los temas y formas de la fase<br />

anterior.


Fase 5, es una fase de transición, con<br />

mayores cuidados en el acabado y la<br />

pintura, primordialmente sobre<br />

fondo blanco.<br />

Fases 6 y 7 (Nazca Prolífero), en la<br />

que aparecen una proliferación de<br />

diseños locales. Desplaza totalmente<br />

a Nazca Monumental.<br />

Fase 8 (Disyuntivo), continúa la fase<br />

anterior, pero con influencias<br />

foráneas, posiblemente huari y de la<br />

costa central.<br />

Fase 9, corresponde palmariamente<br />

a una fase cerámica huari.<br />

Engobe bruñido. 450-650 d. C.<br />

(Intermedio temprano (Fase 6)


Detalle de textil Nazca proveniente de uno de los fardos descubiertos por Julio C. Tello.<br />

Colección Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.<br />

Los nazca fueron herederos de cultura topará (llamada antes Paracas-Necrópolis) en<br />

lo que se refiere a la elaboración de finísimos mantos o telas, aunque no lograron la<br />

misma calidad y suntuosidad en los acabados. De todos modos, destaca por la variedad<br />

de técnicas empleadas y la complejidad de los diseños. Para elaborar los tejidos,<br />

utilizaron algodón y lana de camélidos. Dominaron las técnicas de embrocado,<br />

tapicería, gasa, telas pintadas, tejido tridimensional y bordados. Estos últimos son<br />

particularmente notables. Sobre la tela llana de algodón bordaban con la lana de<br />

camélidos teñida con variados colores.


CULTURA MOCHICA<br />

La cultura Moche es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló entre<br />

los siglos II y VII en el valle del río Moche (actual provincia de Trujillo, en el<br />

departamento de La Libertad). Esta cultura se extendió hacia los valles de la costa<br />

norte del actual Perú.<br />

Las sociedades moches hicieron grandes obras de ingeniería hidráulica: canales de riego<br />

y represas, lo que les permitió ampliar su frontera agrícola a gran escala. Fueron<br />

grandes arquitectos; su materia prima fue<br />

el adobe. Construyeron complejos<br />

religiosos-administrativos de carácter<br />

monumental, conformados por palacios y<br />

templos o huacas (en forma de pirámide<br />

trunca), las cuales los recubrían de<br />

grandes murales en alto y bajo relieve,<br />

pintados con colores extraídos de la<br />

naturaleza, donde plasmaron sus dioses,<br />

mitos, leyendas y toda su cosmovisión<br />

cultural. Las más notables de estas<br />

construcciones son las llamadas Huacas<br />

del Sol y de la Luna, en el valle de Moche.<br />

Fueron los mejores metalurgistas de su<br />

época; doraron el cobre mucho antes que<br />

en Europa; y conocieron una variedad de<br />

técnicas (laminado, martillado,<br />

alambrado, soldadura, etc.), fabricando<br />

herramientas, armas, atuendos,<br />

emblemas, ornamentos y toda su variada<br />

y rica parafernalia ritual.<br />

Son considerados los mejores ceramistas<br />

del Perú antiguo, gracias al fino y<br />

elaborado trabajo que realizaron en sus<br />

ceramios. En ellas representaron, tanto de manera escultórica como pictórica, a<br />

divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales<br />

y mitos que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa<br />

expresividad, perfección y realismo con que los dotaban. De este arte sobresalen los<br />

huacos retratos y los huacos eróticos.<br />

Fueron grandes navegantes: construyeron caballitos de totora, los que hacían más<br />

pequeños para la pesca y más grandes para sus viajes hasta las costas ecuatoriales,<br />

desde donde traían la concha Spondyllus, sagrada para los moches, y en general, para<br />

el resto de las culturas costeñas del Antiguo Perú.


