ELMOTORISTA E 334

14 solidaridad
Baja Cilindrada
lunes 11 DE DiciEmbrE DE 2017
el MOTORIsTA
el CAMInO para llegar fue complicado.
»REACCIONES
Estuvimos en
la comunidad
de la aldea
Monte Cristo,
Palín, Escuintla,
vinimos a hacer un convivio
con las personas de esta comunidad.
Varios compañeros del
club vinimos a dejarles tamales,
pan, café, piñatas y dulces, para
compartir lo poquito que tenemos
con las personas de acá.”
JORge luIs guzMán
Presidente Club GN 125
Visitamos la
aldea Monte
Cristo del
municipio de
Palín, es una
aldea bastante alejada del casco
urbano, olvidada por los gobiernos
municipales. Dios dijo:
“Mas tuve hambre y me diste
de comer”. Nosotros tenemos
que ser altruistas con nuestros
hermanos.”
eddy CORTez
Club GN 125
Compartimos
con las
personas de
esta aldea. Un
miembro de
nuestro club fue quien nos hizo
la invitación para que viniéramos
a compartir con todas estas
personas.”
AugusTO AnzueTO
Club GN 125
Estamos muy
contentos de
estar en la
aldea Monte
Cristo, estamos
muy agradecidos con todas
las personas que colaboraron
para traer las cositas para los
niños.”
nICOlás XuyA
Club GN 125
lOs nIñOs de la comunidad
estuvieron felices con los dulces. COMpARTIeROn un tamal con todos los presentes.
Club suzuki gn 125
comparte con niños
de escasos recursos
lOs nIñOs posaron con el Club GN 125.
el CluB GN 125 dibujó esta sonrisa.
TOdOs hICIeROn su cola para recibir los juguetes.
Quebraron piñatas y
llevaron mucha felicidad
a los pequeños.
I
ntegrantes del Club GN 125
demostraron este fin de semana
su buen corazón y
deseos de servir al prójimo,
ya que organizaron un convivio
para compartir un poco de lo que
tienen con las familias de la Aldea
Monte Cristo, localizada en Palín,
Escuintla.
El punto de partida fue ayer
domingo 10 de diciembre en la
gasolinera Shell Majadas, a las
7 de la mañana, con rumbo a la
aldea.
El camino fue de aventura
adentrándose por una finca en
camino de terracería bastante
complicado; pero no para la GN
de Suzuki la cual se puede maniobrar
muy bien por su diseño y
cómoda posición de manejo. Los
carros que llevaron los víveres sí
vieron complicado su paso, obligando
a los motoristas a poner y
quitar piedras en algunas partes
para poder llevar la dotación a su
destino.
Al llegar a la Aldea Monte
Cristo, infantes y familias completas
recibieron a los altruitas
aplausos de gratitud por su solidaridad.
La felicidad de los pequeños
estuvo en todo momento, especialmente
cuando quebraron las
piñatas, bailaron y se repartieron
los juguetes que se habían recolectado.
Los papás también fueron
sorprendidos por los motoristas,
pues compartieron un rico
tamal con ellos, dejándoles ver su
apoyo desinteresado.