DENOVIOS 162 - 23052018
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No lo pensaron dos veces y una semana después de su<br />
matrimonio comenzó esta aventura por el mundo. “Lo<br />
mejor de esta luna de miel ha sido el tiempo que hemos<br />
pasado juntos, que se ha transformado en una forma<br />
increíble de iniciar nuestra vida de casados. Llevamos<br />
más de un año compartiendo 24/7, y nos seguimos<br />
haciendo reír, disfrutando y pasándolo tan bien como<br />
siempre. Valoramos mucho esta oportunidad de vivir<br />
tantas cosas en pareja, algo que no estaríamos haciendo<br />
en una vida más ‘normal’. No nos podemos quejar,<br />
estamos cumpliendo un sueño y somos felices. Eso es<br />
lo que nos mueve y continuará moviendo”, comentan<br />
desde alguna parte de su recorrido.<br />
Demás está decir que recomiendan esta experiencia<br />
a todos los recién casados y, por lo mismo, hace un<br />
tiempo decidieron emprender un proyecto en conjunto<br />
y crearon www.comoyviajo.com (@comoyviajo_com),<br />
una página web donde asesoran a otras personas en<br />
sus viajes. “En más de un año de luna de miel, nosotros<br />
mismos hemos acumulado miles de consejos<br />
sobre qué hacer en tal ciudad, cómo ir de un lado<br />
a otro, qué o dónde comer la mejor comida típica,<br />
dónde no ir, las estafas más comunes en ciertos<br />
países y un largo etcétera. Por eso quisimos compartir<br />
y ayudar a otros que quieran aventurarse en un<br />
viaje como el nuestro”, cuenta Fili.<br />
¿CUÁL HA SIDO SU RECORRIDO?<br />
Nuestra luna de miel partió en España, sin ninguna<br />
razón en particular más que era el pasaje de salida<br />
más barato en su momento. Desde ahí nos emocionamos<br />
con visitar Marruecos así que partimos para allá.<br />
Estuvimos un mes recorriendo y ¡nos encantó! Sobre<br />
todo el tour en camello por el Desierto del Sahara. Era<br />
tan hermoso como lo imaginábamos: la arena café, las<br />
dunas tan suaves y las palmeras por aquí y por allá.<br />
De ese lugar volamos a Austria y estuvimos dos<br />
meses dando vueltas por Europa del Este: Eslovaquia,<br />
República Checa, Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.<br />
Estos últimos tres países nos sorprendieron gratamente<br />
con el alto nivel de desarrollo y todos los atractivos<br />
turísticos que tenían.<br />
Desde Estonia cruzamos por tierra a San Petersburgo,<br />
donde tomamos el tren hasta Moscú para subirnos al<br />
Transiberiano. Recorrimos Rusia de un extremo a otro<br />
en tren y fue una experiencia genial. Entremedio nos<br />
escapamos a Mongolia, una total sorpresa. No sabíamos<br />
mucho de esta nación, pero nos enamoramos de<br />
ella; es completamente distinta a todo lo que habíamos<br />
visitado hasta ese entonces, muy natural y tradicional.<br />
Ahí comimos la comida más extraña del viaje,<br />
como té con sal, mantequilla con azúcar o arroz con<br />
carne remojado en té con leche. Es en esos momentos<br />
cuando se pone totalmente a prueba tu tolerancia<br />
hacia las cosas nuevas.<br />
Nuestro recorrido nos llevó a pasar unos días en Hong<br />
Kong -realmente una locura de ciudad y a la que hemos<br />
vuelto en reiteradas ocasiones por las escalas<br />
de nuestros vuelos- para luego continuar al Sudeste<br />
Asiático. En esta primera parada visitamos Malasia,<br />
Indonesia y Singapur. Aprovechamos el buen clima<br />
y disfrutamos de sus playas, conociendo pueblitos<br />
pequeños y básicamente descansando.<br />
Una vez que teníamos recargadas las pilas, partimos<br />
a India, otro sueño que teníamos pendiente. Estuvimos<br />
dos meses y apenas alcanzamos a conocer una<br />
pequeña parte. Es increíble lo enorme y variado culturalmente<br />
que es ese país; pero sí que es maravilloso...<br />
los colores, la gente, la comida, todo es nuevo y<br />
llamativo. Aquí nos tocó vivir uno de los instantes más<br />
especiales de nuestro viaje: la fiesta de Dussehra. Un<br />
amigo indio y su familia nos invitaron a celebrarla a su<br />
comunidad. Nos llevaron a los templos a ver las ofrendas<br />
y escuchar la música en vivo, nos acompañaron a<br />
los desfiles de dioses llenos de flores por las calles y<br />
hasta bailamos en círculo sus danzas típicas. Fue una<br />
experiencia muy especial y enriquecedora. Sin lugar a<br />
duda, India es de esos lugares que apenas llegamos<br />
supimos que tendríamos que volver.<br />
Después volvimos al Sudeste, pero esta vez a Tailandia,<br />
Vietnam, Laos y Myanmar. Ahora ya vamos cada vez<br />
más lento, porque estamos más cansados, ¡pero sin<br />
ganas de parar! Así que nos queda un tiempo por estos<br />
lados de Asia, donde podemos viajar mucho más barato,<br />
y ya veremos qué nos depara el futuro.