29.11.2017 Views

D3947B98-A408-4EFA-8FBC-38254EAA2F68

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CMYK<br />

12<br />

Cultura<br />

Huánuco, miércoles 29<br />

de noviembre de 2017<br />

CMYK<br />

Hablemos de Cultura<br />

con Paola Reynaga<br />

Hace 107 años, nació, en la otra<br />

parte del mundo, el maestro Rodolfo<br />

Holzmann, uno de los personajes<br />

clave del estudio y desarrollo de<br />

nuestra música, a él se le debe el<br />

redescubrimiento de nuestro orgullo<br />

Daniel Alomía Robles, pues fue precisamente<br />

él, quien realizó el catálogo<br />

de las obras de Alomía. Desde que<br />

conoció nuestras tierras se interesó<br />

por nuestra música, su estructura, su<br />

belleza, su particularidad y se dedicó<br />

a ella hasta los últimos días de su vida<br />

(líneas abajo tenemos una pequeña<br />

biografía).<br />

Llegamos al punto al que queríamos<br />

llegar, los restos de este gran<br />

personaje, que, a pesar de su origen<br />

europeo, se dedicó y entregó tanto<br />

a lo nuestro, que ya se consideraba<br />

huanuqueño, pues lo que nos hace<br />

realmente huanuqueños es poner un<br />

granito de arena a esta bella tierra.<br />

Sus restos descansan en el cementerio<br />

del distrito de Conchamarca, y, con<br />

mucha pena vemos el abandono en<br />

la que se encuentra: un espacio de<br />

tierra, una roca que sirve de sostén a<br />

la lápida desteñida con el nombre del<br />

artista, un viejo jarrón con dos flores<br />

casi marchitas. Esa es la imagen de la<br />

tumba de un gran personaje.<br />

Sin ir más lejos, recordé la romería<br />

a la tumba de Ricardo Flórez (maestro<br />

del pincel), y la misma realidad,<br />

solamente que ésta no tiene ni una lápida<br />

donde figure su nombre. Vamos<br />

al conocido Parque Amarilis, donde<br />

no hay una tumba, pero sí un busto<br />

maltratado en honor a la gran María<br />

Rojas de Garay, conocida por todos<br />

nosotros como Amarilis, esa poestisa<br />

que se atrevió a escribir al Fénix de<br />

los Ingenios, el gran Lope de Vega…<br />

Se hablan de efigies, de monumentos,<br />

de construcciones antitécnicas<br />

que nada tienen que ver con personajes<br />

que marcaron el desarrollo<br />

de nuestra historia, y se tiene en<br />

abandono a aquellos que, mediante<br />

su intelecto nos dieron un lugar en<br />

el mundo de las artes, lugar que, hoy<br />

es sepultado por el olvido y abandono<br />

hacia ellos.<br />

Rodolfo Holzmann,<br />

el huanuqueño alemán<br />

Rodolfo Holzmann<br />

nació en Breslau,<br />

Alemania, el 27 de<br />

noviembre de 1910. Desde los<br />

seis años estudió violín. En<br />

paralelo con estudios de medicina,<br />

entre 1928 y 1931, recibió<br />

lecciones particulares<br />

de teoría musical. En 1931,<br />

ingresó al Conservatorio<br />

de Música de Berlín donde<br />

estudió composición, piano<br />

y dirección de orquesta.<br />

Holzmann llegó al Perú<br />

en 1938 a la edad de 28 años<br />

contratado para desempeñar<br />

el cargo de profesor de<br />

oboe en la Academia Nacional<br />

de Música “Alcedo”.<br />

Cuando fue fundada la Orquesta<br />

Sinfónica Nacional, a<br />

fines de 1938, ingresó como<br />

violinista, función que desempeñó<br />

hasta el año 1945,<br />

en que pasó a ocupar el cargo<br />

de Director Asistente de<br />

nuestra primera agrupación<br />

orquestal. Al convertirse la<br />

Academia “Alcedo” en Conservatorio,<br />

fue nombrado<br />

profesor de composición.<br />

Desde su llegada al Perú,<br />

Holzmann se interesó por<br />

estudiar y difundir el acervo<br />

musical peruano. Para dotar<br />

a la Orquesta Sinfónica<br />

Nacional de un repertorio<br />

nacional orquestó un buen<br />

número de obras de distintos<br />

