CASI-TERMINADA-REVISTA-terminada

Desde la historia la sociedad se enfrenta y trata de adaptarse a cambios constantes que caracterizan el entorno, los cuales
generan gran impacto en los seres humanos ya que no han sido creados o programados para aceptar, apoyar o aportar a
algunas de las realidades que vive nuestra humanidad actual. De acuerdo a esto es importante recalcar que todos los seres
humanos son iguales en su contorno físico o figura humana, más no en su pensamiento, en
La razón o en el sentido del ser, todas las realidades que vive la humanidad son diferentes y por ello cada individuo se
caracteriza en sí mismo.
Situación actual que no se evidencia pues han programado a la mayor parte de la sociedad. Se hace énfasis en ello como la
explicación que más se acerca a entender por qué muchos se- res humanos son homofóbicos y el motivo por el cual rechazan,
hacen juicios de valor, excluyen y agreden a la comunidad LGBT, pues tristemente muchos fueron programados con un
microchip que solo tiene como fin seguir un modelo conservador y sesgado a la realidad actual donde lo humano se pierde
pero el pensamiento inculto prevalece.
Desde la experiencia de Trabajo Social es importante dar a conocer una realidad que viven desde el ambiente educativo
algunos adolescentes y jóvenes, quienes han tenido una orientación sexual e identidad diferente a la que se ha constituido en
la humanidad, pero quienes no se han arriesgado a manifestar libre y tranquilamente lo que son, por los diferentes miedos y
estigmas que ha creado la sociedad programada por el microchip de la homofobia.
Muchos de estos jóvenes y adolescentes viven en una realidad oculta, que solo conocen ellos, que es mejor no mencionar,
realidad que no aceptaran quienes fueron programados por este gran monstruo que impone un pensamiento, una razón y un
modelo de lo que implica y significa ser humano. Hablo de microchips porque la mayoría siguen ese modelo, suele parecer
algo ilógico pero con una lógica increíble, generar el mismo pensamiento aun siendo todos tan diferentes, algo razonable que
pocos logran entender.
Finalmente queda la gran esperanza de cambiar esos microchips de luchar contra ese monstruo social y apoyar a estos
adolescentes y jóvenes que quieren darse a conocer, que solo se proyectan a ser aceptados, a ser reconocidos no solo por su
orientación sexual sino también por sus grandes obras, sus características, habilidades y su aporte a la sociedad como seres
humanos en igualdad de condiciones siendo esta la mejor recompensa para cambiar su realidad y destruyendo el microchip
de la homofobia actual.