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usco de todo ejercicio después de correr<br />
puede ser peligroso, ya que la sangre atrapada<br />
en las extremidades puede formar un “charco”,<br />
coágulo o trombo. Los músculos necesitan un<br />
periodo de relajación para que el sistema<br />
circulatorio vuelva a la normalidad. Trotar tres<br />
veces por semana, durante 20 minutos a nivel<br />
aeróbico, puede reducir la tasa de latidos del<br />
corazón en reposo en un promedio de 1 latido<br />
por semana de correr, hasta 15 semanas. Las<br />
tasas de recuperación después del ejercicio<br />
debería mejorar casi al mismo ritmo. El<br />
rendimiento cardíaco y el volumen de impulsión<br />
también aumentarán; es decir, el ventriculo<br />
producirá una contracción más potente.<br />
Entonces el resultado son menos latidos, pero<br />
más fuertes. Las personas hipertensas han<br />
mostrado una tendencia hacia una presión<br />
sanguínea más normal después de correr,<br />
como mínimo, tres veces por semana, durante<br />
un periodo de quince semanas. Correr largas<br />
distancias despacio, aumenta también la<br />
entrega de oxígeno al cerebro, hígado, riñones,<br />
piel y también a los órganos genitales.<br />
Aquí empieza la controversia. Hay una<br />
acalorada discusión acerca de que si correr<br />
tonifica el sistema cardiovascular y muscular y<br />
mejora la calidad de la vida o no, o si en<br />
realidad evita la muerte por ataque al corazón.<br />
Las enfermedades cardiovasculares son una de<br />
las mayores causas de mortalidad en hombres<br />
mayores de treinta y cinco años. Los ataques<br />
cardíacos tienen el número uno, la angina de<br />
pecho el número tres, y otras enfermedades de<br />
los vasos sanguíneos el número cuatro (el<br />
cáncer tiene el número dos). Las enfermedades<br />
cardíacas matan a una de cada diez personas<br />
que mueren antes de los treinta y cinco años, y<br />
a una de cada tres mayores de cuarenta años.<br />
Comenzar a correr después de los<br />
35 años implica mayores riesgos<br />
de salud y más cuando se ha<br />
llevado una vida sedentaria y llena<br />
de excesos : fumar, beber alcohol,<br />
mala alimentación...<br />
La cuestión es saber si el ejercicio vigoroso,<br />
como el correr, reduce la incidencia o gravedad<br />
del ataque cardíaco o no. Hay pocos casos de<br />
enfermedad cardíaca coronaria en que no se<br />
pueda hacer nada. Podemos controlar nuestras<br />
dietas para que tengan bajo contenido en<br />
grasas, perder peso, evitar esfuerzos, no fumar,<br />
no beber, tampoco depender de algún<br />
medicamento o droga, y si hacer ejercicio.<br />
Los adultos mayores deben de<br />
correr con moderación y no<br />
sobre esforzar a su corazón.<br />
La sangre contiene dos grasas esenciales para<br />
la vida: colesterol y triglicéridos. El colesterol es<br />
una parte natural del cuerpo, es sintetizado en<br />
el hígado, componente indispensable de la<br />
estructura celular. Pero hay una marcada<br />
diferencia entre el colesterol que produce el<br />
cuerpo y el ingerido con las comidas. Cuando<br />
en la sangre hay demasiado lípido<br />
(colesterol/triglicerido), existe una condición<br />
llamada hiperlipidémia, en que se forman<br />
depósitos en las paredes interiores de las<br />
arterias. Esto reduce su diámetro y produce la<br />
arterioesclerosis. Se cree que otros depósitos<br />
grasos sobre las paredes pueden causar la<br />
formación de un trombo, que también<br />
bloquearía la arteria. El ejercicio puede evitar la<br />
formación de un trombo o ayudar a disolver<br />
uno, ya que el ejercicio aumenta el tiempo de<br />
coagulación de la sangre. En el siguiente<br />
artículo profundizaremos en el tema.<br />
SEPTIEMBRE NOVIEMBRE 2014 2013 <strong>MarathoNews</strong> 175