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Juan Díaz<br />

Rebollar<br />

Son diversas las voces que han cuestionado<br />

las coaliciones electorales registradas<br />

para la elección presidencial de<br />

este año, y la Coalición Por México al<br />

Frente (PAN-PRD-MC) es una de las<br />

que más críticas ha recibido por su supuesta<br />

característica contra-natura,<br />

dado que, dicen sus detractores, en ella<br />

se busca unir al agua y el aceite, que la<br />

base de dicha coalición es el pragmatismo,<br />

y que la ideología de sus partidos<br />

políticos representan polos opuestos.<br />

Ante dichas voces, conviene hacer algunas<br />

aclaraciones. En primer lugar, es<br />

importante resaltar que cualquier coalición<br />

electoral es una pieza representativa<br />

en una democracia moderna. En un<br />

Pluma Invitada<br />

La Coalición “Por México al Frente”.<br />

Entre la fuerza y el consenso<br />

Pedro Díaz<br />

Rebollar<br />

régimen de presidencialismo exacerbado<br />

y de partido hegemónico como el<br />

que padecimos gran parte del siglo pasado<br />

era impensable la existencia de<br />

una coalición electoral, dado que la presencia<br />

de partidos políticos de oposición<br />

era nula. O en regímenes con<br />

sistemas bipartidistas como el estadounidense,<br />

el electorado sólo se constriñe<br />

a elegir entre una u otra opción, no tiene<br />

un abanico de varias alternativas, o de<br />

varias combinaciones de partidos para<br />

elegir a sus representantes.<br />

Por otro lado, en lo que hace al cuestionamiento<br />

del pragmatismo político<br />

presente en la Coalición por México al<br />

Frente, no olvidemos que todas las coaliciones<br />

per se, tienen como común denominador<br />

la intención de acceder al<br />

poder, tal y como la tiene cualquier partido<br />

que no participa en alguna coalición,<br />

lo cual es totalmente legal y<br />

legítimo. Tan es así que desde las elecciones<br />

presidenciales de 1988 a la<br />

fecha, han existido varias coaliciones.<br />

La izquierda es la más coalicionista, recordemos<br />

que los partidos PARM, PPS,<br />

PFCRN y PMS apoyaron en 1988 la<br />

candidatura presidencial de Cuauhtémoc<br />

Cárdenas.<br />

En el 2000 el PAN y el PVEM cobijaron<br />

la candidatura de Vicente Fox. Y el<br />

PRI y el PVEM fueron aliados en las<br />

elecciones de 2006 y 2012.<br />

En 2018, PRI, PVEM y Nueva Alianza<br />

conformaron “Todos por México”; en<br />

tanto que Morena, PT y Encuentro Social<br />

se coaligaron en torno a “Juntos<br />

Haremos Historia”.<br />

Por lo tanto, las coaliciones electorales<br />

ni son nuevas en México, ni representan<br />

la relatividad ideológica de los partidos<br />

que la integran. Por lo contrario, las coaliciones<br />

electorales tienen una gran<br />

virtud, que es conciliar dos elementos<br />

políticos que en principio parecieran ser<br />

diametralmente dialécticos: la fuerza y<br />

el consenso.<br />

Las coaliciones tienen la virtud de que<br />

suman la fuerza territorial, los esfuerzos<br />

de sus militantes y simpatizantes, los logros<br />

de gobierno, los recursos económicos<br />

con los que cuentan, y la fortaleza<br />

ideológica que les provee identidad y<br />

que al mismo tiempo enriquece el debate<br />

político.<br />

Por otro lado, las coaliciones representan<br />

grandes esfuerzos de consenso para<br />

conciliar la designación de candidatos,<br />

la plataforma electoral, el diagnóstico<br />

del país y el eventual programa e integración<br />

del gobierno en caso de ganar.<br />

En suma, si la Coalición Por México al<br />

Frente es considerada como la unión del<br />

agua con el aceite, eso en sí mismo debe<br />

entenderse como una virtud, como un<br />

logro de la conciliación entre la fuerza<br />

y el consenso de lo que cada partido político<br />

integrante representa y de lo que<br />

cada uno de ellos tuvo que ceder para<br />

cohabitar en un mismo proyecto, en una<br />

misma visión de Estado, y en un fin en<br />

sí mismo.

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