El más conocido legado cultural mochica es su cerámica, generalmente depositada<br />

como preciosa ofrenda para los muertos.<br />

Los mochicas plasmaron en sus cerámicas el entorno de su mundo cultural y religioso,<br />

bajo la forma de imágenes escultóricas o bien decorando a pincel la superficie de la<br />

vasija. Su cerámica constituye por ello el mejor documento y testimonio de su cultura.<br />

Características de la cerámica mochica: escultórica, realista, documental y pictográfica.<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

Escultórica: porque representaban en bulto las figuras de los hombres, animales<br />

y plantas. Destacan los huacos retratos.<br />

Realista: puesto que todo era reproducción exacta de la realidad. No<br />

inventaban ni imaginaban en su obra ceramista, que era expresión de las<br />

actividades.<br />

Documental: porque era realismo y su representación sirven como elementos<br />

para conocer la vida de los habitantes moches como si se estuviese leyendo un<br />

verdadero documento o fuente escrita.<br />

Pictográfica: ya que algunos huacos representan figuras pintadas y<br />

ornamentadas.


Huaco retrato. Representa de manera muy realista a un personaje sonriente.<br />

Su realismo es característica resaltante en sus huaco retratos, su famosa plástica<br />

asombra por la expresividad y perfección de verdaderos retratos de arcilla. Los cánones<br />

clásicos de perfección y realismo se reconocen aún en seres mitológicos, animales<br />

humanizados, hombres con atributos zoomorfos o partes combinadas de varios<br />

animales. Sin embargo, también realizaron cerámica con gran contenido simbólico de<br />

pensamiento e ideas donde las imágenes se vuelven más abstractas y conceptuales;<br />

ambas tradiciones, tanto la simbólica como la realista se encuentran sumamente<br />

vinculadas. Incluso hay piezas cerámicas donde conviven estas dos tendencias sin el más<br />

mínimo problema.<br />

Analizando la iconografía de la cerámica, los investigadores actuales también pueden<br />

conocer interesante información sobre la vida de los moches: ceremonias funerarias,<br />

ceremonias rituales, paisajes, viviendas, guerras, enfermedades, etc., proporcionando<br />

así un vínculo entre los vivos y los muertos.<br />

Sus pictografías derrochan vida y movimiento en las complejas escenas de ceremonias,<br />

combates, cacerías rituales y probables relatos míticos. Sin embargo, la vajilla para uso<br />

diario, utensilios domésticos y vasijas para agua fueron funcionales, sencillos y<br />

escasamente decorados. También destacan los huacos de representaciones de carácter<br />

sexual, mostrándose de forma explícita escenas de onanismo, coito en grupo e incluso<br />

reproducción animal. Se cree que estas manifestaciones artísticas podrían tener unas<br />

connotaciones culturales y religiosas de simbolismo de la fertilidad.<br />

La cerámica mochica generalmente se propicia en masa, mediante el uso de moldes,<br />

sobre ellas el especialista aplicaba técnicas como: modelado, grabado, pintura. El asa<br />

estribo era confeccionado aparte. Por último, la pieza era llevada al horno; es bícroma<br />

resaltando el rojo y la crema.


Maqueta de la Huaca de la Luna.<br />

Como base para sus construcciones emplearon el adobe, puesto que era la materia<br />

prima que tenían a la mano. Construyeron grandes palacios, urbes y templos, los cuales<br />

los recubrían de murales en alto y bajo relieve, pintados de colores extraídos de la<br />

naturaleza a los cuales les agregaban colágeno extraído de la cocción de las patas de<br />

las aves, que actuaba como una especie de látex; decoraban con representaciones de<br />

sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión.<br />

En las construcciones importantes como las huacas, se solía hacer cada cierto tiempo<br />

una reedificación, en la cual en vez de remodelar una pared, la tapaban construyendo<br />

otra adelante; esto se puede apreciar en todas las huacas.<br />

En su arquitectura monumental destacan las Huacas del Sol y de la Luna, en Moche.<br />

La Huaca del Sol es un inmenso edificio que mide más de 40 m de altura y tiene 5<br />

terrazas superpuestas: los expertos calculan que se necesitaron más de 140 millones de<br />

adobes para su construcción. A 500 m de esta huaca se alza la Huaca de la Luna, de<br />

21 m de altura y de tres terrazas; esta destaca por sus bellas pinturas murales, una de<br />

las cuales representa el rostro fiero de un dios, posiblemente Ai apaec. Se cree que la<br />

Huaca del Sol fue un centro administrativo, mientras que la Huaca de la Luna era un<br />

centro religioso.<br />

Las casas de los pobladores comunes (pueblo) eran erigidas en pequeñas comunidades.<br />

Los materiales que usaban ellos eran los mismos que se empleaban para las huacas a<br />

excepción de las pinturas. Las casas tenían patio propio y techo de dos aguas para las<br />

lluvias.


