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Editorial
Huánuco, viernes 01
de febrero de 2019
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Anunciada visita
En estos días reiteraron más de una vez que un equipo
especial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones
(MTC) llegará en los siguientes días a Huánuco para cumplir
una agenda que tiene que ver con la mejora de algunas vías
y principalmente el aeropuerto de Huánuco y también el de
Tingo María.
Según informó el propio gobernador regional y el presidente
de la Cámara de Comercio de Huánuco, verán in situ el
estado del aeropuerto ‘Alf. FAP David Figueroa Fernandini’
que requiere de una mejora integral, para el caso entablarán
una mesa técnica con las autoridades y representantes de la
sociedad civil.
Equivocadamente un especialista del MTC había hecho su
informé que el terminal aéreo de esta ciudad no necesita de intervención
alguna, poniendo en riesgo la anunciada concesión
para su mejora. Sin embargo, Proinversión reiteró ayer que
son 600 millones de dólares que costaría la modernización del
tercer grupo de aeropuertos, en el que están considerados en
el de Huánuco y Tingo María. Es hora que esta región cuente
con terminales aéreos acorde a la demanda.
Otro punto importante que se tratará con la llegada del
equipo del MTC será la necesidad de la ampliación de la vía
regional entre Huancachupa y La Esperanza. En este tramo
hay un problema álgido de congestión vehicular que podrá
ser solucionado con la ampliación de carriles a los lados.
Este particular requiere del gobierno regional y las municipalidades
de Huánuco, Amarilis y Pillco Marca, que sumen
esfuerzos para hacer realidad la mejora en el más corto plazo.
Entre otros de temas pendientes que deben tratarse con
el MTC está la licitación del tercer tramo de la vía Ambo –
Yanahuanca – Oyón; que si bien ya anunciaron fechas del
proceso, no está mal hacer compromisos para asegurar la
materialización de este importante corredor vial.
EL LENTE
RECORRIENDO LOS POBLADOS DE SU DISTRITO
El alcalde de Santa María del Valle, Isaías Tolentino Vega, inició a cumplir su
compromiso de visitar los 72 centros poblados y caseríos del distrito. Algunos de
los primeros visitados fueron San Isidro de Visag, el caserío San Juan de Ñausa y
la localidad de Obaspampa, en los que verificó las necesidades y problemas que
aqueja a los pobladores.
DOXA URBANA
Luciano Núñez
Bragayrac (*)
Los diversos tipos de cáncer representan
para los servicios de salud y para
la economía de nuestra población una
enorme carga, ya que gran parte de estas enfermedades,
lamentablemente, son detectadas
en etapas avanzadas y se convierten en un problema
de salud pública por la alta mortalidad,
por la discapacidad que producen y porque
demandan importantes gastos en tratamiento
y hospitalización.
Frente a este panorama, es necesario fortalecer
las políticas sanitarias orientadas a la
prevención y detección temprana de los casos
de cáncer, no solo para reducir los costos de
tratamiento, sino también para disminuir la
alta carga de mortalidad.
El Global Cancer Observatory, una agencia
internacional de investigación de cáncer de
la Organización Mundial de la Salud (OMS),
indica que el cáncer de próstata es la neoplasia
más frecuente en el Perú. En el 2018 se diagnosticaron
7,598 casos nuevos de cáncer de
Prevención del cáncer: arma de salud pública
próstata, que representaron el 11.4% de todos
los cánceres malignos en la población peruana,
encima del cáncer de mama y de estómago.
Del mismo modo, conforme a este registro,
en el período señalado se contabilizaron 2,721
muertes por cáncer de próstata, lo que lo convirtió
en la primera causa de muerte debido
a neoplasias entre la población masculina, lo
que representa una tasa de mortalidad de 15.6
por cada 100,000 varones.
Teniendo en cuenta estas preocupantes
cifras, es oportuno detectar esta enfermedad
en etapas tempranas o localizadas, a fin de
iniciar un tratamiento curativo. Es fundamental
que los hombres se practiquen, a partir
de los 45 años, exámenes para descartar este
cáncer. Y en personas con factores de riesgo,
estos exámenes se los pueden efectuar antes
de los 45 años.
Es necesario someterse a un programa de
tamizaje o descarte (screening), que comprende
el examen de antígeno prostático
específico (PSA) y el examen físico (tacto
rectal). Además, ayudan a discriminar qué
paciente podría tener un cáncer de próstata
clínicamente significativo; la velocidad del
PSA, la densidad del PSA y el PSA libre.
En Estados Unidos y Europa se desarrollan
biomarcadores que ayudan aún más a
discriminar pacientes con cáncer de próstata.
Las imágenes, como la resonancia multiparamétrica
de próstata, ayudan a identificar
zonas sospechosas de cáncer y evitar biopsias
innecesarias, así como a diagnosticar cánceres
agresivos.
Un solo PSA no es suficiente, de modo que
es indispensable poner en funcionamiento un
programa que incluya la repetición del screening
con ciertos intervalos (de 2 a 4 años),
a fin de diagnosticar cánceres de próstata
localizados y que puedan recibir tratamiento
curativo.
Algunos factores de riesgo son la edad (a
mayor edad, más riesgo), la raza (los afrodescendientes
corren mayor peligro) y los antecedentes
familiares de este cáncer (padres o
hermanos) y el antecedente familiar de otros
cánceres (mama, ovario, colon). Frente al
cáncer, la prevención y la detección temprana
son los mejores aliados.
(*) Médico Urólogo Oncólogo
Editado e impreso por:
Imprenta Editorial LS & JB SAC
Jr. Bolivar n.° 519 – Huánuco
Teléfono (062) 285413
Celulares: 942805454 / 962330457 / 931879452 / 962652789
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Los artículos firmados son responsabilidad de su autor
Director: Javier Trujillo Garcia
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