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CMYK<br />
Huánuco, viernes 14<br />
de diciembre de 2018<br />
11<br />
Especial<br />
CMYK<br />
15 de diciembre, 199° aniversario<br />
de un día histórico de Huánuco<br />
Por Jorge Espinoza Egoávil<br />
Mañana 15 de diciembre, se cumple el 198 aniversario<br />
de un importante día histórico de la<br />
ciudad de Huánuco, llevado a cabo en el año<br />
1820: la proclamación de la independencia del Perú<br />
y consecuentemente del inicio de la confirmación de<br />
la libertad de los pueblos de América Latina que eran<br />
dependientes del yugo español. Este acto de “Nosotros<br />
los de Huánuco”, fue antes que lo hiciera el libertador<br />
José de San Martín, el 28 de julio de 1821.<br />
Ese acto histórico, es una fecha memorable para<br />
la colectividad y que sin embargo existe un gran porcentaje<br />
de la población de Huánuco que desconoce<br />
totalmente lo más elemental de este segmento de la<br />
fenomenología de la historia del Perú y consecuentemente<br />
la importancia que tuvo dicha acto para los<br />
efectos del robustecimiento bélico de San Martín,<br />
como libertador de tres naciones de Sudamérica.<br />
Por desconocer lo importante de nuestro pasado, por<br />
parte de la flotante población actual, es que podemos<br />
advertir que ella no le tiene ninguna clase de amor y<br />
ni siquiera de consideración para el tratamiento y solución<br />
de su problemática socio-económica, cultural y<br />
política, como se ha observado en las elecciones que<br />
acaba de terminar.<br />
ANTECEDENTES DEL ACTO HISTÓRICO<br />
En la historia de los pueblos del mundo entero, todo<br />
acto considerado como importantes para el pueblo en<br />
el que se desarrolla en su territorio y con su dinámica<br />
social, el hecho importante tiene siempre antecedentes<br />
de distancia temporal, que devienen en inmediatos<br />
y mediatos. Es decir, que sean antecedentes de un<br />
momento cercano al fenómeno analizado o aquellos<br />
otros que han tenido lugar en un tiempo más lejano.<br />
En el presente caso, un antecedente lejano es la<br />
conducta bienhechora de las comunidades de buscar,<br />
por todos los medios que se encuentren a su alcance, la<br />
forma de liberarse de un estado de dominación social por<br />
imperio de la fuerza bélica o de las cadenas del sistema<br />
capitalista que se tiene en cualquier nación del mundo.<br />
El hecho tuvo lugar en medio del fragor de las<br />
batallas bélicas ya iniciadas por medio de los levantamientos<br />
protestatarios y armados con las armas del<br />
momento, como en el caso de la famosa “Revolución<br />
Doceañista” de Huánuco ( de 1812) y las otras de<br />
menor dimensión a excepción de la de “Túpac Amaru”,<br />
se presentaron las circunstancias de que el libertador<br />
de Argentina y Chile, Don José de San Martín, vino al<br />
Perú y combatió contra las fuerzas armadas españolas.<br />
Al llegar San Martín al Perú se ubica con su ejército<br />
libertador conformada fundamentalmente por argentinos<br />
y chilenos, en la bahía de Paracas, al sur de Lima.<br />
Allí es cuando tiene el sueño que lo lleva a impulsar<br />
una bandera de colores blanca y roja que serviría de<br />
emblema al Perú, así como a trazar las tácticas y estrategias<br />
para iniciar la guerra en aras de conseguir la<br />
ansiada libertad nacional para los peruanos.<br />
En el trajinar constante de los quehaceres relacionados<br />
con la guerra, se informa que el Virrey Joaquín<br />
de la Pezuela, se encontraba con serias impugnaciones<br />
internas, ya que se le imputaba una suerte de pereza<br />
mental y física para manejar las necesidades de derrotar<br />
a las fuerzas libertadoras. Además, se informa de<br />
que había abandonado Lima y establecido en el Cuzco,<br />
donde tenía la fuerza combativa, conjuncionada con<br />
Puno y todo el Alto Perú.<br />
Así mismo se informó que por mandato directo de la<br />
corona española, se le sustituía en el mando político y<br />
El acta que antecede fue encontrado por el ex diputado<br />
nacional médico Mario Rivera Céspedes en el año 1988, en<br />
los archivos de la Biblioteca Nacional del Perú, cuyo “Zincobrado”<br />
se encuentra en una vitrina de la Municipalidad<br />
de Huánuco, donde fue colocado por el regidor de ese año,<br />
el abogado y periodista Juan Ponce Vidal, que ostentaba el<br />
cargo de Director de Cultura. Ha sido paleado en su escritura<br />
por la paleontóloga huanuqueña Sonia Dávalos.<br />
militar al Virrey De la Pezuela y se le encomendaba el<br />
manejo de la guerra al General don José de la Serna.<br />
Esta información, más otros datos propios de lo que<br />
significa el espionaje y contraespionaje, lo llevo a enviar<br />
una parte de su ejército, comandado por el argentino<br />
Juan Antonio Álvarez de Arenales a la región de la<br />
Sierra Central, con la finalidad de hostigarlo a los soldados<br />
del bando realista, por la falta de alimentación y<br />
necesidades para el éxito de las batallas. Así se instaló<br />
en Huamanga y luego pasó a lo que hoy es Cerro de<br />
Pasco, en donde ganó con grandes ventajas proporcionadas<br />
por la colaboración de los grupos guerrilleros<br />
de Huánuco y toda la zona del trapecio andino central.<br />