Orejera mochica de oro con incrustaciones de piedras preciosas.<br />

Los mochicas fueron los mejores metalurgistas de su época. Utilizaron el oro, la plata,<br />

el cobre y sus aleaciones. La aleación más característica fue la tumbaga (mezcla de oro<br />

y cobre). Doraron el cobre mucho antes que en Europa y conocieron una variedad de<br />

técnicas, como el laminado, martillado, alambrado, soldadura, etc. Fabricaron<br />

herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica<br />

parafernalia ritual.<br />

Es de destacar su pericia para construir figurinas de poco más de 2 cm con partes<br />

móviles, unidas con pequeñísimas grapas.


CULTURA CHIMÚ<br />

fueron derrotados por los incas.<br />

Chimú es una cultura<br />

preincaica que se desarrolló<br />

en la costa norte tras el<br />

decaimiento del Imperio<br />

huari entre los<br />

años 1000 y 1200. Ocuparon<br />

los territorios que antes<br />

habitaron los mochicas y<br />

los lambayeques, llegando a<br />

expandir sus dominios, en su<br />

etapa de mayor desarrollo,<br />

por toda una extensa franja<br />

costera del norte del Perú de<br />

unos 800 km de longitud,<br />

desde Tumbes hasta el valle<br />

de Huarmey.<br />

En su desarrollo se distinguen<br />

dos etapas; en la primera se<br />

trataba de un reducido grupo<br />

localizado en el antiguo valle<br />

Moche y zonas aledañas<br />

(900-1300); y en la segunda<br />

ya habían conquistado un<br />

vasto territorio y eran un reino<br />

en constante expansión (1300-<br />

1470). Diversos historiadores<br />

sostienen que, hacia mediados<br />

del siglo XV, los chimúes<br />

Los chimúes se destacaron en el plano urbanístico gracias a sus formidables<br />

construcciones. Muestra de ello son Chan Chan, la fortaleza<br />

de Paramonga, entre otras. Así también se destacaron en metalurgia, en<br />

los que utilizaron una diversidad de técnicas y metales para su<br />

elaboración; y en textilería (tejidos de algodón, lana<br />

de llama, alpaca y vicuña).


Vasija erótica. La tradición de la cerámica de motivos eróticos estuvo presente en la<br />

cultura Moche y Vicus con anterioridad a Chimú. Museo de América (Madrid)<br />

Las cerámicas chimúes cumplieron dos funciones, como recipientes para uso diario o<br />

doméstico y las cerámicas de uso ceremonial o para ofrendas de los entierro. Los<br />

primeros fueron elaborados sin mayor acabado mientras los funerarios muestran<br />

bastante dedicación. Las principales características de las vasijas chimúes son una<br />

pequeña escultura en la unión del gollete con el arco, su fabricación moldeada para<br />

la cerámica ceremonial y modelada para uso diario, su coloración generalmente<br />

negro metálico con algunas variantes, su brillo característico se obtenía humeando la<br />

vasija que previamente había sido pulida. También se elaboraron cerámicos de<br />

colores claros en pequeñas cantidades. En la cerámica se han plasmado muchas<br />

representaciones realistas como animales, frutos y personajes, así como, escenas<br />

místicas y eróticas.


Textil de estilo chimú<br />

El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos<br />

pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textilería<br />

se utilizaron diversos instrumentos como el huso.<br />

El huso es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada<br />

que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un<br />

tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se<br />

empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar)<br />

algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el<br />

pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.<br />

Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido o sea el<br />

entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas. Los chimúes<br />

confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc.<br />

Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata; los<br />

colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal;<br />

de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como<br />

la cochinilla.<br />

Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la<br />

alpaca, y la vicuña y de la planta de algodón nativo que crece en forma natural en<br />

siete colores diferentes.<br />

La vestimenta de los chimúes consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin<br />

flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.


