1B8257C2-22B3-4549-B1C2-4076157E6A79

CMYK
4
Editorial
Huánuco, miércoles 27
de febrero de 2019
CMYK
Obra retrasada
El proyecto ‘Mejoramiento de la capacidad resolutiva de los
servicios de salud del hospital regional Hermilio Valdizán de Huánuco
Nivel III-1’, como realmente se denomina la construcción de
la nueva infraestructura hospitalaria enfrenta serios problemas
de retrasos al punto que el gerente del gobierno Regional de
Huánuco, Luis Briceño, anunció que evalúan los asuntos técnicos
y legales, que podría concluir con una intervención de obra.
Desde que iniciaron los trabajos a cargo del consorcio Obrainsa
- Joca, ya van 20 meses, sin embargo, la ejecución física que a
estas alturas debe estar al menos en un 50% según el cronograma
establecido; apenas llega a un 26%, lo que significa que presenta
un 50% de retraso.
En estos momentos los trabajos están casi paralizados. La
cantidad de observaciones y los pedidos de adicionales de obra
(hasta ahora 13), han hecho que la obra vaya a un ritmo lento,
toda vez que el argumento del consorcio es la falta de respuesta
oportuna a sus peticiones por parte del gobierno regional, entonces
ellos no pueden avanzar.
En tanto, los plazos se continúan perdiendo, por lo que tendrá
que haber ampliaciones que vendrían incluso acompañado de la
necesidad de mayor asignación presupuestal.
Sobre este particular, a inicios del año, la supervisión sugirió
incluso resolver el contrato con Obrainsa – Joca, por las constantes
dilaciones, sin embargo, aún no determinan que acciones
tomar.
Los siguientes días serán determinantes, luego que siete de las
once solicitudes de adicionales fueron declarados improcedentes.
La constructora no tendrá motivo para continuar con la lentitud,
de lo contrario, como anunció el gerente regional, el retraso comprobado
demanda una intervención de obra.
Importante en todo esto, adoptar las previsiones para garantizar
la culminación de la obra en los plazos y con las características
previstas.
EL LENTE
CLAUSURAN TALLERES DE MECÁNICA
Funcionarios de la Gerencia de Desarrollo Económico y policías municipales de
Amarilis, participaron del operativo para el reordenamiento de los talleres de
mecánicas que funcionan en la Av. Tupac Amaru en Paucarbamba. Los locales no
cuentan con licencias, señalización, extintores y principalmente invaden la vía
pública para prestar sus servicios. Ayer fueron clausurados dos de ellos.
DOXA URBANA
Miguel de
La Puente (*)
Hace 20 años no teníamos la cantidad
de aparatos eléctricos que tenemos
hoy; tampoco contábamos con tecnología
que se orientaba a la eficiencia y que
ahora es una realidad. Tal parece que ambas
situaciones van a un ritmo acelerado, cada
cual a su propia velocidad, es decir, se elabora
una serie de productos que cubren necesidades
insospechadas del consumidor y que
requieren de la energía, lo cual se ve reflejado
en el hogar, en el trabajo y la industria. En la
misma línea, la promesa de valor de los productos
eléctricos es la eficiencia energética.
Antes solo teníamos conectados alrededor
de cinco artefactos eléctricos en una vivienda;
ahora son entre 20 y 50. Claro está que,
en el mejor de los casos, estos son mucho más
eficientes y consumen menos energía. Nos
queda claro que la innovación y el desarrollo
de nuevas formas de atender los requerimientos
de energía del consumidor no va a parar;
producto de esa realidad es que consumimos
Consumo de energía:
¿demanda vs. eficiencia?
de 8 a 10 veces más energía que hace 20 años.
De acuerdo con el Balance Nacional de
Energía del Ministerio de Energía y Minas,
el consumo final de energía eléctrica, o energía
disponible al usuario final, fue de 45.4
TW.h, cifra que tuvo un incremento de 7.7
% respecto al año anterior. Los sectores con
mayor participación de consumo de electricidad
son el sector residencial, comercial y
público (40%), industrial (25%) y el minerometalúrgico
(32%). En estos tres sectores se
acumula alrededor del 97% del consumo total
de energía eléctrica del país.
Aprender a usar de manera eficiente
la energía pasa por un tema de educación
que elimine costumbres arraigadas de uso
innecesario, muchas veces casi sin darnos
cuenta. Un ejemplo: a veces pensamos que
los aparatos eléctricos que están conectados
a los tomacorrientes en posición stand
by no consumen mucho, sin embargo, estos
generan entre el 5% y 15% del valor total del
recibo que una familia paga cada mes.
El compromiso de la eficiencia energética
pasa por tres niveles: el personal, porque
cuida nuestra economía; con el país, para que
el ahorro brinde energía a otras personas; y
con el planeta, porque disminuye la contaminación.
No obstante, antes de pensar en
eficiencia hay que pensar en seguridad.
Pero no solo es un tema ciudadano. Esta
situación tiene que ver con la aplicación de
políticas de energía eficiente, con el estímulo
del consumo de materiales originales de buena
calidad y con ser más vigilantes respecto al
ingreso de materiales eléctricos subestándar
al mercado peruano que, en muchos casos,
terminan siendo ineficientes.
Se sabe que ingresan al mercado peruano
cerca de un millón de materiales eléctricos
que están fuera de supervisión de calidad
(Fuente: EPEI-Perú 2017-2018). Por ello, es
necesario ser eficientes desde todo punto de
vista con este recurso energético, pues su
cuidado es fundamental para el desarrollo
del país.
(*) Director Ejecutivo de Procobre Perú
Editado e impreso por:
Imprenta Editorial LS & JB SAC
Jr. Bolivar n.° 519 – Huánuco
Teléfono (062) 285413
Celulares: 942805454 / 962330457 / 931879452 / 962652789
Página web: www.tudiariohuanuco.pe
Email: jtrujillo@tudiariohuanuco.pe / lbarrenechea@tudiariohuanuco.pe
© Todos los derechos reservados
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional con Registro n.° 2017-10239
Los artículos firmados son responsabilidad de su autor
Director: Javier Trujillo Garcia
Asesor legal: Abog. Hernán Cajusol Chepe