Gaceta UAQ 05 | Mayo 2018

Dya ‘Yuhu / Somos Raíces
SOMOS
LENGUA
MTRA. MARÍA NIETO CASTILLO
FACULTAD DE DERECHO
México reconoce la
pluriculturalidad de
la población del
país, a partir de la
reforma al Artículo 4° constitucional
en 1992. Posteriormente en
2001, se integraron a la Constitución
una serie de derechos reconocidos
que abordan el tema
de los pueblos y comunidades
indígenas, así como las obligaciones
de la Federación, estados
y municipios en relación a éstos.
Uno de los derechos reconocidos
en el Artículo 2° constitucional
tiene que ver con la protección
de la lengua materna, cuyo
contenido garantiza el derecho
de los pueblos y comunidades
indígenas a la autonomía para
preservar y enriquecer sus lenguas,
su conocimiento y todos
los elementos que constituyan su
cultura e identidad.
Si bien la Organización de
las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) estableció el Día Internacional
de la Lengua Materna
con el objetivo de promover el
multilingüismo y la diversidad cultural
en 1999, al respecto en nuestro
país se legisló sobre los derechos
lingüísticos hasta 2003, mediante
la Ley General de los Derechos
Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.
En esta Ley se establece que
todas las lenguas de México tienen
la misma validez, son lenguas nacionales
y pueden ser utilizadas
en la vida pública y privada. Lo
anterior resulta sumamente importante
al comprender que, de los
aproximadamente 17 millones de
indígenas, 6 millones hablan una
lengua propia.
El Instituto Nacional de Lenguas
Indígenas (INALI) cuenta
con un catálogo de la diversidad
lingüística de los pueblos indígenas
clasificándola por medio de tres
categorías. En primer término las
familias lingüísticas, que son el conjunto
de lenguas cuyas semejanzas
estructurales y léxicas se deben a
un origen histórico común. Una
segunda clasificación refiere a la
agrupación lingüística, es decir,
al conjunto de variantes comprendidas
bajo el nombre dado históricamente
al pueblo indígena. Por
último la variante lingüística que se
define como una forma de hablar
que presenta diferencias estructurales
y léxicas en comparación
con otras variantes de la misma
agrupación lingüística e implica,
para sus usuarios, una determinada
identidad sociolingüística que se
diferencia de la de los usuarios de
otras variantes. Como se puede
observar la riqueza lingüística de
México es enorme y se sustenta en
la diversidad de lenguas que los
pueblos han logrado conservar. En
la actualidad se identifican en 68
pueblos, teniendo en cuenta que
en el siglo XV se calculaban más
de 100.
Según la Guía de actuación
para juzgadores en materia de Derecho
Electoral Indígena, la lengua
constituye para los indígenas no
sólo un elemento comunicativo, de
transmisión de palabras, sino que
es además un medio de transmisión
del mundo donde viven, de la
cosmovisión que comparten. Esta
afirmación pone en claro la importancia
de la lengua, no sólo para
pueblos originarios sino para todos
los pueblos del mundo, ya que es un
valioso elemento de identidad. Algo
de cierto tiene la frase que dice: “al
morir una lengua muere una cultura”.
Fotos: Aurelio Núñez
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