CULTURA TIAHUANACO<br />

La cultura Tiahuanaco es una cultura<br />

arqueológica que se desarrolló en los<br />

actuales<br />

países<br />

de Bolivia, Perú y Chile entre los años<br />

200 a. C. y 1100 d. C. Su área de influencia,<br />

visible en objetos con una peculiar<br />

iconografía, comprende la cuenca del Lago<br />

Titicaca como región nuclear, desde donde<br />

se distribuye hacia los valles y costa<br />

del océano Pacífico por el oeste, la región<br />

del Chapare por el este y el altiplano<br />

boliviano meridional y el oasis de San Pedro<br />

de Atacama por el sur. Su capital y<br />

principal centro religioso fue la ciudad<br />

de Tiwanaku, ubicada en las riberas del río<br />

homónimo, pocos kilómetros al sur del lago<br />

Titicaca, en el actual departamento<br />

boliviano de La Paz.<br />

Se cree que Tiwanaku obtuvo una serie de<br />

bienes y recursos de ecosistemas diferentes<br />

al del Titicaca a través del intercambio con<br />

diversas sociedades locales de regiones<br />

altiplánicas y vallunas, aunque también<br />

manejaron enclaves poblacionales en zonas<br />

como Moquegua (sur del Perú) y,<br />

posiblemente, Cochabamba en los valles<br />

orientales bolivianos. El sitio de Tiwanaku se<br />

caracteriza por una amplia infraestructura<br />

ceremonial que atestigua prácticas religiosas muy complejas. Su arquitectura y<br />

escultura presentan una iconografía muy estandarizada que sugiere el desarrollo de<br />

depurados sistemas de pensamiento, difundidos a través de objetos más ligeros como<br />

cerámica y textiles.<br />

Precisamente estas dos formas de expresión material son las que encuentran mayor<br />

perfección técnica, siempre sujeta a cambios cronológicos y sobre todo a variación<br />

espacial. SI bien inicialmente se pensó que la cerámica más tosca de Tiwanaku sería la<br />

más tardía o "decadente", el hallazgo en el año 2006 de más de cuatro centenas de<br />

piezas cerámicas de gran perfección y colorido en la isla de Pariti, en la porción menor<br />

del Titicaca, datadas por radiocarbono en el 1000 d.C., permite discutir esta idea. Así,<br />

todavía se discute el significado de la variedad cerámica de Tiwanaku. Existe una<br />

notable variedad entre zonas de la propia cuenca del Titicaca, por no mencionar los<br />

estilos derivados de Tiwanaku en zonas como Azapa (Chile) o Cochabamba (Bolivia).<br />

Tiwanaku también destacó en el arte textil, con predominio del uso de lana<br />

de camélidos andinos, generando tapices polícromos sumamente complejos<br />

observables en zonas secas como el norte de Chile o el altiplano boliviano meridional.


Monolito Ponce, denominado así en homenaje al arqueólogo boliviano Carlos Ponce<br />

Sanginés, uno de los principales estudiosos de la cultura tiahuanacota.<br />

Tiahuanaco fue la cultura más longeva del área andina; por tanto, la periodización<br />

evolutiva tuvo distintas teorías y postulados que han ido variando a lo largo de la<br />

historia. En un principio Wendell Bennett dividió Tiahuanaco en tres periodos:<br />

temprano, clásico y decadente. Esta división cronológica fue replanteada con estudios<br />

posteriores. Basándose en la división de Benett, Wallace definió al periodo<br />

tiahuanacota temprano como cultura Keya o Qeya.2<br />

Posteriormente Ponce Sanginés propuso una cronología en cinco fases; las dos primeras<br />

anteceden al periodo temprano que había planteado Benett y corresponden al<br />

periodo formativo tardío de América, posteriormente denominado periodo aldeano.2<br />

La ciudad de Tiahuanaco fue fundada aproximadamente en 1580 a. C., como una<br />

pequeña villa, y creció a proporciones urbanas entre el 300 y el 500, consiguiendo un<br />

importante poder regional en los Andes centrales. En su máxima extensión, la ciudad<br />

cubría aproximadamente 6 km², y tuvo un máximo de 40 000 habitantes.<br />

Colapsó repentinamente aproximadamente en el año 1187. La ciudad fue abandonada<br />

y su estilo artístico se desvaneció (se perdió o desapareció).