Estos grupos que impedían realizar sus maniobras<br />
necesarias a los realistas, fueron los mismos que posteriormente<br />
servirían de gran apoyo a Bolívar y eran<br />
conocidos con la denominación de “Montoneros”. La<br />
batalla fue contra el batallón del General realista O”Relly,<br />
en el poblado al sur de la ciudad de Cerro de Pasco<br />
denominado “Uliachin” y fue el 6 de diciembre de 1820.<br />
En conmemoración por reminiscencia de esa<br />
fructífera batalla, la comuna cerreña y sus actuales<br />
autoridades han celebrado con gran pompa esa fecha<br />
memorable, con 3 días de fiestas organizadas con la<br />
debida anticipación, mientras que en Huánuco no se<br />
sabe nada.<br />
EL MOMENTO HISTÓRICO<br />
Enterados en la ciudad de Huánuco de la importante<br />
victoria obtenida por las fuerzas patriotas<br />
comandadas por Álvarez de Arenales, la comuna<br />
encabezada por el subdelegado español Don Eduardo<br />
Lucar y Torre, convocó a un Cabildo Abierto mediante<br />
un “Bando Municipal”, con la finalidad de consultar al<br />
pueblo si es que deseaban ponerse al lado del ejercito<br />
de San Martín conformado por soldados argentinos<br />
y chilenos, que buscaban otorgarnos la libertad del<br />
dominio español o es que preferían ponerse al lado de<br />
las fuerzas armadas del ejército español que defendían<br />
el gobierno del Rey de España y los Virreyes instalados<br />
en el Perú. La convocatoria fue hecha para el día 9 de<br />
diciembre a las 9 de la mañana.<br />
En la consulta que formularon - fue algo similar a un<br />
Referéndum actual- los asistentes se pronunciaron en<br />
forma inmensamente mayoritaria por ubicarse al lado<br />
de la causa libertadora – con algunas excepciones-.<br />
Este hecho patriótico fue comunicado a Alvares de<br />
Arenales, mediante dos comisionados que fueron el<br />
capitán Ignacio Prado y don José de Abarca, los que<br />
se dirigieron a Cerro de Pasco, pero cuando llegaron<br />
ya no encontraron al vencedor de la gran batalla,<br />
porque había retornado a la costa peruana a fin de<br />
entrevistarse con San Martín.<br />
Pese a todo, Alvares de Arenales, se enteró del<br />
acuerdo adoptado por los huanuqueños, éste argentino<br />
tomo la decisión de enviar a la comuna de Huánuco<br />
un documento conteniendo una gran felicitación e<br />
indicando que enviaba a un representante suyo en la<br />
persona de don Nicolás Herrera y su adjunto el señor<br />
Pedro Cherres, a fin de que cumplan con algunas indicaciones<br />
formuladas, como el encargo de perseguir<br />
a los derrotados realistas que se dieron a la fuga,<br />
encabezados por su jefe O Relly- Asimismo en el documento<br />
enviado, se pide que todas las autoridades y<br />
el pueblo colaboren con la búsqueda de “cabalgaduras”<br />
y toda clase de servicios para los miembros del ejército<br />
patriótico. Fue el encargado Herrera quién condujo los<br />
actos que se convocaron por decisión de la población<br />
huanuqueña, en concordancia con el señor Eduardo<br />
Lucar y Torre.<br />
El día 14 de diciembre de 1820 salió un “Bando<br />
Municipal”, convocando para el día siguiente 15,<br />
a una concentración popular y de autoridades, que<br />
efectivamente se llevó a cabo, con la finalidad de proclamar<br />
la libertad del PERU. Ese día, el señor Herrera,<br />
como representante del vencedor en Uliachin ( Cerro<br />
de Pasco). Don Juan Antonio Álvarez de Arenales, se<br />
dirigió a la masa de manifestantes compuesta por el<br />
vecindario, las autoridades de los pueblos aledaños y<br />
fundamentalmente los cabildantes en pleno, vestidos<br />
de gala, reunidos en la Plaza de Armas de Huánuco, y<br />
dijo: “ HUANUQUEÑOS, ¿ JURAIS POR DIOS Y UNA<br />
SEÑAL DE LA CRUZ EL SER INDEPENDIENTES<br />
DE LA CORONA Y DEL GOBIERNO DEL REY DE<br />
ESPAÑA Y SER FIELES A LA PATRIA? Y el pueblo y<br />
las autoridades contestaron: “SI, JURO”.<br />
Seguidamente se escucharon los gritos de “¡Viva la<br />
Patria!”, “¡Viva la Libertad!”, acompañados del repique<br />
de las campanas de los 16 templos de la ciudad, al<br />
unísono del fragor de los cohetes y bombardas encendidas,<br />
dando un espectáculo digno de ser recordado<br />
secularmente.<br />
Luego se redactó el documento que podría denominársele<br />
el ACTA, cuyo tenor es el siguiente:<br />
“En quince días del dicho mes de diciembre del año<br />
de 1820 en cumplimiento de lo mandado y obedecido<br />
se practicó por mí el comisionado el Juramento de la<br />
Sagrada Independencia de la Libertad en la Plaza Mayor<br />
de esta ciudad, con los señores de este Ayuntamiento<br />
y demás vecinos que se hallaron presentes, para cuyo<br />
efecto se publicó por bando la convocatoria el día de<br />
ayer. Igualmente en virtud de la facultad que me es<br />
concedida por el señor General que rubricó la anterior<br />
orden, y por lo que aparece en ella he tenido a bien<br />
dejarlo reelecto de Juez al Sub delegado absuelto don<br />
Eduardo Lúcar, por conocerse en Él las aptitudes propias;<br />
de todo lo que con esta fecha doy cuenta al origen<br />
de donde emana mi comisión, y para su constancia lo<br />
firmó conmigo el escribano el dicho comisionado de<br />
que certifico.- Nicolás Herrera. Por mandato del señor<br />
comisionado.- Ascencio Talancha, escribano público.”