Latinoticias_Finalmente en Casa

El Evangelista
Desde Alaska hasta Argentina,
desde Fiji
hasta Japón, y practicamente
en todo el
mundo, no hay un líder religioso
o un jefe de estado que no haya
sido tocado por el ministerio de
Billy Graham, cuyo legado permanecerá
por muchos años y el
resultado de su ministerio tendrá
trascendencia eterna.
Billy Graham y los miembros de
su equipo establecieron una marca
que difícilmente se igualará:
Predicaron cara a cara a casi 215
millones de personas al rededor
del mundo. En la década de 1960,
Billy ya se había dirigido a más
personas que cualquier orador secular
o religioso en toda la historia.
A esto se suman los millones
más alcanzados por la radio, la
televisión, las películas, la tecnología
satelital y la página impresa,
y ahora el Internet. Y hoy podemos
comprender cómo surgieron
muchísimas de las organizaciones
cristianas y agencias misioneras
cuyos fundadores fueron motivados
y desafiados por el ministerio
de Billy Graham.
Miles de evangelistas en el mundo
reconocen la gran influencia en sus
vidas, y aunque muchos de ellos
no lo conocieron personalmente,
le identifican como su modelo y
como el gran evangelista de todos
los tiempos.
“En una gran debilidad, me ponía
de pie para predicar, y luego sentía
un poder que venía sobre mí”.
-Billy Graham
Hemos visto miles de personas
inspiradas para tomar la antorcha
del evangelismo a través de los
grandes congresos internacionales
organizados por la Asociación
Evangelística Billy Graham en
Berlín, Alemania; Lausana, Suiza;
Manila, Filipinas; y las tres reuniones
notables para evangelistas en
Amsterdam, Países Bajos. El último
de ellos reunió a unos 10,000
evangelistas de 211 naciones y
ciudades, superando incluso a los
Juegos Olímpicos o las Naciones
Unidas en representación.
La Biblia era su libro
En vísperas de su histórica Cruzada
decisiva en Los Ángeles,
en 1949, Billy tuvo que superar
las dudas que se le habían planteado
acerca de la verdad y la
autoridad de la Biblia. Fue en
Forest Home, situado a 5,000
pies de altura en las montañas
de San Bernardino, cerca
de Los Ángeles, donde Billy
dejó su Biblia sobre un tronco
de árbol y se comprometió sin
reservas con la autoridad de la
Palabra de Dios. “Se había cruzado
un puente importante”,
escribió más tarde.
Aquella noche Billy Graham
pasó a enseñar a cientos miles
de personas el mensaje del
evangelio, enamorándonos de
la Biblia. A los pocos minutos
multitudes caminaban hacia la
plataforma. En su primer sermón
de la Cruzada de Madison
Square Garden de 16 semanas,
en mayo de 1957, pronunció estas
palabras: “Mis mensajes de
cada noche se basarán en la
Biblia ...no estoy aquí para darte
mis pensamientos, sino los
pensamientos de Dios”. Este
fue el gran secreto y motivo de
su gran éxito.
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