En el siglo VIII, Tiahuanaco se expande sobre la base de los enclaves preexistentes, tanto<br />

en la costa como en los valles interandinos; así mismo, extiende su poderío sobre el<br />

altiplano y la sierra. Esta expansión fue posible gracias al dominio del bronce que le<br />

permitió una gran superioridad militar. La expansión se evidencia por la difusión de los<br />

símbolos y elementos tiwanakotas, que aparece en la cerámica y los textiles de todo el<br />

ámbito conquistado. Esta expansión llega hasta el norte de Chile (San Pedro de<br />

Atacama) y muestra relaciones con la cultura de la Aguada de Argentina, deja su<br />

huella en los valles de Cochabamba y avanza por el oeste hasta Cerro Baúl, en la<br />

moderna Moquegua, donde entran en contacto con el imperio huari, con el que se<br />

relaciona económicamente e ideológicamente. Ante la caída del imperio huari en el<br />

siglo X, Tiahuanaco también entra en crisis. En el siglo XII el colapso es inevitable y en<br />

la región donde floreció Tiahuanaco surgen nuevos estados aimaras entre los que se<br />

destacan el reino colla y el reino lupaca.


CULTURA CHAVÍN<br />

La cultura chavín o cultura de Chavín es<br />

una cultura arqueológica del Antiguo<br />

Perú que se desarrolló durante el<br />

Horizonte Temprano.12 Tuvo su centro de<br />

desarrollo en la ciudad de Chavín de<br />

Huántar, que está ubicada a 2 km de la<br />

confluencia de los ríos Huacheksa y Mosna,<br />

en la cuenca alta del río Marañón (en el<br />

actual departamento de Áncash).<br />

Oro chavín.<br />

Tradicionalmente, el desarrollo histórico<br />

de Chavín se considera como un<br />

«horizonte cultural» debido a sus<br />

influencias artísticas y religiosas presentes<br />

en otras culturas contemporáneas a ella.<br />

Gran parte de aquel desarrollo histórico<br />

corresponde al Periodo Formativo<br />

específicamente al Formativo Medio y al<br />

Formativo Superior que tiene como<br />

características la intensificación del culto<br />

religioso, la aparición de la cerámica<br />

estrechamente relacionada a los centros<br />

ceremoniales, la intensificación del cultivo<br />

del maíz y la papa, el perfeccionamiento<br />

de las técnicas agrícolas y el desarrollo de<br />

la metalurgia y la textilería.<br />

Collar chavín de oro.<br />

Fue el arqueólogo Julio César Tello<br />

(conocido como el «padre de la arqueología peruana») quien la descubrió y consideró<br />

como la «cultura matriz» o «madre de las civilizaciones andinas»,4 sin embargo<br />

descubrimientos recientes sugieren que la civilización de Caral ―del periodo<br />

Precerámico Tardío― es más antigua que Chavín.<br />

Tello planteó que la cultura chavín2 fue de origen amazónico debido a las múltiples<br />

representaciones de la iconografía selvática en sus manifestaciones artísticas,<br />

especialmente en la cerámica. En su máximo apogeo Chavín de Huántar, centro<br />

principal chavín, actual Patrimonio Cultural de la Humanidad,5 fue un importante<br />

centro ceremonial y centro de irradiación cultural cuya influencia se extendió por gran<br />

parte de la costa y sierra de los andes peruanos.


Los chavines cultivaron diversos productos entre ellos diferentes variedades de papa.<br />

Desarrollaron la agricultura cultivando diversos productos entre los que figuran<br />

el maíz y la papa, otros productos agrícolas fueron:<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

Tubérculos: camote, mashua, oca, olluco<br />

Leguminosas: frijoles, pallares<br />

Oleaginosas: maní<br />

Condimentos: achote, ajíes<br />

Granos: kañiwa, quinua<br />

Hortalizas: palta, pepino, tomate<br />

Entre las técnicas agrícolas destaca el uso de los canales; también se inició la<br />

construcción de los primeros andenes y el uso de la chaquitaclla (arado de pie), que<br />

acrecentó la productividad agríco

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