compositores, escritas<br />

originalmente para piano.<br />

Desde 1973 se radicó en<br />

Huánuco, donde fue nom-<br />

brado asesor de estudios de<br />

la Escuela Regional de Música<br />

Daniel Alomía Robles,<br />

por resolución de la dirección<br />

general del Instituto<br />

Nacional de Cultura (INC).<br />

En 1974, la misma dirección<br />

general le encargó, ad honorem,<br />

la dirección de la filial<br />

en Huánuco. De 1975 a 1981<br />

fue director de la Escuela<br />

Regional de Música Daniel<br />

Alomía Robles, donde desarrolló<br />

una fructífera labor<br />

a través de la creación de<br />

nuevos planes de estudios,<br />

del conjunto instrumental,<br />

el convenio con la Universidad<br />

Nacional de Huánuco<br />

Hermilio Valdizán, cursillos<br />

y conferencias y el dictado<br />

de las clases de armonía y<br />

música tradicional peruana.<br />

Logró, en 1980, después de<br />

doce años de espera y con<br />

los recursos del INC, la terminación<br />

de la construcción<br />

del edificio propio de la<br />

escuela, situado en el lugar<br />

donde nació el autor de El<br />

Cóndor Pasa. En 1973 fundó<br />

el conjunto coral de cámara<br />

Camerata Huánuco, del que<br />

fue director hasta 1981.<br />

Durante muchos años,<br />

presentó en las emisoras de<br />

radio de Huánuco audiciones<br />

didácticas de música<br />

culta, bajo los títulos de Sala<br />

de Conciertos, Tú y la Música<br />

y El Mundo Mágico de<br />

la Música, contribuyendo a<br />

la difusión y conocimiento<br />

del arte musical. En junio de<br />

1981, el Concejo Provincial<br />

de Huánuco lo contrató<br />

como asesor cultural y director<br />

del Coro Municipal,<br />

conjunto que en 1982 se<br />

convirtió en Grupo Coral<br />

Huánuco bajo su dirección<br />

y como dependencia de la<br />

Corporación Departamental<br />

de Desarrollo. También<br />

le confirió la medalla de la<br />

ciudad.<br />

En 1942 publicó el catálogo<br />

de las obras del compositor<br />

puneño Theodoro<br />

Valcárcel. Al año siguiente<br />

publicó igualmente los catálogos<br />

de las obras de Daniel<br />

Alomía Robles, Alfonso de<br />

Silva y Vicente Stea.<br />

Abordó también el estudio<br />

de la música tradicional<br />

peruana durante los años en<br />

que trabajó en la Escuela Nacional<br />

de Danzas Folklóricas<br />

y que prosiguió a lo largo de<br />

toda su vida. Como resultado<br />

de esa labor publicó un<br />

álbum de danzas y canciones<br />

con prólogo de José María<br />

Arguedas. Posteriormente<br />

los trabajos musicológicos<br />

De la trifonía a la heptafonía<br />

en la música tradicional<br />

peruana, Q’ero, pueblo y<br />

música, Introducción a la<br />

Etnomusicología y El cóndor<br />

pasa, libro dedicado a la<br />

memoria de Daniel Alomía<br />

Robles.<br />

Durante los últimos años<br />

de su vida residió en Huánuco,<br />

desarrollando en esa<br />

ciudad una activa labor musical<br />

como director de coros,<br />

profesor y Director de la<br />

Escuela Regional de Música<br />

“Daniel Alomía Robles”. Se<br />

nacionalizó peruano en 1944<br />

y falleció en 1992.<br />

ENRIQUECIENDO<br />

NUESTRO LÉXICO (*)<br />

• Alpargata. Calzado de lona<br />

con suela de cáñamo, que se<br />

asegura por simple ajuste o<br />

con cintas.<br />

• Alpende. Cubierta voladiza<br />

de cualquier edificio y especialmente<br />

la sostenida por<br />

postes o columnas, a manera<br />

de pórtico.<br />

• Alquería. Casa de labor,<br />

con finca agrícola.<br />

• Alquimia. Conjunto de especulaciones<br />

y experiencias,<br />

generalmente de carácter<br />

esotérico.<br />

• Alquitara. Aparato para<br />

destilar.<br />

(*) Lexicón Multidisciplinario

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!