Revista Presencia Acapulco 1119

Tiende tu Cama
Por Miguelángel Lépez Vela
A
mi madre, Tere Vela, que nos enseñó a tender nuestra
cama. Gracias y felicidades por esos 93 años en compañía
de tus 7 hijos, 17 nietos y 13 bisnietos.
De todas las Fuerzas de Operaciones Especiales que existen
en los ejércitos del mundo, destaca el Grupo Seal por su
preparación, organización y resultados. Los SEAL, están formados
por aspirantes de otras unidades especiales como los
Rangers, los Marines y los Delta Force. La información de
su aprendizaje es clasificada y de alto nivel y no tiene acceso
ni la Casa Blanca ni el Departamento de Defensa de los
Estados Unidos.
Parte de la plática a marinos mexicanos del entrenamiento
del Grupo Seal (Sea, Air and Land: Mar, Aire y Tierra) en una
conferencia en el Centro de Estudios superiores de la Naval
que integra, regula y coordina en una sola organización a
todas las Escuelas de Formación, de Posgrado, las Técnicas,
los Centros de Capacitación y los Centros de Adiestramiento
de la Secretaría de Marina-Armada de México, Centro
de Estudios Superiores Navales, Heroica Escuela Naval
Militar, Escuela Médico Naval, Institutos Oceanográficos,
Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de
México, Escuela de Posgrados en Sanidad Naval y Escuela de
Búsqueda, Rescate y Buceo de la Secretaria de Marina.
Las fuerzas armadas se basan en el orden y la disciplina,
por ello el almirante comandante inicia su plática diciendo
que el principio del orden y la disciplina es tender tu cama.
Aquel que no inicia el día tendiendo su cama, no está preparado
para la siguiente acción. Y si por alguna razón tienes un
día desastroso llegar a tu cama, bien tendida, es el mejor aliciente
para decir, bueno el día ya pasó, vamos a descansar y
mañana será otro día.
El entrenamiento dura seis meses, de los
inscritos terminarán del 10 al 20%. La
primera desbandada se da después de
un día agotador de ejercicio físico subir
una montaña, correr 3 km, nadar 1 km.
Se les informa que esa noche bucearan
entre tiburones, que deben tener mucho
cuidado; si ven que un tiburón que los
avista, quédense inmóviles, el tiburón
empezará a dar vueltas a su alrededor.
No se muevan y en el momento más inesperado
golpeen al tiburón con todas sus
fuerzas en la nariz. Hasta el día de hoy
no se sabe de marinos devorados por tiburones.
Por una extraña razón muchos
abandonan la misión antes de ir al mar
de los tiburones. La razón de esta parte
del aprendizaje, dice el almirante, es que
el mundo está lleno de tiburones a veces
en el mar, a veces en la tierra.
Pero la semana del infierno es decisiva.
Pasarán una semana sin comer y sin
dormir y tendrán que atravesar un terreno
fangoso. Los sumergirán en agua
helada con manos y pies atados, tienen
que salir a tomar aire y regresar al fondo
tres veces. Muchos terminan en el hospital,
de los pocos que sobreviven pasarán
dos últimas pruebas de lealtad. Cuando
están en el agotamiento total les piden
que si cinco renuncian, terminará el suplicio
para todos. La última prueba consiste
en cantar una canción de apoyo, si
alguien deja de cantar, igual, se les perdona.
Nadie lo hace y así es como quedan
los mejores que se enfrentarán a
las pruebas más riesgosas y peligrosas
en cualquier parte del mundo, sean
de rescate o encubiertas. De su trabajo
destacaría la muerte de Bin Laden en
Afganistan.
Termino recordando a Salvador Dalí,
aquel extravagante pintor que emulando
a Aníbal quiso cruzar los pirineos en
un elefante pintado de rosa. Aquel que
dijera: Si tuviera un hijo, no lo dudaría,
su educación sería militar, porque para
triunfar en la vida se requiere honestidad,
honor, lealtad, valor, disciplina e
integridad.
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octubre2018