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PORTADA
MAMÁ
MADONNA
Por: Sandra Chávez
El trabajo de ser madre es un trabajo duro, "como mamá de 4, a veces siento que mi
cabeza va a explotar".
Uno pensaría que la reina del pop no tiene ningún problema por que debe tener más o
menos 20 personas detrás cumpliendo todas sus órdenes. La realidad es diferente;
tratar de mantener en orden una casa con cuatro niños es una tarea que ni la Reina
del Pop, Madonna puede realizar, y es que en una entrevista, la diva aseguró que es
algo muy difícil y que la estresa.
"No voy a mentir, es difícil tener 4 hijos y hacer todo lo que hago", confesó Madonna y
aseguró que aquellos que critican la forma de educar a sus hijos no tienen ni idea de lo
que hablan. Y más cuando vemos que la pequeña Lourdes se ha convertido en una
adolescente cada vez más parecida a su megafamosa madre, Madonna. Solo tiene
14 años, pero la joven ya nos ha demostrado que tiene muchísima personalidad y
disfruta el rol de la hija de la Reina del Pop.
Podrá tener todo el dinero del mundo para invertir en tratamientos de belleza, para
asistir a clases de yoga de todo tipo y para comprarse todos los alimentos vegetarianos,
pero Madonna nunca podrá detener el tiempo. Sin embargo, ver a Lourdes es
como volver a ver a Madonna joven.
El parecido no solo es físico, pues madre e hija también comparten los gustos. La
adolescente se viste de manera similar a cómo lo hacía la Reina del Pop allá por los
años 80 cuando recién comenzaba su carrera. Pero, claro, ahora que Madonna es
madre no le gusta demasiado que su hija imite su sensual manera de vestirse y le ha
pedido que sea más conservadora.
"Todo el mundo tiene algo que decir sobre la forma en que llevo mi vida, al final yo
hago lo mejor que puedo. Si a la gente no le gusta, en realidad ese es su problema"
Madona confiesa que llegó a Nueva York
en 1977 con 37 dólares en su bolsillo, hoy
en día es una de las estrellas del rock con
una fortuna 10 millones de veces mayor.
Por más que ella lo haya repetido infinidad
de veces desde lo más alto de las listas de
ventas, 'Like a Virgin' o 'Material Girl' son
el punto de partida de una Madonna que
paso de no tener nada a ser una poderosa
multinacional de hacer dinero, y de
gastarlo, que roza la obscenidad y
escandaliza, pero no tanto por la letra de
sus canciones como por los números de
su fortuna.
Los expertos en sacar cuentas estiman
que la rubia ha llegado a los 51 años con
un botín de unos 300 millones de euros.
«He trabajado como una mula durante
treinta años para conseguir lo que tengo»,
aclara de entrada... quien a la música y a la
moda les debe su récord de ser la
cantante con mayores ingresos anuales de
la historia. Sólo con la primera parte de su
gira 'Sticky & Sweet' sumó 166 millones de
euros en 2008; después de toda la vida
con Warner Music, también ese año firmó
un contrato con la promotora Live Nation
Inc. que le reportará en una década otros
82 millones; más los derechos de
retransmisión de conciertos, más los 5
millones de su ficha de modelo, más los 7
que puede cobrar por recital privado, más
el acuerdo con la cadena de ropa H&M,
más su faceta de actriz... Total, que en un
año de crisis como dice que fue el 2008.
Que tal su estres por bajos ingresos
comparada con los pobres empleados de
nuestra querida patria que agradecen un
salario minimo para salir de la crisis.
EMPRESARIA GENIAL O RUBIA CON SUERTE
Robert Thompson, profesor de la
Universidad de Syracuse, se ha dedicado a
estudiar a Madonna como empresaria y
ha concluido que es «extraordinariamente
brillante en el negocio de la cultura». Con
menor fundamento científico, Mick Jagger
la definió como «un vaso de inteligencia en
un mar de ambición»; vaso que otros ven
medio vacío. Su hermano Christopher la
retrata como una «obsesiva del control,
capaz de dejarte en la más absoluta de las
estacadas». Y a Joni Mitchell, cantautora
canadiense, le parece prefabricada, sin
más mérito que saber «contratar a la gente
correcta». Gracias a esta habilidad, antes
que a su discreto metro sesenta,
SU HISTORIA DE AMANTES,
EXCESOS, DIVORCIOS Y MUCHOS CAPRICHOS
Por: Maria Alejandra Murcia
«ha conseguido gran cantidad de dinero».
Desde luego, y de hecho acumula infinidad de
propiedades. Aunque Madonna Louise
Veronica Ciccone Fortin, que así se llama,
nació en Michigan en 1958, se mudó a
Londres en 2000 al casarse, en segundas
nupcias, con el director de cine británico Guy
Ritchie. Pagaron diez millones de euros por
una vivienda en el acomodado barrio de
Marylebone, pero, al parecer, sus doce
habitaciones pronto se quedaron pequeñas
para la pareja y sus dos hijos, Rocco y David
Banda: la cantante compró, a veinte metros,
una segunda casa, por la que desembolsó
ocho millones y donde instaló su gimnasio
particular.
Mientras perdía grasa, engordaba sus
propiedades. Madonna, que en 1996 fue
madre por primera vez ( Lourdes ) de su
entrenador personal, es dueña también de un
edificio en West End valorado en 4,6 millones,
que usa como sede la sociedad judía
Kabbalah. La misma comunidad ocupa su
casa de cinco pisos en Regents Park,
avaluada en otro par de millones. Y algo más
vienen a costar cada uno de los dos
apartamentos que posee en Manhattan.
Deslumbran con vistas a Central Park, pero
no resisten la comparación con la mansión
de Beverly Hills (11 millones de euros) o la
que tuvo en Wiltshire, al suroeste de
Inglaterra. Con ocho cuartos de baño y 40
hectáreas de bosque, la compró en 2001
por 12 millones de euros y en 2008 se la
entregó a su esposo como parte del divorcio.
GUY SOLO QUERIA MI DINERO
Frase muy conocida dentro de los matrimonios
y divorcios de la farándula internacional.
Es tal vez lo que menos rentable le ha salido
a la exitosa empresaria son sus relaciones
amorosas y posteriores rompimientos.
Su primer matrimonio, con el actor Sean
Penn, duró cuatro años; y no llegaron a
ocho el segundo con el cineasta británico,
aunque, pensamos que ese si era. Entre
los cien ingleses más acaudalados, Ritchie
creció en un palacio donde durmieron los
reyes George IV y William IV. La reina del
pop, asegura que no se enamoró de él al
ver su chequera, sino su «torso desnudo».
La boda costó 3 millones de euros, pero
Madonna los dio por bien empleados
porque «estaba viviendo un viaje
espiritual». Hasta que un mal día descubrió
que «él sólo quería mi dinero». Estalló una
crisis que noqueó el patrimonio de la
cantante. El divorcio le ha costado 77
millones de euros: 2,6 en metálico, la
mansión de Wiltshire y un pub que
adquirieron en Londres por cuatro
millones.
22 RockStars Junio/ 2012
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